Publicada 25 de noviembre de 2017
—Ahora si —dijo Elio desde su cama, como se encontraba dormido desde una esquina.
—Así no te detengas.
Jazmín no paraba de mirarle, preguntandose qué pasaba con él, hasta que notó que su hermano tenía una erección.
En ese momento, muerta de vergüenza salió del cuarto.
Pero ya era tarde, lo había despertado.
—¿Te gusta espiarme cuando estoy durmiendo?
—No te estaba espiando.
—La verdad eso me tiene sin cuidado, esta ves quisiera saber si no estaba actuando de manera impropia.
—¿Por qué te preocupa tanto? La verdad no ha pasado nada.
—Jazmín, eres mi hermana y sé que te da pena decirme lo que ha pasado, pero, por favor, dímelo.
—Ya te he dicho que no pasó nada.
—Es que tuve un sueño raro y deseo saber si este no se manifestó en la realidad, porque tú estabas dentro del cuarto.
—¿Y qué estabas soñando?
—Que una chica se había metido a mi cama.
—¿Estás insinuando que yo me metí en tu cama?
—No, sé que tu nunca harías algo así, solo quiero saber si no hice algo impropio.
—Ya te dije que te despreocupes, no ha pasado nada.
—¿Me vas a dejar para siempre con la duda?
—Ya he despejado tu duda, no ha pasado nada.
—Dame una prueba.
—¿Prueba de qué?
—¿Cómo podría darte una prueba?
—Como tú creas conveniente.
—Mira, levántate de la cama, que esas cosas suceden porque solo estás durmiendo. Sí te pusieras a hacer algo, te olvidarías de esas tonterías.
—No son tonterías.
—Claro que lo son. ¿Cómo puedes imaginar que alguien se va a meter en tu cama?
—No lo sé.
—Eso significa que andas mal, necesitas una mujer. Te deberías de buscar una novia.
— Ya te dije que yo no puedo tener una novia porque soy un irresponsable. Y no sabría cómo tratarla.
—Este ya no es mi problema.
—¿Por qué no haces algo? Estudia, por eso todo en la vida traes el alma en un hilo.
—Eso que me estás diciendo es un eufemismo, ¿verdad?
—Piensa lo que quieras, sabes qué, yo ya me voy, no tengo la necesidad de estarte mirando.
—Antes que te vayas, quiero hacerte una pregunta. ¿Qué estabas haciendo mi cuarto? Más seguro es que estabas divirtiéndote, mirándome revolcándome en la cama.
—Elio, Por favor, no puedo divertirme con algo así. Si eso hubiera pasado hubiese salido inmediatamente o ni siquiera hubiera entrado.
—¿Y cómo podré saber que sus verdad?
—Tú sabes muy bien cómo hacerlo. Si quieres comprobarlo sólo hazlo, no necesitas ninguna explicación. Pero no ahora.
—No entendió lo que le quiso decir hermana. Y continuó acostado en la cama.
La puerta de la casa sonó de nuevo, esta vez se trataba del lady Katrin.
—Bunos días señorita Jazmín. Necesito hablar con usted, tiene mucho tiempo que necesito alguien que me ayude con mi español. Desde que llegué de mi país he tenido muchos problemas para escribir y no he encontrado a alguien que me pueda ayudar.
—Pero si usted me había dicho que no le interesaba aprender español.
—Eso no es verdad, ¿cuándo te dije eso?
—No puedo creer que no se acuerde de todas las cosas que dice, en gente así no se puede confiar.
—Dime si me vas ayudar, porque si no lo vas a hacer, mejor busco otra persona.
—¿Por qué no le dice a Elio?
—¿Estás loca? Ese hombre es un huevón.
—Precisamente para eso quiero que le diga a él. Para que haga algo.
—No estoy dispuesta a invertir mi dinero para que un flojo venga nada más a estar sentado en la sala sin hacer nada.
—Hagamos un trato, señora, si el servicio de mi hermano no le es satisfactorio, no le pague un centavo hasta que haga algo.
—Preferiría que fueras tú, Elio es muy tonto. No creo que pueda resolver mis dudas, en cambio tú eres una niña muy inteligente, todo el tiempo estás ocupada en tu jardín así que es más probable que tú tengas un mejor vocabulario y mejores nociones en gramática que tu hermano.
—Yo quiero que sea mi hermano el que le de clases, cuando menos en el primer nivel. No puedo seguir teniéndolo aquí, en la casa, me causa muchos problemas. Además, creo que necesita una novia.
— ¿Qué es lo que estás insinuando, niña?
—Nada, sólo lo comento, porque hace rato se puso de mal humor y pienso que es probable que lo que necesitas es compañía.
—Pero no creo que esa compañía que necesite sea la mía.
—No estoy hablando usted, sino de su hija.
—Tú eres muy directa, ¿no te lo habían dicho antes?
— no veo porque habría de ser algo extraordinario que acabo de decir.
— Mejor vamos a olvidarnos de eso. Avísame si tu hermano puede, aunque te vuelvo repetir que me gustaría que fueras tú.
—No se preocupe, hablaré con mi hermano y le avisaremos el día que estemos disponibles para ayudarle.
Lady Katrin salió de la casa de Jazmín, Elio le preguntó a su hermana acerca de lo que había escuchado:
—Doña Huevos me llamó huevón, no hay derecho.
—¿Por qué te enojas, si eso lo que proyectas con tu comportamiento?
—Necesito saber si te vas hacer cargo de Doña Huevos, porque yo no pienso ir a darle clases después de lo que acabo de escuchar.
—No puedo creer que no puedes hacerte cargo de lo más sencillo. No te preocupes, de ayudarla yo.
—Gracias Jazmín, pensé que iba tener que ir a ver la cara a Doña Huevos. tú sabes que yo prefiero quedarme en la casa mirando la televisión.

YOU ARE READING
El jardín de Jazmín
RandomLa historia de Jazmín, su jardín y los animalitos que le rodean.