Narra Chris
Hace mucho tiempo atrás, yo era un niño normal con una familia normal, mi hermana y yo recibíamos siempre el cariño de nuestros padres, nos llevaban al parque, al restaurante familiar e íbamos a la playa en familia o al parque de diversiones, aunque papá tenía un trabajo pesado siempre lograba hacer un hueco en su agenda para pasar tiempo con nosotros. Incluso a los 13 años, cuando nos hicimos un examen médico, se supo que mi hermana gemela, María, era alpha, en cuanto a mí, era un omega, a pesar de ello no recibí ningún tipo de discriminación por parte de mis padres ni de mi hermana.
Las cosas comenzaron a tornarse raras cuando teníamos 14 años, mamá y papá se veían afligidos, nunca supimos el porqué ya que nos decían que todo estaría bien, que no había problema. Pero nosotros no éramos tan idiotas como para creernos ese cuento, pero de nada servía investigar, no sabíamos que era lo que les pasaba. Un día, ellos decidieron salir de viaje, nos dejaron encargados de la casa mientras no estábamos, dijeron que era un viaje de trabajo y que no nos podían llevar, mientras salían, por una milésima de segundo, me pareció ver una lágrima salir del rostro de mamá, creía que era mi imaginación.
Esa misma noche, María me dijo que nos tomáramos una foto ya que con sus ahorros había comprado una cámara y quería probarla, era una cámara de las que sacaban la foto en papel de inmediato después de tomarla, ella se veía tan feliz con eso que yo también lo estaba, ambos salíamos felices en ella y le pedí que me la regalara. Al día siguiente era nuestro cumpleaños número 15, nuestros padres nos enviaron un mensaje de que nos harían un gran cumpleaños cuando ellos regresaran, María y yo estábamos muy felices por lo que se vendría y hablamos de eso hasta la noche, pero aquella misma noche cuando estábamos por dormir, sentimos fuertes ruidos venir desde la puerta principal, María y yo nos abrazamos asustados.
De pronto sentimos un disparo y después de ese disparo escuchamos muchas pisadas dentro de la casa, María me ordenó meterme dentro de la azotea en donde había un hueco oculto, le hice caso y cuando miré hacia atrás para que viniera conmigo ella cerró el hueco y bajó, me había dicho que todo estaría bien y que no hiciera ruido, todo eso lo dijo con su voz de mando alpha, por lo que mi cuerpo me obligaba a obedecerle.
Recuerdo todo el ambiente de esa noche, los hombres que entraron a la habitación en donde estaba María, los ruidos que hacían alrededor de ella, los gritos de María. De verdad quería hacer algo, no quería que sufriera sola y con toda mi voluntad estaba saliendo, aunque con mi torpeza y miedo de momento terminé haciendo un pequeño ruido.
—¡¡DETENTE!!
Gritó ella, mi cuerpo automáticamente había quedado paralizado de nuevo, por lo que pude escuchar, parece que los hombres pensaron que les hablaba a ellos, los ruidos siguieron y los fuertes gritos de María comenzaron a ser más débiles. No tengo idea cuanto tiempo había pasado hasta que todo se había hecho más silencioso, escuché decir a uno de ellos que ya no valía la pena seguir allí y después de escuchar esa voz, se escucharon pasos alejándose, mi cuerpo aún no se movía y tuvo que pasar unos buenos minutos más para que al fin mi cuerpo reaccionara nuevamente, asustado bajé de la azotea y al llegar a la habitación vi a María, su cuerpo estaba cubierto de heridas y entre sus piernas había mucha sangre, además sus ropas estaban rasgadas, sentí una fuerte sensación de adrenalina cuando la vi, como cuando el corazón late a mil en unos pocos segundos.
—María ¿Qué pasó? ¡María!
Preguntaba muy asustado tomando su mano, ella parecía estar moribunda, su cara parecía estar sumergida en la muerte, parecía inexpresiva hasta que reaccionó al verme, pero estaba muy débil, mientras sostenía su mano apretó mi mano solo un poco.
—Richard... por favor vive... (tos)... perdón pero... no podré estar en nuestro cumpleaños...
Al decirme eso, sonrió forzadamente y su mano dejó de tener fuerza, sus ojos estaban medio cerrados y una última lágrima junto a su último aliento habían salido, esa vez fue la última vez que mi hermana había hablado, con eso su voz había callado para siempre, todavía recuerdo como estaba su cuerpo, como había sufrido mientras me protegía. Me sentía como una asquerosa basura que no pudo hacer nada por ella, por lo tanto, iba a cumplir su última voluntad, iba a vivir por ella, pero no dejaría escapar el pecado que había cometido, no pude hacer nada por ella así que mi penitencia sería vivir como la mierda que era.
