6 de noviembre 1943 - Dos esqueletos y un corazón

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 Quiero que sepan que este capítulo lo escribí y reescribí más de tres veces, realmente no sabía como expresarme espero que sea de su agrado

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En un abrir y cerrar de ojos llegamos a París. La espera fue densa, tres días en total para que llegaran tropas norteamericanas para trasladarnos a destino.

La avioneta pequeña que nos transladaba estaba tan limpia, que me sentía asquerosa, me daba miedo sentarme y manchar las paredes con la grasa de mis manos o bien mojar los asientos con el sudor de mi traje.

La ciudad de París, se veía muy iluminada y hermosa desde arriba, la noche le sentaba a la perfección. La capital del amor y del arte, ideal para las mujeres finas. Lástima que ya no soy una de ellas.

- Parece ser que llegamos a destino – dijo Parker sonriente

Las puertas se abrieron y el copiloto del avión nos ayudó a bajar de un fuerte tirón en el brazo, que por poco casi lo despega de mi cuerpo.

- Aouch – dije por lo bajo

- Un poco firme el señor – dijo Gerard molesto mientras me abrazaba desde atrás

- Es raro ver abrazados a dos hombres – dijo sarcásticamente Frank - ¿No es así? Lo digo porque pareciera que todos en el aeropuerto los están mirando.

Nos soltámos rápidamente y comprobamos el hecho de que todos los ojos de pilotos, pasajeros y azafatas disponibles nos miraban alejarnos.

Dentro del establecimiento nos devolvieron los bolsos y allí fue cuando nos vimos perdidos.

- ¿Y ahora? – preguntó Mikey

- Ahora, busquen alojamiento – dijo Parker mientras se alejaba - ¡Y no olviden que mañana a las 12 p.m. nos vemos en el cuartel de la calle Smith!

- ¡Espera dónde queda eso! – gritó Hastings

Parker estaba demasiado lejos para contestar, los británicos se fueron por su lado y quedamos los nuestros.

- Bueno, muero por una ducha y una buena cama – Ray se acomodó la mochila en la espalda

- No pienso gastar un centavo – dijo Frank – voy a mendigar alojamiento a alguna señorita ¡Nos vemos mañana! ¡Que descansen!

- Bueno Ray – le dijo Mikey – te propongo irnos al hospital por unas nuevas vendas y luego buscamos un hotel

- Me encanta el plan – dijo Ray sonriente – ¡me baño primero!

- ¿Y nosotros? – dije algo perdida al ver como se alejaban los chicos

- Nosotros, vamos por un hotel – dijo Gerard – no me importa el dinero quiero el más lujoso.

- Aw, nene de “mamá” – dije entre risas

- Bueno supongo que no te molestará que me bañe primero entonces – dijo Gerard amenazándome con su dedo índice

- Lo lamento pero el baño es mío – dije separando su mano.

Comenzamos a caminar en dirección hacia la puerta, allí nos dirigimos hacia el lugar de la ciudad donde se encontraban los edificios más altos y no tardamos en encontrar un lujoso hotel. Para nuestra sorpresa los dueños nos dieron su mejor habitación por la primera noche gratis. Estaban contentos de nuestra presencia a pesar de estar tan impresentables.

Al subir a al cuarto me encerré en el baño primera, abrí la ducha y dejé corriendo el agua caliente a tal punto que parecía hervida. Me quite el traje prácticamente destruido y apoyé las pocas pertenencias que llevaba en los bolsillos: La Biblia, un rosario y dos fotos, una con Ryan y el resto en la que salíamos todos sonrientes en la playa. Me desnudé totalmente salvo por las vendas que llevaba en el pecho, y me miré al espejo. Me dolía mi aspecto de abandono, el pelo a mis lados había crecido y toda mi cabellera en sí estaba tierrosa sin contar el olor y la gracitud que había acumulado. Los golpes estaban por todo mi cuerpo ya no era blanca la piel, sino violeta.

《The Guardian of War》*My chemical romance*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora