24 de septiembre del 2017
Mariana
Yesi
Jazmín
La Aleluya
Los papás de Yesi
El perro
Mariana se fue a dormir unas cuantas horas antes del ensayo, durante ese tiempo también tuvo un sueño sin percatarse de que ella misma era un sueño de Jazmín, simplemente ella no existía sin Jazmín. Desde el momento de su nacimiento, hasta el instante presente, incluyendo todas las memorias entre esos intervalos de tiempo pertenecían a memorias inventadas por el cerebro esquizofrénico de Jazmín. Mariana nunca había sido real, sin embargo, ella y todo su mundo se sentían tan reales, que se había auto engañado creyendo que era una cantante famosa y que tenía millones de seguidores en todo el planeta. El mundo de Mariana era una fantasía de un alma solitaria que, como si se tratara de un espíritu benefactor, había entregado a Mariana el mundo entero de su imaginación para hacer con él, lo que quisiera.
Ahora, Yesi vivía en el sueño de otro sueño, y ni Mariana ni Yesi podían encontrar la diferencia entre un sueño y la realidad. Ya habían pasado algunos años de que todos los personajes de nuestra historia mantenían contacto sin haberse conocido en la realidad, solo que ellos no lo sabían, pues habían perdido la facultad de reconocer cuando estaban soñando y cuando no.
Mariana era una hermosa chica que había nacido en el mundo mágico de la imaginación de Jazmín y desde ahí, había logrado conquistar ciertas cosas que a Mariana nunca se le hubieran ocurrido emprender en el mundo real. Jazmín y Mariana tenían una fuerte conexión porque eran la misma persona, pero en versiones diferentes, con propósitos distintos e incluso con destinos separados.
Para no confundir al lector, a partir de este momento se tratarán los capítulos relacionados con Mariana y Yesi como si fueran parte de la realidad, aunque todos sabemos que son solo sueños de Jazmín.
Mariana escuchó en el sueño la voz desesperada de su amiga Yesi, que se encontraba en la ciudad de México, eran aproximadamente las dos de la mañana y la chica estaba durmiendo en el suelo en uno de los albergues de la ciudad entre todas las incomodidades que este hecho le provocaba cuando sintió que un chorro de orina le caía en la cara. Un pequeño perro le había orinado despertándole de golpe.
Se levantó de la cama y se puso a buscar el teléfono, cuando al fin lo encontró llamó a casa de sus papás, lo hizo durante varios minutos, pero ellos no contestaban.
Yesi llamó a todos sus amigos por si los habían visto y nadie sabía dar cuenta de sus padres, y después de dos horas de estarlos buscando, se desesperó y estalló en llanto.
—Por favor, alguien ayúdeme, llevo mucho tiempo buscando a mis papás y no los encuentro.
—No te pongas así, Yesi, ya verás que los vas a encontrar.
—En ese momento alguien se tropezó y gritó al dar un golpe contra el piso.
Mariana despertó desconcertada, preocupada por su amiga Yesi, de inmediato marcó el número de teléfono, pero la línea no funcionaba.
—Estos sueños me ponen en jaque, debo tranquilizarme, estoy demasiado presionada como para que todavía le haga caso a un sueño.
Dejó pasar unas horas antes de llamar a México, Yesi contestó al tercer intento.
—¿Te encuentras bien?
—Sigo viva, eso es suficiente.
—¿Y tus papás?
—Apenas los encontré hace una hora, estaban en unos de los albergues.
—Entonces era verdad.
—¿De qué estabas hablando?—Olvídalo, no es nada.
—Mariana, ¿cuándo regresas?
—Después de que termine con el estudio de los proyectos.
—Espero que pronto podamos vernos, es que tengo algo importante que decirte.
—Por qué no me lo dices ahora.
—Estoy rodeada de gente, es mejor que nos veamos. No se trata de nada malo, solo que tengo una idea y deseo que tú me des tu opinión. Tú amiga la Aleluya anduvo divulgando unos rumores y ahora me han venido a ver a la casa, pero no creo que sea nada grave, solo que tienes contacto con un músico que puede apoyar en un proyecto con un director español, no sé exactamente de quien se trata, sería cuestión de que tú te comuniques con la Aleluya, pero antes deseo darte algunos detalles, mejor nos vemos luego.
—Pero yo tengo que ir a Nuevo México, estoy juntando algunos datos que voy a incluir en un libro que estoy haciendo acerca de la biografía de uno de mis cantantes favoritos.
—Ahora resultaste escritora, eso es nuevo.
—Pues uno hace su lucha, y no me considero escritora, solo estoy haciéndolo como un pasatiempo y será de uso personal.
—Te espero, no te vayas a perder, Mariana.
Yesi colgó el teléfono y Mariana continuó preparando sus ensayos.
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El jardín de Jazmín
RastgeleLa historia de Jazmín, su jardín y los animalitos que le rodean.