Por lo tanto viví en las calles un tiempo pasando hambre y miseria, fui secuestrado un par de veces y era violado brutalmente, descubrí que cada vez que sentía ese intenso dolor, sentía que mi podrida alma se calmaba un poco, estaba pagando mi penitencia, estaba sufriendo lo mismo que mi hermana y eso me hacía sentir feliz, sentía que con eso ella no estaría sufriendo sola. Tiempo más tarde fui secuestrado nuevamente y esta vez fui del interés del líder de la banda, quienes trabajaban para un grupo muy grande, Cobra Negra, era el nombre del grupo de mafiosos. Con el pasar de los años fui entrenado para seguir sus órdenes, fui maltratado brutalmente y muchas veces quedé moribundo, mi cuerpo quedaba marcado cuando venían los peores castigos, crecí de esa forma hasta que tuve mis 18 años, me había vuelto un experto en estrategias, ataques cibernéticos y combate cuerpo a cuerpo además de seguir siempre al pie de la letra las ordenes de los mandos mayores.
Ya no era abusado por gente de la rama más baja del grupo, pero en su lugar era follado constantemente por los de la rama más alta, habían muchos alphas entre ellos, por suerte, nunca fui marcado por ninguno de ellos. Un día después de completar una tarea de asesinar a una familia completa que no había cumplido un trato con ellos, nos dieron la tarea de secuestrar a un hijo de la familia Blake, el objetivo era Oscar, el hijo mayor. Cuando estábamos por cumplir nuestra tarea, nos encontramos con la sorpresa que el hijo mayor había salido hace poco a estudiar en el extranjero, por lo que nos mandaron a secuestrar al hijo intermedio, un niño de tan solo 11 años, justo había una fiesta en la casa y era el momento adecuado para actuar.
La misión había tenido éxito, uno de los integrantes logró tomarlo y yo cubrí su espalda por si las dudas, en un corto momento ya habíamos logrado meterlo al furgón y logramos secuestrarlo, mientras íbamos en el furgón, aquel niño iba cerca de mi pero no al lado, sentía un agradable aroma viniendo de su cuerpo, como flores de elegancia y belleza, ese aroma sentía que me llamaba, pero no estaba en condiciones de mostrarme débil ante ello.
La primera noche me sorprendió que el niño no hiciera tanto alboroto, era como si le hubieran entrenado como actuar en caso de secuestro, cualquier otro niño había gritado y llorado haciendo un gran alboroto, esa noche dormí a unos pocos centímetros de él, su aroma aclaraba mi mente, me tranquilizaba y me hacía sentir una desconocida sensación, una sensación que creí que estaba muerta.
A la segunda noche, él había cometido un error y se había quitado solo el vendaje de los ojos, cuando vi sus ojos azules, los encontré tan hermosos como el color del océano en pleno verano, tenía ojos fuertes, era como si iba a convertirse en un gran adulto. Aquello me hizo defenderlo del golpe que iba a darle uno de mis compañeros, por lo tanto lo defendí y en el momento en que ellos se distrajeron para divertirse por ahí, miré a ese niño una vez más, se veía asustado, no quería verle así, pero sus ojos me miraban directamente, no quería ver a ese niño sufrir, quería ayudarlo, quería liberarlo, quería protegerlo y estar con él, sentir su aroma por siempre y eso fue lo que me hizo ayudarle esa noche, para evitar que vuelvan a ir detrás de él expuse todas las pruebas posibles para que "Cobra Negra" cayera. Cuando la policía llegó, uno de mis compañeros supo de mi traición y me disparó, por suerte llevaba un chaleco antibalas y usando mi agilidad subí por unas cajas hasta la alta ventana saltándola, su altura era similar a la de segundo piso. Estaba seguro que el niño estaría bien en aquel lugar, sabía que obedecería, pero luego sentí una punzada y regresé a la realidad, ¿Cómo podía desear estar con él? ¿Porqué había experimentado la felicidad de nuevo? Incluso si ese niño se quedaba conmigo, tendría una vida de mierda ya que eso es lo que era. Mi omega quería estar con él, supe que éramos destinados después de que me diera cuenta de ello, por lo tanto debía hacer algo, usaría mi voluntad para cortar el destino que nos unía a él y a mí, no me dejaría ser feliz fácilmente. Por lo tanto unos pocos meses después, descubrí las drogas para matar las hormonas omega, esa sería mi arma para luchar en contra del destino, así no volvería a caer bajo el mando de un alpha nunca más, no se repetiría la debilidad que me impidió salvar a mi hermana y así fue como comencé mi vida como un criminal solitario, quien sin importar que, sellaría al omega que dejó morir a su hermana para siempre y sin importar que cumpliría mi penitencia , me propuse jamás ser feliz en mi vida.
A pesar de que el mocoso me estaba chantajeando para hablarle sobre mi pasado con mi más preciado tesoro, a pesar que podía haberle mentido no lo hice, ya que sentí que tenia la oportunidad de sacarme un pequeño pesar de encima, por lo que terminé contándole la verdad resumida.(Acá está la siguiente parte, espero que lo disfruten, vere si me da por subir la siguiente parte esta misma tarde o si no para mañana será, que tengan un lindo día n.n)
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Voluntad contra el Destino (OMEGAVERSE +18)
Romance(Primero que nada advierto que esta novela es yaoi, chico x chico, si no les gusta este género pueden pasar de largo de forma pacífica) Esta novela ligera se irá desarrollando en su gran mayoría bajo el punto de vista de un joven alpha llamado Louis...