JIMMY
Paro el coche cerca de una montaña, apagó el motor y abrió su puerta.
- Vamos, Pastelito.- cerró la puerta, así que no tuve más remedio que salir del coche.
- ¿Vamos a subir?- pregunté mientras miraba como comenzaba a caminar por el sendero, cuesta arriba.
- Así es...- miró sobre su hombro e inclinó la cabeza- ¿Vienes?- se paró en seco en mitad del camino.
Corrí hacia él, y asentí, estuvimos caminando uno al lado del otro pero en silencio, escuchando los sonidos de los pájaros, y no pude evitar que mi mirada fuera hacia él, así tuve una buena visión de él.
Su nariz recta, su mandíbula cuadrada y fuerte, el cuello cubierto de tatuajes, sus brazos fuertes, todo en él era fuerte y daba un aire de superioridad.
- ¿Siempre has vivido aquí?- preguntó de repente, sacándome de mis pensamiento.
- Si.- murmuré- ¿Puedo preguntarte algo?- dije tentativo.
- Dispara.- me miró divertido antes de saltar entre las rocas, se giró hacia mí y me ayudo, estaba claro que no estaba acostumbrado a esto.
- ¿Se parecen a su madre?- se detuvo en seco y me miró serio.
- ¿A qué te refieres?- cambié el peso de mi cuerpo al otro pie, inquieto.
- Bueno, está claro que no se parecen a su padre...- pasé mi mano por mi nuca e hice una mueca- Quiero decir...- dije apresurado- Su padre es rubio, de ojos oscuros y su piel es blanquecina, y vosotros sois todo lo contrario.- las palabras salieron torpes y sin sentido de mi boca- Lo siento, no quiero ser entrometido.- agaché mi cabeza y seguí caminando pero su mano agarró mi muñeca e hizo que girara hacia él.
- Es cierto que no nos parecemos a mi padre, porque...- observó el entorno- Porque somos adoptados.- terminó diciendo.
Di un paso atrás sin creerlo.
- ¿Cómo?- pregunté despacio, sus ojos se elevaron hacia mi- ¿Por qué no me lo dijiste antes?- Nick apretó su mandíbula y comenzó a caminar.
Caminé a su lado, esperando respuestas.
- No suelo decirle a nadie, no es mi carta de presentación, ¿sabes?- hizo un intentó de broma pero sabía que estaba molesto.
- Siento haber preguntado, no tenía ni idea.- me acerqué un poco hacia él, de esa manera su brazo se rozaba con el mío a cada paso que dábamos.
- No lo sientas, no sabías, además...- su mano rozó la mía- Quiero que sepas cosas de mi.- su pulgar acarició el dorso de mi mano, pero hizo como si no me hubiera dado cuenta.
- ¿Y tú mama? Nunca la he visto.- ni corto ni perezoso, agarró mi mano y entrelazo nuestros dedos.
- Están separados.- apreté su mano y abrí mi boca pero negó antes de que pudiera hablar- No lo sientas, en realidad todos estuvimos aliviados cuando se divorciaron, saca lo peor de cada uno.- me miró- Espero que nunca, en tu vida, la tengas que ver, en serio.- me dio una sonrisa ladeada antes de apartar la mirada.
- ¿Cuándo...cuándo supiste que...bueno que...eso?- nos señalé, el Nick juguetón salió a la luz.
- No lo entiendo, bebe.- pude sentir que se estaba burlando de mí y mis mejillas ardieron.
- Sabes lo que quiero decir.- susurré, solamente levantó una ceja y espero con una tierna sonrisa- ¿Desde cuándo saber que te gustan los chicos?- apresuré mis palabras y fijé mi vista hacia cualquier cosa menos a él.
- La primera vez que me sentí atraído por un chico apenas tenía nueve.- su risa me sorprendió mientras seguía contándome- Estábamos jugando al fútbol cuando me fije en él.- soltó una risita de incrédulo- Pensé que me había vuelto loco, quiero decir, solo tenía nueve.- negó divertido antes de mirarme- ¿Cuándo lo supiste tú?- preguntó con interés, me encogí de hombros y miré al suelo...
- Supongo que desde siempre, nunca me han atraído las chicas.- asintió como si eso tuviera sentido y seguimos charlando y caminando.
Me contó que Douglas y él si eran hermanos de sangre, y que conocieron a Mark en el orfanato en el que pasaron varios años antes de que Enrique apareciera en sus vidas.
- Dios, era tan pequeño, Jimmy.- juró mientras contemplábamos el atardecer en la cima de la montaña.
Habíamos visto un par de rocas para poder sentarnos y seguir hablando.
- Durante años solo fuimos nosotros tres.- su mano buscó la mía y acarició con su pulgar mis nudillos- ¿Tus padres lo saben?- preguntó sin dejar de acariciarme de forma rítmica.
- Solo somos mi padre y yo...- dejó de acariciarme- Y no, no lo sabe, para él todo esto es algo malo.- le miré e hice una mueca- Es un pecado.- susurré las palabras que tanto me había repetido mientras... un escalofrío recorrió mi cuerpo.
- Entiendo...- murmuró inclinándose sobre mí, su mano fue a mi hombro, me apretó contra él y dejé caer mi cabeza sobra su brazo.
El cuerpo de Nick se giró hacia mí, así que tuve que levantar mi cabeza y le miré. Tragué saliva cuando me di cuenta que sus pupilas se habían dilatado y me miraba de una manera que no había hecho antes, me dio la sensación de que estaba dispuesto a devorarme ahora mismo.
Apoyó su frente contra la mía, y respiramos durante varios segundos. Sus ojos revolotearon de un lado a otro sobre mi rostro.
- Es...esto está bien, ¿verdad?- tartamudeé nervioso.
- ¿Se siente bien para ti, Jimmy?- preguntó en voz baja y dulce, asentí con torpeza y la sonrisa de él le derritió un poco mi corazón- Entonces lo que estamos haciendo está muy bien.
Sin nada más que decir Nick acortó la distancia de nuestros labios, al principió solo los dejo unidos, dejándome acostumbrarme a su tacto, a pesar de que sus labios no eran muy gruesos se notaba suaves contra mí.
Su mano caliente fue hacia mi mejilla, y después de unos pocos segundos los labios de Nick comenzaron a moverse contra los míos, no sabía que tenía que hacer así que seguí sus movimientos.
Levanté mis brazos sin saber muy bien que está haciendo y las puse alrededor de su cuello, enredando mis dedos en su cabello, nuestros labios encajaban perfectamente.
Nick chupó suavemente mi labio inferior y abrí mi boca, sabiendo que este iba a ser mi primer beso.
Deslizó su lengua en mi boca y masajeo la mía con ternura y suavidad. Su sabor era increíble mientras exploraba mi boca. Todo mi cuerpo quemaba sin saber porque, de repente Nick se echó hacia atrás arrancándome un gemido frustrado.
Sin dejar de tocar nuestras frentes sentí su sonrisa contra mis labios, mordí mi labio inferior.
- Vamos a salir de...- no le dejé terminar.
Me lancé contra sus labios, haciendo que el cosquilleo que sentí antes volviera en la boca de mi estómago.
Su mano se deslizó de mi mejilla a mi cuello de forma lenta y pausada. Su lengua regreso a mi boca, mordió mi labio inferior mientras se echaba hacia atrás y dejaba ir mi labio.
- ¿Qué voy a hacer contigo, Pastelito?- preguntó con una sonrisa antes de ayudarme a levantarme de la roca y salir de allí.
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My Sweet Cake (PAUSADA)
Lãng mạn"Pastelito", si se esta pregunta quien es, le diré que es el chico del cual solo me basto una mirada en la cafetería de la escuela para saber que estaba tan solo y perdido como yo. Él era dulce, yo amargo. Él era luz, yo oscuridad. Él era mi Pasteli...