-Genial, jamás había estado aquí.- dijo Justin mirando a su al rededor
-Ni yo.- le respondí
Sacó su teléfono y comenzó a tomar fotos del lugar, luego dirigió la cámara hacia mi y me tomó desprevenida sacándome una foto.
-Hey borra eso.- ordené mientras el tecleaba algo en su móvil -¿Qué haces?
-Subiéndola a instagram.- dijo sonriente
De pronto una notificación hizo sonar mi teléfono: "Haz sido etiquetado en la foto de @justinbieber"
-Oh por dios ¿tu eres Justin Bieber?- chilló alguien a nuestras espaldas
Ambos nos giramos con cara de ¿ah?
-Si soy yo.- respondió Justin rascándose la cabeza nervioso
-¿Puedo tomarme una foto contigo?- preguntó ansiosa
-Claro.- le respondió él alegre
Una oleada de fans llegó a donde nosotros.
-Mierda.- dije en un susurro, las fans llegaban de poco en poco pero en minutos teníamos rodeandonos a más de 50 chicas y todas aclaman un solo nombre: Justin.
Me tomó de la mano mientras yo intentaba contar la ola de chicas rodeandonos.
-¿Ella es tu novia?- preguntó una chica que se encobtraba enfrente de Justin.
-Podrías conseguirte algo mejor.- vaciló otra y luego una carcajada salió de su boca
Miré a Justin en busca de alguna respuesta que me defendiera, pero su rostro esbozaba diversión.
-Jodete.- gruñí safandome de su agarre para luego salir del círculo de fangirls, algunas me miraban extrañadas y con tristeza mientras que otras reían en mi cara y me fulminaban con la mirada.
Podía irse mucho a la mier*da con sus pequeñas y ególatras fanáticas, no iba a gastar mi tiempo oyendo insultos de chicas de ese nivel.
Me quite las zapatillas sin importar que diría la gente y me coloqué en una banca a la orilla de la calle, saqué mi teléfono para marcarle a Dylan.
-¿Diga?- contestó con la voz algo floja
-Soy ______ ¿sigues teniendo tu exitosa colección de bebidas del año pasado?
-Claro, ¿quieres venir?
-Sí, te veo en 30.- finalicé
Pedí un taxi y di la dirección de Dylan, llegamos y el hombre como de unos 23 años me miraba como si fuera un trofeo, tomé 5 dólares de mi bolsó y se los entregué para salir ya del incómodo.
-Gracias.- dije amable bajandome del automóvil
-No es nada linda.- respondió guiñando uno de sus azules ojos
Opté por dar pasos largos hasta la puerta fue un alivio oir el rugido del auto alejándose.
-Hola.- lo sujeté con mis no tan largos brazos por la cintura
-¿Qué pasa?- preguntó correspondiendo a mi abrazo
-Chicos, ya sabes.- me encogí de hombros
Dylan suspiró -Pasa, olvidémonos de las penas.
Llegamos a nada más y nada menos que su habitación, se encargó de pulsar un botón rojo escondido debajo de algunas cosas y una puerta secreta reveló una amplia colección de vodkas, tequilas, brandys y demás.
-Jod*er Dylan, si las bebidas fueran ilegales tu serías un muy buen traficante.
Rió. -¿Quieres tequila?
-Dame-. dije extendiendo mi mano hacia el mientras sacaba la botella y me servía en un pequeño vaso.
Luego de numerosos tragos (tantos que perdí la cuenta) quedamos como dos ebrios riendo de la más mínima estupidez de al rededor.
-Amo a Lydia.- confesó Dylan sin pensarselo dos veces
-¿Qué?- le respondí entre risas estúpidas
-Esa bella peliroja me trae loco.- acto seguido tomó un trago a la botella de vodka.
-Dame eso.- le arrebaté la botella y di un largo trago, podía sentir perfectamente como el líquido quemaba mi garganta.
Como una niña pequeña divisé unos globos flotando sobre su habitación, no tenía ni una jod*ida idea de porque había globos pero no importaba. Sin si quiera analizarlo deshice el nudo de uno y aspiré un poco del helio.
-Soy una ardilla.- dije entre risas y mi voz sonaba casi igual que la de Alvin y las ardillas.
Arrebató el globo de mis manos e imitó mi anterior acto.
-Tonta.- rió
De pronto mi celular comenzó a sonar, antes de atender la llamada me di cuenta de que eran las cuatro de la mañana.
-Hola?- respondí con voz chillona
-Qué caraj... _____ eres tú?
-Hola me llamo ______ Reynolds, quién habla.- contesté sin medir el nivel de estupidez en las cosas que hablaba.
-Soy Justin ¿dónde carajos te metiste?- contestó alterado
-No te importa, vete con tus belie... uhm bels... como sea que les llamen.- le colgué
Dylan soltó una risita y continuamos bebiendo como si no hubiera mañana.
Después de lo que pareció una eternidad de tragos no se que pasó, pero cuando desperté mi cabeza dolía como el infierno, al igual que todas mis extremidades.
-¿Dylan?- bufé y mi voz sonaba ronca
-Ahh.- se quejó, con dificultad y pude distinguir su voz en el piso, me asomé y el contorno de su cuerpo se encontraba rodeado por vasos deschables de color rojo.
-Tengo que irme.- me levanté de la cama -Gracias por todo.- sobé mis sienes
-No hay de que.- gruñó mientras hacía gestos de dolor.
Caminé unas cuantas cuadras a mi casa, todo lo que tenía que hacer ahora era sacar las llaves de mi bolso; me detuve unos instantes en el verde pasto que parecía sacado de un cuento de hadas, empecé a ver que todo daba vueltas, solté una risita y luego caí de cara al pasto quedando inconsciente.
Estúpida ebria.
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Compañeros De Cama. »j.b & tu EDITANDO
Fanfiction-Si no te gustan las fanfics super irreales e incoherentes no leas esta :) EDITANDO. Las casualidades de la vida existen y ______ Reynolds sabe eso desde el día en que él se introdujo en su vida por alguna cósmica y desconocida razón. Y bien, las co...