I'm Athéna >> Nash Grier

41 (narrado)

— ¡No puede ser! - exclama Gilinsky indignado.

— ¿No eras el mejor jugando al fifa?- se burla Taylor aguantándose la risa.

— Lo soy, solo me despiste en...- dice Gilinsky buscando alguna excusa.

— Déjalo ya, admite que te ha ganado una chica- digo refiriéndome a mi.

Llevo toda mi vida jugando con Logan a estos juegos y ya me sé todos los trucos.

Ventajas de tener un hermano.

— ¡Es injusto! Exijo la revancha- dice Gilinsky.

— Te volvería a ganar- sonríe victoriosa.

Gilinsky resopla y me río por su gesto.

Es divertido hacerle rabiar parece un niño pequeño.

Me levanto del sillón y me siento en el sofá del lateral pues ahora Tay y Matt jugarían su partida.

Mientras ellos juegan me entretengo con mi movil viendo fotos de instagram hasta que derrepente se escucha el sonido de la puerta retumbar el salón.

— Voy a abrir - dice Johnson levantándose confuso pues no había invitado a nadie más.

Sigo mirando fotos tan tranquila hasta que siento como entran varias personas al salón.

Johnson, Cameron y Nash.

Nash. ¿No estaba con su querida novia?

— ¡Hey! - saluda Cam alegre chocando los puños con los chicos.

Nash hace lo mismo pero puedo sentir como me mira de reojo.

— Hola cuñi- dice Cam acercándose a mi y me revuelve el pelo a lo que yo le golpeo juguetonamente.

Me levanto empiezo a caminar hasta la puerta .

— ¿Dónde vas, gambita? - pregunta Johnson.

— A por algo de comer a la cocina ¿queréis algo? - preguntó.

— Si, trae patatas y refrescos - pide Taylor.

— Nash ¿podrías ayudarla a traerlo?- dice Johnson mirándome maliciosamente.

Escucho como Nash resopla y se levanta.

Salgo antes que él del salón y camino hasta la cocina. Una vez llegó, empiezo a buscar las patatas.

— En el estante de abajo- dice Nash entrando y caminando hacia el frigorífico.

Asiento y abro el estante y efectivamente hay están las patatas. Cojo unos cuantos paquetes y me giro encontrándome a Nash sirviendo refresco en los vasos.

Me acerco a él para ayudarle y noto como se aleja de mi.

No voy a mentir diciendo que no me a dolido ese gesto.

— No te preocupes, no muerdo- digo seria.

Nash me ignora y coloca los vasos en la bandeja.

Río irónicamente desesperada por su silencio hacia mí.

Joder.

Necesito que me hable.

Que me insulte, que me grite, que se burle me de mi. Lo que sea.

Pero necesito oírlo.

— ¿Sabes qué?- digo harta de la situación. Me giro hacia él y lo miro fijamente.

— ¿Qué? - dice girándose hacia mi con el rostro serio.

— Te voy a besar- espeto con descaro.

— ¿Qu..- empieza a decir pero le interrumpo abalanzándome sobre él y besándolo.

Nash empieza resistiéndose al beso pero poco a poco se deja llevar.

Mis manos se cuelan por debajo de su camisa y bailan sobre su calida espalda, recorriendo las curvas de su cuerpo una a una para no olvidarme de ningún hueco.

Nuestros labios se rogaban el uno a otro pidiendo más que fuego, pidiendo al otro.

Sus ojos servían como invitación al descontrol y para mí, era imposible parar.

Mis manos se movieron hacia su abdomen y empezaron a jugar dibujando sobre su abdomen, liso y tenso, acariciando partes prohibidas que necesitarían de un consentimiento especial.

Nash posa sus manos en mi cadera y me atrae más a él a lo que sonrió mientras lo beso.

Sus labios se despegan por solo un momento y protestó por la ausencia de sus labios pero solo bastó unos segundos para fundirnos en un nuevo beso mucho más fogoso e intenso.

Nuestras lenguas se hablaban en un código especial y se acarician pidiendo a gritos un poco más.

Nash empieza a coger más confianza y lleva sus manos hasta mi trasero estrujándolo y haciendo que me montara en su regazo para dejarme sentada sobre la mesa mientras nuestras bocas siguen juntas.

Me separo de él y empiezo a mordisquear su cuello débilmente con mis dientes a lo que él gime.

— Mierda no- y derrepente Nash se encuentra a varios metros alejado de mi — Esto fue un error, es mejor que lo olvidemos- dice controlando su respiración.

— Pero... - empiezo a decir y por primera vez soy interrumpida por Nash.

— Estoy con Agnés y la amo, esto fue un error- y dicho eso, sale de la cocina dejándome como una estúpida.

Él ama a Agnés...

Soy una tonta.

Joder ¿que me está pasando?

Ni que me importara.