Stronger.
#11
- ¡Oh por dios! –Dijo nerviosa –Soy una torpe, mil disculpas señorita Peterson, ¡Por favor, no le diga a su madre! –Me rogó.
- Tranquila… -me acerqué para leer el nombre en su placa - ¿Maggie? –Ella asintió –Tranquila Maggie, no le diré nada –Dije y ella suspiró tranquila.
- Bueno señorita Peterson, sígame –Me dijo y se dirigió hacia un ascensor.
- De acuerdo, ¿Maggie? –Pregunté.
- ¿Sí? –Me dijo sonriente.
- Dime _____ ¿Sí? –Ella asintió –Y por favor evita nombrar mi apellido –Ella asintió un poco confundida.
Subimos por el ascensor hasta el piso diecinueve, donde estaba la oficina de mi madre, todos los empleados que me veían me trataban como si fuera de la realeza, alguna muchachas no me miraban a los ojos al hablarme… como si me tuvieran miedo .Maggie me condujo hasta la oficina principal de Katherine y luego se retiró.
Tomé una bocanada de aire y luego solté un silencioso suspiro, estaba a metros de mi madre, solamente tenía que empujar una puerta de mármol blanco y vería a una versión de mi misma pero mucho más madura .Cuidadosamente empujé la puerta y me encontré con una oficina espaciosa y moderna, tenía un plasma y una pequeña mini heladera, por las paredes habían fotos de mi madre con muchas celebridades, amigos y había un pequeño cuadro donde estábamos Grace y yo.
- ¡Maggie! Dije que nadie me interrumpiera –Dijo la mujer rubia de espaldas hablando por un teléfono.
- Katherine –Suspiré –Tan ocupada como siempre –Ella me oyó.
- Disculpa Miranda, debo colgar –Dijo ella y luego colgó.
Dejó su teléfono sobre su escritorio y luego se dio media vuelta para dirigirse hacia mí, Katherine no había cambiado en nada, tenía las piernas largas y perfectas, sus facciones eran delicadas y sus ojos mieles eran impactantes .Llevaba puesto un traje de ejecutiva color negro que resaltaba perfectamente sus curvas, en sus pies llevaba puestos unos tacones Manolo Blahnik de terciopelo negro; se acercó hasta donde yo estaba y luego me miró despectivamente de arriba abajo.
- Siempre tan desalineada _____-Empezábamos con las críticas.
- Siempre tan oportuna Katherine –Le dije, sabía como tratar con mi madre.
Ambas teníamos un carácter difícil y complicado, pocos sabían como tratar con las chicas Peterson, y a muy pocos le regalábamos nuestra confianza.
- ¿Qué sucedió con la dulce niña que parecía un ángel? –Preguntó observando mi cabello.
- Murió –Dije seca, ella se tensó.
- Bueno, a lo que viniste –Dijo y se volvió hacia su escritorio, donde marcó un número en el teléfono y en menos de dos minutos la puerta principal de la oficina se abrió.
- ¡Mi señora! –Se escuchó una voz de hombre gay detrás de mí.
- ¡Oh, Antuan! –Dijo ella con un tono exagerado de preocupación.
- ¿En qué puedo servirle mi reina? –Dijo el hombre ‘a la moda’
Me parecía ridículo que mi madre recibiera todo ese trato.
- Necesito tu ayuda, una vez más –Sonrió –Ella es mi hija –Me señaló y luego ‘Antuan’ se giró para verme.
- ¡Oh, la princesa! –Gritó emocionado y corrió a abrazarme.
- ¿Perdón? –Dije extrañada.
- Katherine, ¡es preciosa la chiquilla! –Dijo emocionado –Tiene cara de modelo, es perfecta para las fotos –Sonrió y yo lo miré asustada.
- ¡Aguarde! –Le dije –Katherine yo no acepté aún –Ella me miró con una sonrisa burlona.
- Pero estás aquí ¿No? –Yo asentí –No te hubieras molestado en venir si no hubieras aceptado –La miré enojada.
- ¡Perfecto! –Chilló el hombre.
- ¿Qué me hará? –Le pregunté asustada a Antuan.
- Mi equipo y yo te convertiremos en una modelo –Sonrió ampliamente –Y primero, empezaremos por desteñir este cabello dañado –Hizo un gesto de asco.
- ¡Ni lo sueñe hombre raro! –Le dije enojada –Lo quiero a kilómetros de mi cabello –Katherine frunció el seño.
- ¡No seas idiota _____!, una modelo no lleva el cabello así –Dijo.
- Pues yo no soy modelo –Le dije.
- Ahora lo serás –Antuan me tomó del brazo –Tranquila honey, quedarás estupenda –Me dijo.
*
Lean esta parte con esta canción (http://www.youtube.com/watch?v=AEh3zEMYKzA)
- ¿Qué es eso? –Pregunté mientras Judith, la maquillista me aplicaba una especie de crema.
- Es un corrector de ojeras –Me dijo –Tapará tus ojeras, es una bendición –Me sonrió.
Hasta ahora todo iba bien, desafortunadamente me habían quitado la tintura color rosa y había quedado completamente rubia, tenía mi cabello perfectamente alisado y con unos bucles en las puntas; mi pelo ya estaba listo, ahora me estaban maquillando y luego iría a otra sala para que me dieran mi vestuario para luego ir hacia el piso de fotografía, donde empezaría la sesión de fotos .Hasta ahora había visto a demasiadas modelos posar frente a una cámara, la mayoría de ellas me miraban mal y muy pocas me habían dicho ‘Hola’, la verdad que no me importaba hacerme amiga de esas huecas, pero me jodía que mis expectativas de ellas sean ciertas.
- ¡Estas lista! –Sonrió Judith –Ahora vamos con Ellie –Me dijo y me condujo hasta otra sala donde me esperaba una morena alta con una sonrisa deslumbrante.
- Hola _____, me llamo Ellie y soy la vestuarista y diseñadora de modas –Dijo sonriendo.
- Bueno, soy _____ (? Y estoy a tu disposición –Le dije amable.
- Ven por aquí –Me condujo a una especie de probador gigante donde ella me pasaba vestidos y yo me los probaba, debo admitir que esto no era malo, era fantástico.
Me probé alrededor de quince vestidos cortos y luego otros quince largos, me colocaba tacones de todos los colores y de diferentes variedades, ellos me vestían, me decían que debía usar, que lucir en mis pies y que accesorios debía llevar .Luego de tener todo el vestuario me llevaron al piso de fotografía, donde un montón de fotógrafos me invadieron.
- Muy bien muñeca, ahora sonríe y mira hacia la cámara –Me dijo el señor que se encontraba detrás del lente de la cámara.
Me sentía idiota haciendo esto, era totalmente estúpido, ‘Sonríe a la cámara’, ‘Mira hacia tu derecha’, ‘Levanta la barbilla’, ‘Colócate en esa forma’, y muchas otras estupideces más… acéptenlo, todos sabíamos que yo no era modelo, sabíamos que no tenía cara de modelo y no estaba hecha para esto; el condenado vestido me apretaba hasta la madre y casi no podía respirar, y lo peor de todo era que me levantaba el busto y me hacía parecer una p*ta de primera.
- Eso es todo por hoy –Mis músculos se relajaron al oír eso, luego de cuatro horas de hacer esta m*erda eran las mejores palabras que podía oír.
- Gracias –Suspiré.
- Linda, si tienes hambre allí hay una mesa con bocadillos –Me dijo Maggie –Pero no comas tanto, hay que cuidar la figura –Me guiñó el ojo.
Me importó una m*erda lo que dijo Maggie, yo solamente estaba hambrienta y mi principal objetivo era atacar esa mesa de mini bocadillos.
Me acerqué a la mesa para ver que podía comer, pero todo lo que había me daba asco, no sabía por qué pero había una voz en mi cabeza que me decía constantemente ‘No comas, engordarás’; entonces opté por no comer nada, solamente me serví agua en un vaso y me quedé mirando a las modelos posar frente a la cámara como había hecho yo.
- ¿Día difícil eh? –Escuché una voz detrás de mí.
Me di vuelta para observar quien era y me encontré con una chica alta de cabello rubio que tenía unas facciones perfectas y delicadas, unos ojos azules intensos y los labios perfectamente delineados y en un color rojo fuerte, sin dudarlo era una modelo.
- Bastante –Le dije -_____ Peterson, un gusto –Ella sonrió.
- Rosalie Cooper –Me sonrió.
¿Cooper? Esperen, yo conocía a esta chica, no no no no no no no ¡y no! No podía ser la Rosalie Cooper que yo pensaba, era imposible.
- ¿E…eres?...-Dije con dificultad.
- Si, soy la prima de Casey –Se encogió de hombros.
- Sabía que la prima de Casey era modelo, pero nunca pensé que trabajara para mi madre –Dije sorprendida.
- Mi prima me ha hablado tanto de ti –Dijo –No te ofendas, pero te odia –Yo solté una carcajada.
- Que bien –Sonreí –Yo también la odio –Dije y ella rió.
________________________
