《The Guardian of War》*My chemical romance*

2 de noviembre 1943 - No quiero Morfina

- Voto por que sea Gerard – dijo el idiota de Parker lanzándole las fotografías

- ¿Estás loco? Simona, es la idea más ridícula que escuche – dijo Gerard riendo - ¿Estás insolada?

- Voto por Chuck – dijo Frank mientras achinaba los ojos

- Voto por Chuck – agregó Mikey sonriendo de costado

- Voy si Simona me echa una mano – Chuck no terminó de decir esto que me abalancé sobre él y lo golpeé con todas mis fuerzas

Hastings me separó, pero no lo suficiente por lo que llegue a darle una patada en la cabeza

- Pensaba defenderte – dijo Gerard sorprendido – pero veo que no hace falta

- Entonces quedamos en que Chuck es el héroe del día – dijo Parker sentándose en la arena

El día se estaba apagando, era hora de poner en marcha el plan. Chuck se había escondido detrás de algún tanque y sólo Dios debe haber visto lo que estaba haciendo en ese momento

- Que asco – dije inconcientemente

- ¿Qué cosa? – dijo Ray con poco ánimo

- Creo que si estaba insolada pensándolo bien – reí recordando las palabras de Gerard – con un poco de baba hubiera alcanzado.

El enfermero Costich cayó de espaldas riendo a carcajadas. No podía creer la situación, siempre pensé que le caíamos mal, especialmente porque siempre estaba rebajado a ser “el enfermero” pero creo que lo juzgamos, puesto que desde lo ocurrido hace unas semanas se había portado muy bien con Ray.

Luego de un rato, a lo lejos Chuck hizo señas detrás de un tanque, agitando ambas manos de lado a lado

- ¿Y eso? – dijo Parker riendo - ¿Es la señal de seguir?

- Supongamos que sí – dijo Mikey mientras corría al tanque donde Wikley estaba escondido de nosotros

Nos ocultamos detrás de otros tanques y Mikey llamó a la pesada puerta redonda e intentó hacer salir al hombre dentro del tanque, tras unos extensos diez minutos lo logró, ambos estaban caminando en una dirección indeterminada cuando Gerard corrió sigilosamente detrás del soldado británico y lo desmayó de un punto en el cuello.

Automáticamente Ray comenzó a gritar

- ¡Ayuda! ¡Ayuda! – Ray era un pésimo actor y más aún de mal humor - ¡Este hombre se desmayó!

Las puertas de los tanques comenzaron a abrirse, todos los soldados e incluso el nuevo comandante salieron a ver que sucedía

Ray y Costich hicieron que Wikley recupere el aliento, este no sabía lo que había pasado pero estaba agradecido por la ayuda a pesar de haber desconfiado. Costich dejó que Ray hiciera todo el trabajo y el sólo asistió como buen enfermero, esto hizo que el humor de nuestro amigo mejore y recibió unas felicitaciones por parte del Comandante Stanley.

A todo esto, Frank se había metido en el tanque de Winston para dejar las fotografías cruelmente “arruinadas”. Al cabo de unos minutos, todos volvieron a sus cuartos y sólo quedaba esperar a que los dueños de las pertenencias se dieran cuenta que ya no estaban con ellos.

Unas dos horas transcurrieron y nada pasaba.

- No puede ser – dijo Frank – Hay que hacer algo, la espera me mata

Sólo quedaba una cosa por hacer…

- Ahhhhhhhhhhhhhhhggh – grité con mi voz más masculina - ¡¿Quién fue el imbécil que robo la foto de mi hermana?!