UN REMORDIMIENTO #25

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De a poco el calor dentro del auto se hacía notar, algunas gotas de sudor aparecían en la frente de Jaehyun y su mano traviesa ya no estaba helada sino comenzaba a soltar un calor que al contacto con ella incluso ardía un poco, similar a un estado febril. Invadió mi cabeza ese sentimiento de preocupación debido a su temperatura corporal, rápidamente cubrí con mi mano izquierda su frente para comprobar algún síntoma de fiebre.

          —¿Qué haces? —el chico se exaltó

          —¿Te sientes mal?... estas muy caliente

          —¿C-C-Caliente?... no.. no es lo que crees, en serio —tartamudeó Jaehyun

          —¿Qué quieres decir? —pregunté

          —¿Tú en que estas pensado?

          —Te comportas extraño... es hora de irnos—quité mi mano de su frente. La mano que tenia cubierta por la de Jaehyun la quité rápidamente, definitivamente esto no podía irse por el otro lado. No estaba bien.

          —¿P-Por qué?... perdón, no... yo no quería que esto pasara

          —Entonces... ¿qué querías que pasara? —mis ojos estaban clavados en la carretera.

          —Yo, pensé que dirías algo y... no lo sé

          —Algo... mejor no hablemos de nada en el camino, por favor

Conduje en dirección al camino donde estaba la empresa SM, quería dejar al chico justo donde lo había recogido. Ya no podía aguantar la incomodidad por parte de ambos y esa conversación no podía seguir de ninguna forma. Nos estábamos yendo por el camino peligroso y yo no estaba dispuesta a aceptar la responsabilidad, aún no.

          —¡Espera!... no me lleves a la SM, por favor —suplicó Jaehyun

          —¿Por qué no?, no quiero seguir conversando esto Jae

          —Lo entiendo... pero, a esta hora debería estar en mi dormitorio... no me pueden ver aquí a esta hora, además hay cámaras por todos lados ¿entiendes?

          —¿Qué insinúas?... ¡no te llevaré a mi casa, loco!... están las chicas —exclamé

          —¡AH!... ¿por qué piensas así de mi?, ¡me refería a otra cosa! —exclamó

          —¿A que te refieres entonces?

          —¿Podrías llevarme a mi casa? ¡por favor! —otra vez usó el aegyo.

          —¡Increíble!, ¿no quieres que te haga dormir también? —ironicé

          —Si, estaría bien... ja, ja, ja. Bien, tranquila son bromas

          —Dedícate a ser cantante, como comediante te morirías de hambre

          —Gracias... entonces, ¿me llevarás?

          —No me queda de otra, tú dime por donde

Jaehyun me iba dirigiendo por el camino que debía tomar para llegar a su hogar, no podía dejarlo en la SM por mi buen corazón, sino estaría ese remordimiento en mi corazón de abuelita siempre que viese a Jaehyun o con solo nombrarlo. Llegando a su hogar vi a dos personas que venían caminando, Jaehyun me dijo que se bajaría una vez que no hubiese nadie en la calle o alguien que pudiera reconocerlo. Ya que era de noche las condiciones nos convenían porque no sería tan fácil de reconocer gracias a la poca luz de esas horas, esperamos a que esas personas pasaran y a medida que se acercaban podía ver como esas caras se me hacían mas conocidas que nunca.

Las palabras tienen vida propia / Taeyong y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora