Noche del 21 de agosto 1943 - Guerra Civil

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- ¿Ryan? - sacudió Mikey el cuerpo mientras lloraba

Un silencio invadía el lugar

- Ya es demasiado tarde - dijo Ray retirandose el casco mientras secaba sus lágrimas - no pude hacer nada

Tome la mano fría de mi mejor amigo, su cuerpo yacía en el piso aunque sólo parecía dormido. El frío intenso de la noche en el desierto me hizo estremecerme, Ray abrió el traje de Ryan para sacar una carta que según lo que contaba el joven enfermero era para la Sra. Bolt.

- ¿Que es esto? - dijo levantándose el Sargento Town

Una brisa en el cabello me hizo dar cuenta de lo que estaba pasando, mis amigos me miraron fijo esta vez preocupados por la situación.

- Hagan todo lo que les pidan - susurre

El Sargento de el otro pelotón norteamericano me tomo del cabello antes de que pudiera decir algo más, me levantó del lugar y me acercó a la fogata para poder verme bien. Ray, Mikey, Gerard y Frank trataron de impedirlo pero fueron acorralados por otros simples soldados, podrían haber salido de eso rápidamente pero eligieron seguir mis órdenes de cooperar.

Todos permanecían en silencio, pude ver la cara de sorpresa de Jeff Parker al ver que no era nada más ni nada menos que Simona Ridder, la muchacha con la que había bailado la noche antes de partir.

- ¿Dónde esta el verdadero Simón Ridder? - pregunto Town mientras me hacia arrodillar frente al fogón, podía sentir el calor que irradiaba el fuego y la hoja fría de metal de la navaja que el hombre sostenía en mi cuello.

- Yo soy Simon Ridder - conteste mirándolo a los ojos - siempre fui yo.

Los soldados susurraban, corrí mi mirada unos metros para poder ver la cara del comandante Pattrol la cual estaba transformada en asombro, junto a el se encontraba Mateo inmovilizado en el suelo.

- ¡Mírame cuando te hablo! - grito el hombre enfurecido - ¿Quien diablos eres tu y que carajo viniste a hacer?

- Me llamo Simona Ridder, soy de Wilmington la ciudad más grande de Delaware e hice cuatro años de servicio militar haciéndome pasar por hombre - dije tranquilamente - creo que ya todos escucharon las razones de porque estoy en la guerra.

El hombre me tiro al suelo, simule dolor y debilidad. Jeff Parker se levantó y se agachó para mirarme a los ojos. Me miro con preocupación y lástima, y anuncio frente a todos

- Te quedarás en el primer puesto de control para regresar a casa - dio media vuelta y se dirigió para hablar con Pattrol

Por otro lado, el Sargento Town se encontraba furioso, porque según el era una falta de respeto hacia los verdaderos soldados.

- Desarmenlos y átenlos - dijo llamando a unos soldados - a partir de ahora son prisioneros.

Un total de diez soldados nos desarmaron, simplemente sacaron nuestras armas y cuchillas, ataron nuestras manos detrás de la espalda al igual que las piernas y además pusieron una cinta muy resistente en la boca.

La posición de estar arrodillados dolía, había pasado un total de dos horas y todos los soldados estaban dormidos menos el Coronel Pattrol que parecía estar esperando que saliéramos de esta.

Estába sentada entre Ray y Frank, junto a este estaba Mikey y el círculo se cerraba quedando Gerard entre su mellizo y el soldado médico, Ray.

Cuando note que ya nadie nos prestaba atención comencé a raspar la cinta de mi boca con el uniforme de Ray, hasta que pude despegarla pero la deje colgando de un extremo. Podía sentir como los chicos temblaban de frío, chiste por lo bajó para llamar la atención de Gerard

《The Guardian of War》*My chemical romance*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora