7-Lo que tus ojos guardan

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    Al siguiente día, me desperté con unas ojeras enormes, no había pegado un ojo en toda la noche a causa de la gran derrota de ayer, me levanté de la cama y me saqué las vendas de la cabeza para entrar a la ducha, no tenía ningún ánimo de ir al colegio el día de hoy, pero no enfrentarme a él después de la derrota de ayer sería aún más humillante.
Al llegar al colegio, me encontré con John y Sam en la entrada al igual que cada mañana, tal como pensé, se habían dado cuenta de inmediato de mis ojeras.

—Hola Louis, parece que tuviste una mala noche, tienes unas ojeras que igualan a los ojos de un panda.

Me dijo Sam mirando mi rostro como si fuera algún tipo de fenómeno, lo empujé en broma para que dejara de mirarme.

—Solo tuve muchas cosas en que pensar, no hubo nada grave que pasara.

Le respondí un poco desanimado, John y Sam solo se miraron las caras por unos instantes mientras iban a mi lado, yo iba un poco atento por si miraba a aquel tipo, por primera vez en mucho tiempo había sido vencido por alguien, además de eso, había puesto condiciones tontas, faltaba que este viniera hacia mí cobrando su recompensa al mismo tiempo que se burlara de mi. El timbre del colegio había tocado y todos debían entrar a sus aulas, estando ya en clase por suerte no me había encontrado con aquel chico, incluso cuando ya era hora del desayuno, almuerzo y finalmente la salid. Nunca vi al tipo ese en todo el día.

—Me eh sentido extraño en estos días, mi celo está cerca.

Comentaba Sam mientras caminábamos hacia fuera, escuchar lo de Sam, me hizo recordar que mi celo también estaba cerca, aunque no tanto como el de Sam, ese día es algo problemático, aunque para muchos alphas es una suerte en la que pueden aprovecharse de cualquier omega, ya que no son culpados por violación y culpan al celo de eso. Metí la mano a mi bolsillo y no encontré mi celular, empecé a meter mis manos en cada bolsillo y no lo encontraba, luego recordé que lo dejé en el cajón del escritorio de mi salón, ya que cada mesa tiene un cajón para guardar cosas.

—Mi celular se quedó adentro, debo ir a buscarlo, ya que mañana es fin de semana podríamos juntarnos fuera para pasar el rato, ¿Qué dicen?

Dije mientras retrocedía un poco esperando una buena respuesta de ellos dos.

—Me parece bien, hace mucho no salimos, nos contactamos por skype a la tarde.

Comentó John con su misma sonrisa de siempre, luego los dos se adelantaron y yo me fui casi corriendo a la sala para recuperar mi celular, al llegar abrí el cajón y ahí estaba mi celular, era una suerte porque guardo muchas cosas allí y tampoco me gustaría que gente ajena se meta en esos contenidos, aunque tiene una clave.
Cuando salí de la sala, se sentían unos pasos en los vacíos pasillos del primer piso del colegio, miré la dirección de donde venían y llegó el momento más incómodo para mí, aquel sujeto estaba caminando junto al director. Por inercia terminé escondiéndome dentro de un aula abierta que estaba al lado mío y me asomé levemente para verlo, era fácil escuchar su conversación debido a que ya no quedaba nadie en el colegio.

—De verdad gracias, nos has servido mucho hasta ahora, de no ser por ti estaría en serios problemas.

Le decía el director de forma animada, generalmente es un hombre que se la pasa con cara de amargado, pero junto a él solo tenía risas en su cara, al fijar mi vista en el tipo ese, me di cuenta de algo, su mano izquierda estaba enyesada. Lo primero que se me vino a la mente fue que probablemente se lo hice yo, al momento en que daba patadas rápidas y potente, una de las bloqueadas que él hacía, aquella mano no alcanzó a doblarla de forma correcta y aunque la bloqueó fue de la forma incorrecta, me alegró saber que al menos le hice daño, aunque eso no quitaba el hecho de que él me había ganado.

—Si no fuera por la buena paga no habría venido, de verdad que ah valido la pena, pero el sujeto que está tras la información de la escuela, también es un profesional, no eh podido dar con él, solo debo esperar a que baje la guardia, si el problema sigue le pediré ayuda a un buen conocido que tengo.

Decía de forma tranquila, por la forma en que se hablaban parecían conocerse. En la salida dentro del establecimiento de la escuela, el director se devolvió a su sala mientras que el tipo misterioso siguió su camino hacia la salida de la escuela. Sin saber porqué, fui tras de él y le hablé, debía dejar las cosas claras.

—Oye tú, por cómo puedo ver tan poderoso no eras, logré quebrarte un brazo, luego de noquearme no lloraste mucho ¿O sí?

Le dije en tono altanero adelantándome a su camino, llevaba sus gafas de sol puestas nuevamente y no parecía prestar mucha atención a mis palabras.

—Peleas bastante bien, no tengo nada que decir en contra de eso, mi cuerpo es el de un ser humano, obviamente debía salir lastimado.

Me respondió como si le hablara al aire, ni siquiera me miró a la cara su indiferencia me molestaba y me adelanté nuevamente para que fijara su vista en mí.

—Aún así, tú fuiste el ganador, como buen alpha que soy cumpliré mi palabra, por lo tanto no le diré nada a la policía y me convertiré en tu sirviente, si quieres alguna cosa de mí solo debes decirme.

Le comentaba con un molestia, creí que aprovecharía la oportunidad para hacerme hacer alguna tontería, pero parecía ignorarme completamente, solo pasaba de mí como si yo fuera una basura o algo así, aquello me había hecho enojar aún más y terminé por voltearlo hacia mí de forma violenta y le quité sus anteojos.

—¡Al menos mírame a la cara y di alguna cosa maldito bastardo!

Le grité salido de mis casillas, solo quería golpearlo, pero el tipo me evadió y tapó sus ojos con el brazo, ¿Acaso había dado con su verdadera debilidad? Empecé a acercarme a él y traté de quitar su brazo de la cara, de casualidad rosé su cara y estaba bastante caliente, como si tuviese fiebre, quizás por eso es que estaba despistado.
Puse fuerza en su brazo para quitarlo de la cara y me dio una fuerte patada en las costillas, terminó haciendo estremecer todo mi cuerpo. Para estar enfermo tenía bastante fuerza, después de eso terminé dándole un golpe en el abdomen, el cual no bloqueó al tener la vista tapada y terminó cayendo al piso, yo me abalancé contra él, sujetando sus brazos y bloqueando sus piernas para evitar un golpe, era una técnica de judo.
El sol aún brillaba y acerqué mi rostro al de él para poder ver mejor su cara, sus ojos estaban cerrados, no estaba dispuesto a abrirlos.

—¿Qué pasa con tus ojos? ¿Di con tu debilidad? Vamos, muéstrame, ya no pareces tan indiferente ante mí, no me siento mal por aprovecharme que estás enfermo, tú mismo te lo buscaste.

Al decir eso comencé a torcer la muñeca derecha de este, ya que la izquierda la tenía quebrada, ponía bastante resistencia y se me hacía difícil, pero estaba empeñado a ver sus ojos, sentía que la respuesta que buscaba a cerca de él... el porqué lo conocía y no lo recordaba... sentía que ese misterio se resolvería al mirar sus ojos.

(Buenas tardes mis lectores, como ven la novela está desde el punto de vista de Louis, el protagonista, pero la siguiente parte estará desde el punto de vista de Sam, que tengan un lindo día saludos ^^)

Voluntad contra el Destino (OMEGAVERSE +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora