La mulata de rojo volvió a aparecer y esta vez Jazmín no le prestó atención.
-Deberías escuchar lo que tengo que decirte.
-Es inútil, no voy a creer de nuevo en tus palabras.
-Nunca lo has hecho, querida. De hecho no sabes nada de mí.
-Tampoco lo necesito.
-Calla, no sea que te arrepientas de tus palabras.
-¿Qué quieres?
-Te hablaré de dos personas. Un chico y una chica. Lis dos creen estar enamorados de ti.
-¿Una mujer enamorada de mí?
-Antes de juzgar, escucha. El chico lo conoces, es un amigo tuyo. Tú lo consideras solo un conocido y lo ves muy poco agraciado tanto física como mentalmente. De hecho en todo es un lo que ustedes llaman un perdedor. Un fracaso total.
-Y por qué me estás hablando de él, no quiero saber de quién se trata.
-Espera, lo que té estoy diciendo es que hay dos personas y cada uno es opuesto al otro. La chica es la interesante.
-¿Y qué voy a hacer con una chica? No soy así.
-Estás juzgado antes de escuchar.
-¿Quién es la chica?
-Antes te contaré un poco de su historia. Durante todos los años que te ha amado en silencio, tú no te has percatado y hace unos días ha recurrido a algo que no comprende del todo. La pobre necesita ayuda, pero también debe aprender su lección. No podemos ir por ahí rompiendo las leyes del universo. Cuando algo no es para ti simplemente no lo es y se acabó. Pero tu amiga ha invocado tuerzas oscuras para conseguir tu amor.
-Am¿A qué te refieres con fuerzas oscuras?
-Al Diablo.
-Y yo que tengo que ver.
-No has entendido nada. Así son los humanos. Me has preguntado quién soy yo. A estas alturas ya deberías saberlo.
-¿Qué quieres de mí?
-Quiero que le des una lección a Esta chica.
-No lo comprendo.
-Tú tienes un poder especial, úsalo para asustarla y que nunca vuelva a pensar en romper las leyes del universo con hechizos oscuros.
-No creo en esas cosas.
-No se trata de si crees o no. Se trata de restablecer el equilibrio. Solo sigue tu intuición y todo estará bien.
-¿Quién es la chica?
-alo sabrás cuando la vuelvas a ver.
-Pero yo no conozco a nadie.
-Querida, conoces a muchas personas, tus amigos imaginarios y sus mundos son reales y es ahí donde encontrarás a la chica.
-Pero...
La mujer de rojo desapareció y Jazmín de Estaba más confundida que al principio.
-Ahora qué debo hacer, se ha tratado tan solo de una alucinación. No debo permitir que me quite la paz mental.
La viz de la mujer retumbó en la habitación:
-No soy una alucinación, recuerda que la chica necesita tu ayuda.
-Oh, Dios mío.
Jazmín se puso deprimida y. o se levantó de la cama ennlas siguientes dos horas.
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El jardín de Jazmín
DiversosLa historia de Jazmín, su jardín y los animalitos que le rodean.