Capitulo 25

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JIMMY

UN PAR DE MESES DESPUÉS

Había pasado tres meses y mi relación con Nick cada vez iba a mejor.

Encontrábamos nuevas cosas que hacer, lugares a donde ir, incluso comencé a aficionarme a las películas de terror, tengo que decir que me gustaban sobre todo porque Nick me tranquilizaba y me aseguraba que solo era ficción, sus masajes o caricias no tenían nada que ver en esto...umm, si.

Hace un par de semanas que le dijimos a sus hermanos y a Kat que estábamos saliendo, todos nos felicitaron y nos dijeron que ya era hora de sacarlo a la luz, al parecer todos lo sabían y no habíamos disimulado demasiado bien.

Ahora mismo estaba junto con Kat, la cual miraba el tablón de anuncios de la escuela como si su vida dependiera de ello.

- ¿Qué haces?- le pregunté divertido, su cara estaba arrugada en concentración.

- Busco trabajo, Jim.- murmuró pasando su dedo por las hojas colgadas en el tablón.

- ¿Trabajo?- me miró- ¿Por qué?- pregunté despacio, soltó un suspiro antes de volver a mirar el tablón.

- Necesito el dinero para irme de casa.- mordí mi lengua para no decirle que la había visto ese día junto su madre- En cuanto tenga los dieciocho me largo.- dijo determinada.

- ¿Has pensado lo que te gustaría?- le eché un vistazo a las hojas.

- En realidad no, cualquier cosa me vale.

Ambos comenzamos a leer diferentes puestos de trabajo, hasta que sentí unos fuertes brazos rodear mi cintura, miré hacia abajo y vi sus dedos tatuados y me relajé en su contra, Nick apoyó su barbilla en mi hombro y me dio un suave beso en mi mejilla.

Desde que estaba con Nick siempre había sido gentil y suave conmigo, y nuestros besos nunca llegaron a nada más que eso.

- ¿Qué estás haciendo, amor?- contempló el tablón junto a nosotros.

- Kat necesita un trabajo.- noté como su cabeza asentía.

- Entiendo.- murmuró tan bajo que fue inaudible.

- Cuidadora de perros...- estaba murmurando Kat, hizo un mohín con sus labios y negó- No se me dan bien los animales.

El pecho de Nick vibró detrás de mí a causa de su risa contagiosa.

- ¿Qué vas a hacer esta tarde?- Nick me dio la vuelta y así poder mirarme a la cara.

- Tengo que estudiar.- dije casi en disculpa, había estado un poco distanciado de él por culpa de trabajos y exámenes de la escuela, Nick asintió despacio.

- Yo también, los finales están cerca y no puedo suspender ni una.- paso su mano por el cabello desordenado y tuve que evitar pasar mis manos por el también.

- Entonces nos vemos otro día.- negó con una sonrisa, escuchando levemente los quejidos de Kat y su búsqueda de empleo.

- Ven a estudiar a mi casa, al menos así estaremos juntos.- propuso, iba a negarme porque sabía que mi concentración no funcionaba con el cerca de mí, pero me puso ojitos de cachorro y no pude negarme.

- Está bien.- sus manos fueron a mis mejillas y me las apretó, reí aun con las mejillas juntas y hablé- ¡Ti expero en la zalidaa!- mis palabras salieron mal pronunciadas pero asintió de tomas maneras.

- No me voy sin ti, Pastelito.- juró en voz baja, miró por el pasillo y al ver todo despejado me dio un fugaz beso.

Los únicos que sabía de nuestra relación eran Kat y sus hermanos.

Las clases parecían ser un borrón y ahora me encontraba en el coche junto a Nick.

- ¿Y tus hermanos?- pregunté mientras tomaba un desvío de la carretera.

- Ni idea.- con una mano al volante y otra en mi rodilla, giró un momento su cabeza hacia mi- Creo que se fueron con mi padre, pero no estoy seguro.- admitió antes de volver su vista a la carretera.

Aparcó el coche en la entrada, y antes de poder abrir la puerta, María la abrió.

- Hola, chicos.- nos saludo apresurada.

- Hola.- dijimos los dos a la vez- ¿A dónde vas?- Nick extrañado la miró.

- Se me olvido la carne para esta noche.- admitió dejándonos la puerta abierta para nosotros- Por cierto, Jimmy, los pasteles del otro día se terminaron, tenemos que hacer más.- asentí riendo.

Habíamos hecho dos docenas de pasteles, hace solo dos días.

- Está bien, pero esta vez las decoraras tu sola...- ante su mirada horrorizada continué- Puedes hacerlo, además estaré a tu lado hasta que los hagas todos.- le juré.

- Me parece bien.- nos saludo mientras se iba y Nick cerró la puerta detrás de nosotros.

- Supongo que tenemos la casa para nosotros solos.- movió sus cejas de forma sugerente y le di una palmada en el estómago.

- He venido a estudiar.- Nick rió antes de caminar por delante de mí y subir las escaleras.

- Ya lo sé, amor, no haré nada que tu no quieras.- levantó sus manos en forma de rendición pero con una sonrisa lobuna.

Era la primera vez que entraba en su cuarto. Me sorprendió ver que era muchísimo más amplia que la mía, las paredes eran de un tono gris claro, me llamó la atención el edredón de un tono negro. Había un amplio escritorio con papeles, libros, un ordenador portátil.

Dejé mi mochila en un rincón del suelo y caminé hasta sentarme en la silla del escritorio.

Nick caminó hasta el armario y sacó una camiseta corta de baloncesto.

- Enseguida vuelvo.- se fue dejándome solo para investigar su habitación.

Caminé para estar al lado de su cama y vi en su mesilla de noche un libro de poesía, la agarré y pasé las hojas, leyendo de forma superficial, lo dejé en su sitio y fui hasta el estante que estaba en frente de la cama, y pase mi dedo por todos los discos de música que tenía. Miré hacia una de las esquinas y visualicé una guitarra.

La puerta se abrió y Nick apareció con unos pantalones de basket y la camiseta a juego.

- ¿Algo interesante?- caminó hasta estar detrás de mí y mirar lo mismo que yo.

- Solo intentando conocerte un poquito más.- admití riendo, Nick me beso en la cabeza repetidas veces antes de ir a su escritorio.

- Empecemos entonces, Pastelito.- agarró su libro y se echo encima de la cama, apoyando sus codos en el colchón.

Estuve tentado a recostarme a su lado pero decidí que era mejor idea estudiar en el escritorio.

Iba a ser una sesión larga de estudio.- pensé mirando el cuerpo musculoso de Nick.

My Sweet Cake (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora