9-El día en que te conocí

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    Sujetando su muñeca con fuerza para poder torcerla, este chico seguía resistiéndose a ojos cerrados, pero su enfermedad comenzaba a ponerlo en desventaja y comenzaba a lograrlo, sin importarme la expresión de esfuerzo que este ponía seguí adelante hasta que este cediera.

—¡Rayos como jodes estúpido alpha! Bien bien tu ganas, necesito mis manos para trabajar, ahora ¡Lárgate!

Me dijo bastante enojado mirándome directamente a los ojos, estábamos muy cerca y pude mirar sus ojos con toda claridad; eran hermosos ojos dorados, los cuales cambiaban a una tonalidad verde esmeralda a medida que llegaba al final del iris, tan hermosos como el cálido sol en un hermoso bosque. Aquellos ojos los recuerdo muy bien, una sola vez en la vida los había podido ver y jamás los olvidaría.
Había quedado atónito que él se había percatado de mí bajando la guardia, no dudó en zafarse y darme un fuerte golpe en la cara para finalmente alejarme con una patada, el dolor fue fuerte y mi boca había sangrado un poco, pero no fue impedimento para que mis recuerdos de él regresaran.

—¿Porqué nunca me dijiste que eras tú? Si hubiera sabido antes...

—Cállate, ¿Crees que quería ser reconocido por ti? No me hagas reír.

No alcancé a decir mi frase ya que él me había interrumpido, estaba molesto porque yo lo había recordado, al parecer era ese el motivo de su molestia, pero de forma rápida me dio la espalda yéndose a la salida.

—¡De verdad no lo comprendo! ¿Porqué no querías volverme a ver? Siempre estuve preguntándome que diablos había pasado contigo, después de ese incidente, nunca te volví a ver desapareciste como un completo fantasma y ahora te veo nuevamente por fin.

Mientras le decía eso el dejó de caminar y se volteó levemente hacia mi dirección con una cara indiferente, no mostraba expresión en ella.

—Te diré algo, no te involucres conmigo, lo que pasó antes solo fue algo que podía sacar provecho a mi favor, fue por esa razón que te salvé, no creas que fue por ser "buena persona" ¿Entiendes? Si ya entendiste no vuelvas a dirigirme la palabra.

Dijo cambiando su voz de un tono normal a un tono más oscuro, de verdad no lo comprendía ¿Por qué tenía ese odio hacia mí? A pesar que se había vuelto a adelantar corrí tras él, no quería dejarlo ir e igualé su paso, aunque comenzaba a caminar algo tambaleante, seguramente era debido a que estaba enfermo.

—No eh dicho nada de eso, aunque fuera para tu propio beneficio, no cambia el hecho que me salvaste esa vez, acaso defenderme de ser golpeado, ¿También fue un beneficio?

Le pregunté caminando al lado de él mirando sus ojos, en verdad deseaba volver a ver a esta persona, cuando lo conocí su rostro estaba más tapado, pero ahora podía verlo con mayor claridad, una tez clara, una piel sin imperfecciones, cabello negro azabache, por su chaqueta no podía distinguir bien su cuerpo, pero al parecer era esbelto y caminando al lado de él me di cuenta que era un poco más bajo que yo. Seguí observándolo viendo su belleza mientras esperaba una respuesta de su parte.

—No es de tu incumbencia, de verdad lárgate si no quieres que vuelva a golpearte.

Me dijo seguro de sus palabras, aunque poco después de eso puso una expresión distinta y fue corriendo hacia un callejón, lo seguí sin importarme si él estaba de acuerdo o no con eso, cuando lo vi estaba vomitando, me dio algo de asco tener que ver algo así y preferí voltearme tapando mi nariz que por desgracia siempre es aguda.

—Deberías ir a un hospital, en esa condición que estás no creo que puedas hacer mucho.

Le sugerí mientras me cruzaba de brazos esperando a que este saliera del callejón, cuando volteé nuevamente este ya no estaba, corrí hacia dentro para verlo de nuevo, pero no había rastro de él, ¿Es un brujo en cualquier callejón que vaya? Con desganas me devolví hacia fuera y llamé a mi chofer para que viniera a buscarme.
Tras llegar a mi habitación, me recosté entrelazando mis dedos detrás de mi nuca mientras miraba al techo, comenzaba a recordar lo que había pasado el día en que le conocí. Tenía 11 años, ese día mi familia estaba en la casa de un amigo y había una elegante fiesta de puros ricachones, hasta que en el jardín un niño que no conocía me llamó para decirme que había visto algo genial en una zona más alejada del jardín, yo creyendo en él, de la nada alguien me agarra por detrás y por un agujero oculto en la pared me llevaron a un coche hasta un lugar muy lúgubre, tenía mis ojos vendados, manos y piernas amarradas.

—Con esto el jefe estará complacido, por fin la familia Blake caerá ante él.

Escuchaba ese murmullo de personas que se encontraban en aquel reducido espacio, entre esos hombres que solo hablaban mierda de mi familia y de mi, una ligera voz había hablado desde más de lejos.

—Están siendo muy ruidosos, recuerden que este espacio no es lo suficientemente cerrado como para sellar en él cada ruido.

Ellos protestaron un poco ante aquella voz, pero hicieron caso y comenzaron a hablar más despacio cambiando de tema, mientras ellos hacían eso, moví mi cabeza hacia todos lados y la froté contra la pared haciendo que la venda cayera. Hasta que uno de ellos, el más corpulento se había dado cuenta de eso y caminó hacia mí enfadado.

—Maldito mocoso, ¡Verás que te sucede por hacer cosas innecesarias!

Estaba frente a mí a punto de darme una patada, al ver sus zapatos, para varear me fijé que eran zapatos de seguridad con punta metálica en el interior debajo del cuero, antes que me tocara el hombre más fino de allí bloqueó aquella patada.

—Escucha, el mocoso debe estar sano y salvo, estamos enfrentándonos a la familia Blake, has algo tonto y el jefe nos cortará la cabeza a cada uno si hay un fallo.

Había dicho aquel chico que tenía su cara tapada con una bufanda negra, pero eso de parte de é hizo que el hombre que me iba a golpear a mí lo golpeara a él, ambos terminaron en una fuerte riña y sus compañeros tuvieron que separarlos. Finalmente el sujeto agresivo se había calmado, habían pasado aproximadamente 4 horas desde el secuestro, mis ojos habían vuelto a ser tapados y sentí que alguien entraba al lugar.

—¿Qué hacen aquí? Hace poco abrió un prostíbulo de omegas cerca, deberían ir, el precio está de muerte, de verdad no se van a arrepentir, incluso regalan un buen licor a los clientes en esta noche de apertura.

Decía el desconocido con una voz gruesa y no muy entendible.

—Idiota, debemos cuidar al mocoso, está secuestrado y nuestros jefes mayores están hablando con sus padres para programar un rescate.

Dijo uno de ellos con voz insegura.

—Pueden ir, no estoy interesado en ese tipo de cosas, yo cuidaré al mocoso, además soy uno de los que llevan mayor año que ustedes en esta organización, diviértanse mientras yo le cuido.

Había dicho el chico más joven de allí, el mismo que me había defendido, pero por alguna razón sentí que aquellas palabras que usaba hacia ellos, eran como algún tipo de engaño, no podía estar seguro de ello, solo me dedicaba a escuchar, pero sin duda pasaría algo grande esa noche.


(Buenas tardes gente preciosa \(°u°)/ acá está la siguiente parte al fin, tengo sueñito y comencé a trabajar con horarios extremos, espero que no sean un impedimento en esta novela jeje espero les haya gustado el capítulo, que tengan un excelente día ^^)

Voluntad contra el Destino (OMEGAVERSE +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora