01 de diciembre del 2017
Y el último día del año se quedaron de ver muy cerca de un mercado en la Ciudad de México.
En aquella festividad se reunirían cientos de personas y fue el motivo perfecto para el encuentro de todos los integrantes de la nueva empresa de Cleo.
De manera informal, se habían citado entre una multitud, como única referencia una banca en la calle y un par de locales.
No era que quisieran dar la impresión de informalidad, sino, un poco de naturalidad a aquel asunto. Una vez en el sitio elegido, se movieron a una zona menos concurrida y comenzaron a tratar sus asuntos.
La cuestión era que como Maria José, la nueva encargada de toda la gestión y logística, había estado estudiando durante mucho tiempo la posibilidad de la creación de una empresa. Había reunido datos e información así como una recuperación de técnicas aplicables a diferentes tipos de empresas. Al final sacó sus propias conclusiones y creó un método propio para llevar la batuta de su propia compañía.
Deseaba ser Inovadora, desde las juntas hasta los procedimientos, procesos y sistemas. Tenía mucho tiempo de estar haciendo este tipo de especulaciones de forma teórica, encontrando la oportunidad perfecta en la empresa de Cleo para llevar a la práctica su conocimiento.
Los noveles directivos llegaron al lugar con cierto sentimiento de incomodidad, había demasiadas personas en la calle, la música no permitía intercambiar palabras, y todo estaba lleno de locales, puestos de comida y gente que bailaba o simplemente parados en algún lugar de los alrededores.
Allí también se encontraba Cleopatra y su novio, Mariana Mamita, y todos los demás. La razón era que comenzarían con la revisión de los estudios de factibilidad, y de mercado.
Después de la fiesta, se dirigieron a una sala de juntas.
La primera en hablar fue María José.
—¿Propongo que hagamos un simulacro de nuestro proyecto.
—No entiendo de lo que estás hablando —contestó Mamita—. ¿Por qué no lo hacemos de la forma tradicional?
—Mira, he el leído por ahí que cuando no se cuenta con experiencia se pueden cometer cientos de errores. Pero una forma de ganar experiencia sin invertir nada es haciendo simulaciones.
—¿A qué te refieres con simulaciones? —Respondió Mariana.
—En la presentación de una obra de teatro cuando comienza la temporada los actores desconocen su papel y no saben cómo actuar o se equivocan mucho, van caminando a tientas. Pero cuando ya llevan una semana, han creado los circuitos necesarios dentro de su cerebro para hacer las cosas de forma correcta.
— ¿Adónde quieres llegar, María José? — preguntó Mariana.
—Es lógico, lo que estoy proponiendo es que hagamos un plan, y después repitamos varias veces el papel de cada uno de forma ficticia, hasta que cada quien comprenda profundamente su papel.
—¿Y eso para qué? — preguntó Mamita con poco interés.
—Cada uno de ustedes tendrá un papel en una obra de teatro la cual se llevará acabo en el mundo real, sin que nadie lo sepa, sólo para ir creando esas conexiones de las cualed estoy hablando, lograremos hacer que cada uno ustedes se convierta en maestro en su área. Recuerden que esto es un proyecto a largo plazo y, como tal, debemos asumir responsabilidades y saber que cuando sale algo será por un largo periodo de tiempo, así que cuando toque elegir piensen bien cuál será su respuesta.
—María José, no te andes por las ramas. De lo que se trata es de ganar dinero, realizando las actividades correspondientes de manera inmediata. Ahora contamos con el capital necesario para crear un producto y un mercado.
—Mamita, lo que necesitamos es asegurar el éxito del empresa. No podemos lanzarnos a ciegas. Es necesario realizar la prueba piloto, y tener conciencia de las actividades que le tocan a cada uno de los integrantes que componen a nivel directivo.
—¿Pretendes dar este tipo de entrenamiento a cada uno de los empleados?
—Querida Mariana, estoy hablando solamente a nivel directivo. Es en ellos en quienes recae la responsabilidad de mantener la empresa a flote. Los otros niveles se les dará su correspondiente capacitación, sin embargo, ustedes forman parte de un grupo distinto.
Lo primero que vamos hacer, es poner en una lista lo que esperamos de esta empresa. En una línea pondrán que esperan obtener a largo plazo.
También es necesario que piensen en qué lugar colocarse en el organigrama de la empresa y que están dispuestos a entregar para lograr dicho propósito. Requerimos personas responsables, comprometidas, y con ganas de trabajar.
—También necesitamos personas que traigan nuevas ideas.
—Querida María José, se supone que ya tenemos el producto.
—¿Me estás diciendo que te piensas dedicar toda la vida a vender bragas?
—Solo estoy diciendo que por el momento ya tenemos un producto.
—¿Y qué va suceder cuando el producto haya caducado? Es necesario que tengamos alternativas, y que los planes de preparado por cualquier contingencia. No quiero que nos vayan a tomar por sorpresa los cambios en el mercado. Es posible que tus bragas se vendan, pero, también es posible que fracase el primer intento.
—¿Cómo vamos hacer para evitar que pasen estas cosas, María José? Recuerda que hay ciertos factores en el mercado por lo cual es no tenemos control.
—Así es querida amiga Mariana, variables de la macroeconomía están fuera de nuestro alcance. Sin embargo, no podemos permitir que la tormenta nos derrumbe, la mejor manera de defenderse de contingencias es estar preparado y conocer al enemigo.
Si en este momento le pregunto cualquiera de ustedes, cuál es la situación económica, el precio del petróleo, el euro? el dólar o cualquier otra variable de la economía; es probable que no me den una respuesta satisfactoria si no tienen un ordenador a la mano el cual puedan hacer una consulta. Lo que importa en este momento es tener a la mano todas de todas estas variables y datos, y poder realizar extrapolaciones con ellos. De las personas que llevan la dirección de nuestra empresa deben tener una visión globalizada de todos los aspectos relacionados con el mercado en la economía no sólo a nivel local sino a nivel internacional.
—María José, te recuerdo que lo que estamos vendiendo son calzones.
—Mamita, te recuerdo que lo que tengo enfrente es un grupo de empresarios, directivos de alto nivel y no empleados de mostrador. Tienen que cambiar su mentalidad, comenzar a pensar como lo que son.
—Y yo creí que íbamos a vender cosméticos de los baratitos.
—¿De qué estás hablando, Cleo?
—De lo que habíamos hablado la última junta. Si no recuerdan la propuesta era la venta de artículos de uso femenino a pequeña escala.
—Si quieren comenzar a ganar dinero como empresarios, tiene que comenzar a pensar como empresarios.
—María José, ¿no te parece que te estás poniendo demasiado alto tu moño?
—No les estoy hablando de su situación actual, si no en la que quieren estar dentro de diez años.
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El jardín de Jazmín
CasualeLa historia de Jazmín, su jardín y los animalitos que le rodean.