NICK
Cruzándome de brazos pude sentir el aire frío contra mi cara, apoyé mi espalda en el coche y esperé a que salieran.
Mientras me quedé fascinado por las luces de la ciudad, desde el mirador donde nos encontrábamos.
Pase una mano por mi cabello e hice una mueca, al darme cuenta que el imbécil de antes, que ahora estaba tumbado en el suelo a mi lado, me había cortado un poco en mi bíceps.
Abrí y cerré mis manos mirando mis nudillos llenas de sangre fresca, sin darme cuenta sonreí al pensar en la cara que pondría Pastelito cuando viera de nuevo mis nudillos de esta forma.
Mi mano picaba para alcanzar mi teléfono y llamarle, las ganas eran tantas que me abrumaban, pero seguramente a estas horas de la noche ya estaría durmiendo, además le había visto hace unas cuantas horas.
Metí mis manos en los bolsillos de mis pantalones y seguí esperando mientras miraba las estrellas, rocé las yemas de mis dedos contra el teléfono y lo saqué; desbloqueé el teléfono y pase a lo largo de la lista de contactos hasta que vi el suyo.
Mi dedo se cernió sobre "Pastelito", sin saber qué hacer... A la mierda, no lo vería hasta el lunes, podía llamarle ahora.
Sin pensar nada más lo llamé, me moví inquieto mientras el primer tono sonaba, el segundo parecía eterno y así estuve hasta que fue al buzón de voz.
Murmurando volví a llamarle, esta vez me lo cogió al segundo tono.
- ¿Diga?- murmuró en voz baja y ronca.
- ¿Estabas durmiendo, Pastelito?- pregunté con una sonrisa al escuchar el sonido de sábanas, como si se estuviera estirando sobre su cama.
- Aún no...- pude jurar que estaba sonriendo.
- ¿Y qué haces?- pregunté curioso, pude sentir a través del teléfono su respiración irregular y fruncí el ceño- ¿Te encuentras bien?- el tono juguetón de antes había desaparecido.
- Si, si, todo bien.- dijo en voz baja y apresurado.
Joder, algo me decía que todo no iba bien.
- Está bien, Pastelito.- soltó un suspiro de alivio y eso me mosqueo, pero cambie de tema- ¿Tienes algo que hacer mañana?- pregunté metiendo mi mano libre en el bolsillo de mi pantalón.
- Umm, en realidad tengo cosas que hacer.- mi entusiasmo se desinfló como un globo.
- ¿Qué cosas?
- Tengo que estudiar, y hacer trabajos para el lunes.- sus palabras salieron rápidas y sin aliento.
- Sí, bueno, también tengo que estudiar para los finales...- una sonrisa apareció en mi rostro cuando se me ocurrió una idea- Puedes venir a casa y estudiamos juntos.- no iba a decir que no, seguro.
- N..No, no puedo.- se atraganto con las palabras.
Tomé una respiración profunda, e intenté contar hasta diez antes de hablar de nuevo.
- Entonces nos veremos el lunes.- dije cortante antes de terminar la llamada dejando a Jimmy con la palabra en la boca.
Que se joda.- pensé enfurecido- No voy a estar detrás de él.
Negué disgustado conmigo mismo. Si no quería pasar el rato conmigo no hacía falta que se inventara excusas de mierda, simplemente me lo podía decir a la cara y ya.
Escuché pisadas detrás de mí y me levanté para ver a mi hermanos andar detrás de mi padre.
- ¿Todo bien?- pregunté mientras se quitaba sus guantes de cuero y se los pasaba a uno de nuestros hombres.
- Si, ahora solo hace falta deshacerse del cuerpo.- chasqueó sus dedos y algunos chicos entraron dentro de la casita que había abandonada.
Douglas se metió dentro del coche, estaba vez en el asiento del piloto y encendió el coche, Mark se puso a su lado, así que esta vez me tocaba a atrás, y por una vez no discutí, estaba demasiado atascado con cierto pastel que se resistía.
** *
- No me has devuelto las llamadas.- cerré mi casillero para ver a Jimmy detrás de mí.
- Ocupado.- murmuré cerrando mi mochila y pasando a su alrededor para ir a mi clase.
- Bueno, al menos podrías a ver contestado alguno de mis mensajes.- dijo molesto detrás de mí.
¿Era cierto que había ignorado considerablemente los mensajes y llamadas de Jimmy? Mierda, si, fue él el primero que desecho cualquier oportunidad de verle el fin de semana.
- Sí, bueno, lo que sea.- murmuré aburrido.
Su pequeño cuerpo se planto delante de mí, me paré en seco antes de que mi cuerpo se chocara con el suyo.
- Jimmy, llego tarde a clases...- dije con aspereza en mi voz- ¿Qué quieres?- pasé mi mano por mi mohicano y miré hacia abajo para encontrar los ojos miel de Pastelito.
- Quiero...- tragó saliva antes de mirarme directamente a los ojos- Quiero que contestes a mis llamadas.- dijo serio y con voz temblorosa.
- Está bien.- tragó, de nuevo, y me di una palmada en medio de mi pecho.
- Y quiero que respondas a mis mensajes.- su cara se enrojecía por momentos y su voz se elevaba por segundos.
- Está bien.- murmuré humedeciendo mi labio inferior, sus ojos no perdieron ese detalle.
- Y de verdad quería quedar contigo, pero...pero no pude.- soltó un pequeño gruñido que me hizo gracia, así que apreté mis labios para que no lo viera- Y no quiero que pienses que no quería, porque de verdad yo...- se rascó su nuca indeciso- Porque tú...- se puso más rojo y después aparto la mirada.
Harto de que apartara la mirada, agarré su barbilla entre mis dedos y levanté su cabeza para que me mirara.
- ¿Por qué no pudiste quedar?- pregunté serio, hizo una mueca antes de contestar.
- Es difícil de explicar.- solté su barbilla y di un paso atrás.
- Pues cuando tengas una explicación sencilla avísame...- di dos pasos hacia atrás- Estaré encantado de escucharte.
Me di la vuelta y fui hacia clases, escuchando a Jimmy murmurar algo que ni entendí.
Entre apresurado a clases, y me senté al lado de Douglas, sacando mis cosas miré a mi hermano mayor, ¿qué cómo íbamos al mismo curso? Bueno, digamos que Douglas no era mucho de coger los libros, era de coger otro tipo de cosas...
Era nuestro último año en la escuela, todo el mundo sabía lo que iba a hacer o lo que quería estudiar, incluso a que universidades iban a ir, en cambio nosotros ya tenías claro lo que íbamos a hacer y ninguno de nuestros planes se acercaba a la universidad.
- ¿Por qué tardaste tanto?- preguntó Douglas dibujando algo- Ya pensaba que me ibas a dejar tirado.- murmuró serio.
De los tres el más serio siempre había sido Douglas.
- Entonces te abrías ido con alguna de las chicas...- miré detrás de nosotros y un par de chicas nos saludaron.
Si, Douglas era el más mujeriego de los tres.
- Sabes que no repito sabor.- dijo burlón mientras subía y bajaba sus cejas de forma sugerente.
- Estoy deseando ver cómo te cuelgas de alguna y te patee el trasero.- su gran cuerpo se estremeció y negó repetidas veces.
- Eso nunca va a pasar.- se miró a sí mismo y luego a mi- Hay demasiado de mi para solo una privilegiada.
Reí a carcajadas hasta que el profesor llegó a clases.
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My Sweet Cake (PAUSADA)
Любовные романы"Pastelito", si se esta pregunta quien es, le diré que es el chico del cual solo me basto una mirada en la cafetería de la escuela para saber que estaba tan solo y perdido como yo. Él era dulce, yo amargo. Él era luz, yo oscuridad. Él era mi Pasteli...