#53
- De acuerdo, hola a todos –Comencé –Antes que nada, él es mi novio Niall –Todavía tenía mi mano agarrada a la de Niall.
- Es un placer Niall –Dijo mi madre amablemente.
- Lo mismo digo –Habló Jack.
- El placer es mío–Dijo Niall nervioso por la presencia de mi madre y Jack.
Estábamos organizados de esta manera:
En los sillones individuales estaban Debbie y Jack, en el que era para tres personas estaban Perrie y su hermano, y en el que se encontraba en frente al de tres estábamos Grace, Niall, mi madre y yo.
- De acuerdo, como nadie hablará, entonces empezaré yo con todo esto –Dije lo bastantemente fría como para incomodar a todos los desconocidos –Dime Jack, ¿Por qué estás aquí? –Sonreí falsamente mientras él se acomodaba en su asiento para contestarme.
- Cielos, ¿Quién te ha entrenado así?, fuiste tú Katherine, no me cabe dudas –Mi madre frunció el ceño.
- No soy un perro Jack, no me han entrenado de ninguna forma; quizá te estés refiriendo al tipo de trato que tengo contigo y del cual obviamente no estás acostumbrado a recibir –Jack sonrió de oreja a oreja.
- Sarcástica, Irónica, Fría…no me sorprendería que fueras una elitista o alguien con un humor bastante pesado –Oh por dios, estaba en mi casa y se atrevía a hablarme así.
- Quiero que recuerdes en la casa de quién te encuentras Jack –Mantenía mi irónica sonrisa presente.
- ¿Acaso estás imponiendo respeto ante mí? Recuerda tú a quién te refieres _______, soy tu padre.
- Error Jack, solamente eres el hombre que colocó espermatozoides en el interior de mi madre .No tienes derecho a considerarte mi padre, y es más, siento pena por los críos esnobs que tienes –Ambos hijos me miraron mal.
- Oh por dios, sé que prometí no decir nada –Le dijo Perrie a Jack –Pero no puedo creer que esta maleducada, sin modales, petulante y muy grosera sea mi hermana –Su voz, demonios, ese acento británico era tan molesto.
- Me agradabas más callada inglesita –llevé mi dedo índice a mis labios para hacer ese gesto de ‘silencio’.
- Tú no me agradas en nada –Respondió con esos aires de superioridad.
- ¿Y qué te hace creer que quiero agradarte cielo? –Me crucé de brazos.
- No lo sé…creí que nosotros teníamos ventaja, ya sabes… -Señaló a su hermano y luego a ella –Nosotros sí tuvimos un padre presente –Sonrió.
- ¡Perrie! –La reprendió su madre.
- ¡Ella empezó! –Que inmadura era.
- Oh, tienes toda la razón, ¿pero sabes cuál es la diferencia entre nosotras Perrie? Que solamente tú te puedes sentir bien diciendo esas cosas a una persona, y en cuanto a lo único que consigues de mí es que te tenga mucha más lástima de la que ya te tenía, porque…cielo, tú padre es una basura como persona, y yo…bueno, agradezco a Dios por haberme dado una madre como la que tengo .Y Debbie…bonito nombre el de tu hija –Nótese el sarcasmo en mi última frase.
- Eres tan patética –Habló Matthew por primera vez.
- Y tú un idiota –Dijo Niall sorprendiéndome.
- Te compadezco amigo… ¡vaya novia la tuya! –Soltó una amarga carcajada.
- No, te equivocas ‘amigo’, ella es perfecta .Yo te compadezco por la hermana que tienes –Besé la mejilla de Niall ¿Así de perfecto o más?
- Mejor te callas Inglaterra –Quise sacarle la lengua pero me di cuenta de que si lo hacía quedaría bastante infantil.
- Escúchalos Perrie, ¿Puedes creerlo? –Ambos rieron.
- Déjalos Matt, no valen la pena –Abrazó a su hermano.
- Norteamericanos –Aunque ella no lo deseara así, se notó el desprecio en la voz de Debbie.
- Y orgullosos de serlo -Habló mi madre.
- Creo que nos estamos saliendo del tema –Intervino Jack.
- ¿Y cuál es el tema? –Pregunté.
- Tú –Tragó gordo y luego me miró fijo.
- ¿Ella? Oh, perfecto…comencemos con su personalidad .Es tan…
- Cállate Perrie –Intervino Jack .No pude evitar sonreír ante eso.
- Por favor chiquita, déjanos a los grandes la charla –Sonreí victoriosamente.
- Por siete meses –Gruñó Matthew.
- ¿Y? Sigo siendo mayor.
- Ya basta, necesito hablar contigo y con tu madre en privado –Se levantó de su asiento.
- ¿Por qué no puedes decirlo en frente nuestro Jack? –Dijo Debbie molesta.
- Porque, permíteme decirte que tu hija no se calla –Mi madre también se puso de pie.
- Oh, y de hecho la tuya tiene tantos modales –Debbie imitó su acción.
- Con modales o no, no soy una esnob –Perrie y yo nos pusimos de pie al mismo tiempo.
- Ni siquiera me conoces, no puedes decirme si soy o no eso que tú dices –Arqueé una ceja, ¿Era un insulto o un trabalenguas?
- Y tú y tu madre no me conocen como para decir si tengo modales o no.
- Eso es lo que nos demuestras, no has aparentado nada más que ser una maleducada desde que llegamos .Estás dejando muy mal a tu madre –Pude sentir a mi madre furiosa antes las palabras de Debbie.
- Quizá eso es lo que demuestre solamente con ustedes –Me tomó del brazo.
- ¿Qué acaso no le has enseñado respeto a tu hija? –Otra vez ese acento inglés con un toque de superioridad estaba ahí.
- Contrólalas –Advirtió Katherine a Jack.
- ¿Respeto a unos extraños? –Me burlé.
- Vámonos –Me arrastró mi madre hacia el jardín.
Los odiaba, nunca los podría considerar como ‘familia’ a esas personas .Empezando por la odiosa Perrie.
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