8-El celo de Sam

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Narra Sam

Después de despedirme de Louis y John, fui caminando hacia más a mi izquierda para subir a mi coche en donde mi chofer esperaba. Mientras iba mirando hacia la ventana un poco distraído, me preguntaba hacia qué lado nos tocaría ir, hace tiempo no salíamos y ya me estaba emocionando un poco.

Al llegar a mi casa, me estiré un poco en mi habitación, al pasar un poco de tiempo la sirvienta había llamado a mi puerta, yo estaba jugando un videojuego por lo que no presté mucha atención, hasta que lo volvió a repetir.

—Disculpe joven amo, Robert lo está esperando en la entrada, dice que necesita hablar algo con usted.

Había dicho aquella sirvienta, yo dejé el juego de inmediato y me acerqué a la puerta para abrirla.

—Déjenlo pasar y que venga directamente a mi habitación.

Luego de decirle eso, ella se marchó y yo esperé allí, por alguna razón me había puesto un poco nervioso. Respecto a mi vecino omega, su nombre es Robert Windson, es un año mayor que yo, pero se ve menor y su contextura es delicada y atractiva, nos habíamos vuelto un poco cercanos a pesar de sentir el "aroma"; Me había distraído un poco esperando hasta que sentí ligeros golpes en la puerta de mi habitación.

—Disculpa... ¿Puedo pasar?

Era la suave voz de Robert, como siempre me hablaba de forma alegre y un poco tímida, era algo en él que encontraba lindo la verdad.

—Adelante, solo pasa.

Le dije de forma natural, el tímidamente abrió la puerta y entró con aquella sonrisa suave en su cara, me gustaba ver su rostro, daba una sensación agradable verlo.

—Venía a devolverte el videojuego que me habías prestado ayer, la verdad estuvo muy bueno y de paso quería prestarte el videojuego del que te hablé.

Me dijo pasándome el CD de mi video juego junto al de él, luego di unas palmadas en mi cama para que este entendiera que yo quería que se sentara al lado mío, puesto que solo me hablaba parado en frente de mí.

—No me trates con tanta formalidad, siéntate a mi lado, no es que vaya a atacarte ¿O sí?

Le dije entre bromas y terminamos riendo juntos con esa frase, pero la verdad, quería poner mis manos en él, pero no soy del tipo que le gusta forzar a otros o pasar encima de alguien, por lo que esperaría por él, aunque hubo cierta anomalía a medida que conversábamos, sentía que su exquisito aroma estaba comenzando a ser más fuerte, no supe porqué, pero eso empezaba a alterar lentamente mis sentidos, fijé mi vista en él nuevamente y parecía tener calor, estaba algo sonrojado.

—Oye, la charla sobre todo esto está bien, pero te ves algo... distinto, ¿Te encuentras bien?

Le pregunté aguantando aquel aroma que provenía de su cuerpo, aquel aroma que me llamaba a atacarlo y por cada segundo se hacía más intenso.

—Lo siento Sam... es que... quizás deba irme...

Dijo de forma muy insegura, cuando bajé mi mirada vi que el bulto debajo de su pantalón había subido un poco, al parecer tenía una erección, pero no era el único, también yo la tenía, acaso el aroma de él ¿Hizo que llegara más rápido mi celo? Mi mente cada vez se nublaba más y antes de que me diera cuenta ya tenía a Robert debajo de mí.

—Lo siento, parece que mi celo llegó, aunque por lo que veo también llegó tu celo, ¿Qué debería hacer? ¿Abrazarte o dejarte ir mientras aún me queda algo de sentido?

Cuando le dije eso, el me miraba de una forma algo lasciva, pero con expresión un poco asombrada, creí que me rechazaría, pero el envolvió sus brazos en mi cuello y besó mis labios, en ese momento me dejó en claro una cosa, que estaba dispuesto a volverse mío de por vida.
Ambos comenzamos a besarnos de forma apasionada, nuestras lenguas parecían danzar entre sí por cada beso, mis manos recorrían el caliente cuerpo de Robert, este respiraba de forma media agitada y eso lo veía de una forma muy sexy. A medida que nos besábamos íbamos quitándonos nuestras ropas, hasta quedarnos totalmente desnudos, entre los besos y caricias, dejé que Robert quedara acostado sobre mi cama mientras yo estaba encima de él de rodillas, bajé hasta su miembro y empecé a lamerlo, al mismo tiempo que dos de mis dedos de la mano derecha entraban y salían de su entrada trasera, la cual estaba muy mojada debido a la excitación.

—Te ves tímido, pero eres bastante lascivo.

Le dije haciendo una pausa para luego volver a lamer su miembro y meterlo completamente en mi boca, luego de prepararlo bien, mi zona baja no daba para más y volteé de forma algo brusca a Robert dejándolo boca abajo, me monté sobre su espalda y me preparé frotando un poco mi miembro antes de que entrara dentro de Robert. Saqué un condón que tenía en el mueble del lado de mi cama para evitar que él se embarazara, ya que en el celo la posibilidad de embarazo es del 99%, después de ponerme el condón, afirmé las nalgas de Robert y logré meter mi miembro dentro de él. Su interior estaba tan apretado que me sentí muy bien, demasiado bien, tanto que perdí mis sentidos y terminé embistiéndolo de forma muy brusca, cada vez con más fuerza haciendo que mi cama rechinara y Robert me encendía más dando fuertes gemidos.
Yo también sentía que mi voz iba a salir, cada embestida hacía que se sintiera mejor, Robert parecía cada vez mojarse más y se apretaba mucho, tan solo me hacía sentir más placer, tras seguir embistiéndolo, sentía que estaba a punto de llegar al clímax, terminé metiendo y sacando mi miembro de él de una forma más rápida y violenta, al mismo tiempo que lo abrazaba por detrás sintiendo su caliente piel sobre mi pecho, hasta que terminé eyaculando dentro de él, en ese momento lo abracé con mucha fuerza y me puse a jadear fuertemente. Lograba sentir como la base de mi pene se había hinchado al interior de Robert, pude abrir un poco mis ojos para ver su cara y realmente me fascino, ver la cara de Robert en su orgasmo. Mientras mi eyaculación seguía, lamí el cuello de Robert por detrás, de forma casi instintiva, abrí mi boca y clavé mis dientes en él, los enterré tan fuertes que cuando saqué mi boca, el cuello de Robert sangraba con la marca de mis dientes puesta.

—Con esto... ¿Ya somos compañeros no?

Me preguntó Robert entre jadeos desde debajo de mí, estaba empapado en sudor y su cuerpo seguía caliente, yo solo sonreí y le abracé nuevamente por detrás con mi miembro aún dentro de él.

—Si, con esto ya somos compañeros.

Le respondí de forma relajada también un poco jadeante debido al sexo rudo que tuvimos, a partir de esa noche las cosas me habían quedado claras, al fin ya tenía un lazo con alguien, un lazo que nadie más podía quebrar y que Robert solo me pertenecía a mí absolutamente. 


(Buenas noches, como dije, acá tengo la siguiente parte, por si algunas no entendieron bien, esta parte está vista desde el punto de vista de Sam, el amigo de Louis, ahora para las siguientes partes seguirá desde el punto de vista de Louis. Espero les haya gustado el cap, que tengan un lindo día, saludos ^^)

Voluntad contra el Destino (OMEGAVERSE +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora