El jardín de Jazmín

038 Aparición de una polaca en el supermercado

Aparición de izabella
1 de diciembre  1:23 pm

Jazmín retornó a casa pero antes les hizo dar una vuelta por el parque. Todavía era temprano y había varios ciclistas haciendo jogging. Se preguntó a sí misma por qué ella nunca se había interesado por hacer ejercicio. Pero aún, se decía que su hermano tampoco, se prometió que a partir del día siguiente comenzaría a dar una caminata cuando menos de treinta minutos. Y en lo posible se traería con ella a su hermano. Tal vez, la actividad física y sudar un poco le hiciera olvidarse de las tonterías en las que estaba soñando y se podría centrar más en su vida normal. Fue algo muy curioso que al sentarse junto a una banca, después de que pasaron cinco minutos, una chica se acercó a ella, venía vestida con un largo vestido negro. Jazmín se quedó callada y quieta hasta que la chica tomó asiento. Entonces se sobresaltó al escuchar su voz.
—Buenos días, Jazmín. ¿Cómo has estado?
Se trataba de Izabella.
—¿Qué es lo que estás haciendo aquí, Izabella? ¿No se suponía que tú solo aparecías en sueños?
—Así es. ¿Dónde estás, Jazmín?
—¿No me digas que estoy dentro de un sueño? ¿Y por qué no me había dado cuenta?
—La prueba de que estás en un sueño es que me estás mirando,¿o acaso crees que he viajado desde Polonia para venir a verte?
—No lo sé, estás haciendo que me confunda.
—Tienes que comenzar a aclarar tu mente. Necesitas una seña u objeto el cual uses solo en tus sueños. Solamente así podrás darte cuenta si estás dormida o despierta.
—¿Estas hablando de un objeto como el de la película de di Carpio?
—Algo así, cómo puedes darte cuenta, esa película no estaba tan alejada de la realidad. Puedes analizarla para que tengas una idea de qué te estoy hablando.
—¿Por qué has venido?
—Necesitaba hablar contigo, estás dejando pasar el tiempo y no has hecho lo que te pedí.
—Perdón, no recuerdo que fue lo que me pediste.
—Te dije que tenías que platicar con Mariana, convivir con ella, solamente así podrías hacerla evolucionar.
—¿Estás diciendo que solo con mi presencia y con hablar con ella, Mariana va a evolucionar?
—Así es, Mariana necesita  contacto con alguien como tú para que desarrolle sus propias capacidades.
—Como lo has hecho tú conmigo.
—Yo nunca he estado contigo.
—No has estado físicamente, pero has estado de manera espiritual. Ya te lo dije, hemos estado, en torneos, clases y todo tipo de eventos. Has pasado todo tipo de pruebas y yo también, así que, tal vez ahora no lo recuerdes, pero esto ha sido así desde hace mucho tiempo y es necesario que Mariana viva lo mismo, solo de esa forma podrá incrementar su percepción.
—¿Y para qué quieres que Mariana incremente su percepción?
—Ha llegado su momento, es el tiempo de aprendizaje para ella.
—¿Y por qué debo ser yo quien entrene a Mariana?
—Puedes ser tú o puede ser cualquiera, pero esta vez la elegida has sido tú y tienes que tomar tu misión. Ahora, debo retirarme. Y quiero decirte algo antes, ten cuidado a la hora de cruzar la calle, porque no estás en tu casa, estás en frente de tu casa, haz salido caminando como sonámbula.
—No entiendo qué quieres decir, todo el tiempo he estado consciente.
—¿Estás segura? ¿Qué cosa llevabas en las manos?
—El mandado.
—Puedes volver a mirar tus manos.
Jazmín se dio cuenta de que sus manos estaban vacías.
—¿Dónde están las cosas?
—Todo el tiempo has estado caminando en círculos, pero andas afuera de la casa, levántate y ve con cuidado. Y vuelve a dormirte. Nos vemos después. Solo he venido a verte para que regresaras sana y salva a tu cama