Me quito el abrigo y lo tiro en el respaldo de la silla. Saco la valija de arriba del ropero y pongo toda mi ropa en la cama.No me puedo concentrar y en mi mente solo tengo una par de labios carnosos que me recorren entero. Mi conciencia, que por cierto no tengo, viaja a las acciones recientes con Lucas.
Tiro la ropa que estoy metiendo en la valija y me siento en la cama con la manos en la nuca.Abren la puerta y miro el reloj que está en la mesita de luz.
-Todavía no es la hora -grito.
-¿Qué estás haciendo? -pregunta.
Aprieto los ojos disfrutando y padeciendo al mismo tiempo de su voz.
Cierra la puerta y pone la traba.
-La ví entrar a tu madre, Jeremías. ¿Te dijo algo?
-Me tengo que ir, Lucas.
-¿Qué? ¡No! ¿Por qué?
-Escuchame.
-No, no, no. Jeremías, no te podés ir ahora.
-Lucas, por favor. -Lo tomo de la cara para que me mire-. Lucas -susurro aprentando los dientes.
Abre grandes los ojos y pone su mirada en la cama y en mi ropa.
-Va a ser lo mejor, Lucas. No me pienso arriesgar.
Se suelta de mi agarre, se toma la frente y se mueve de un lado a otro.
-No, Jere.
-Lucas, que yo me vaya ahora no significa nada. Nos vamos a seguir viendo en Buenos Aires.
Lo vuelvo a tomar de la cara y él hace lo mismo.
-Por favor -dice y pega su frente a la mía.
-No supliques, Lucas.
-No quiero que te vayas. No quiero que te vayas así, Jeremías.
-Yo tampoco quiero.
Me trae a su boca y me besa con pasión y necesidad y yo lo sigo incongruente de mis actos.
-Andate, por favor -pido, tomándolo de los hombros y alejándolo de mí-. Lucas andate. Entendé que me amenazó, no me lo perdonaría jamás si algo te llegase a pasar por mi culpa.
-Tenes que hablar con tu viejo.
-No puedo hablar con él, Lucas ¿Qué le voy a decir?
-La verdad.
-¿La verdad? No puedo decirle la verdad.
-¿Te avergonzás de lo qué sentís? ¡Decilo!
No contesto a su pregunta.
Lucas se queda inmóvil y se aleja de mí de espaldas a la puerta en ningún momento rompe contacto visual conmigo, aprieta sus labios y retrocede a la puerta jugando con sus pulgares.
Se da media vuelta, abre la puerta y se va.
¡No! ¡La puta madre!
Salgo detrás de él y me topo con Teresa en el pasillo.
-Hijo ¡qué susto!
-¿Qué hace despierta es esta hora?
-Su madre me pidió un té de tilo.
-Son más de las tres, Teresa. Vaya a dormir. Yo se lo llevo.
-¿Seguro?
-Sí, seguro. -Teresa se gira con lentitud-. ¿Por casualidad vió a Lucas por aquí?
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Hacia el camino de la perfección
Fiksi SejarahUna familia estrictamente religiosa, con padres ligados a la alta sociedad. Jeremías un adolescente, retraído, inteligente y por sobretodo; tímido. Conocerá el amor, en el lugar menos pensado y con la persona menos indicada. Y tratará...