UN ENCUENTRO #2

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Cuando llegamos a la empresa SM, una persona se nos presentó como guía y nos llevó a un gran estudio de grabación. 

Las cuatro paredes eran completamente negras, en una de las paredes había un vidrio alargado en el centro por el cual se veía hacia el otro lado, ahí estaba la cabina donde habían implementos para grabar audio.

Desde fuera se notaba la calidad de los objetos, desde mi lado de la habitación estaba la amplia mesa de mezcla, computadores de pantalla curva, todo parecía de muy alta tecnología. Más atrás había una corrida de 4 sillas en la cual yo me senté.

Mi Manager había ido a una oficina a arreglar unos asuntos por lo que yo quede en el estudio sola. En el lugar no había nadie aún, me sentía muy nerviosa, muy solitaria, extrañaba a las chicas. Violet, mi mejor amiga en el grupo, mi hermana, mi madre, mi novia, mi diario de vida, éramos muy unidas. Me llevaba bien con las demás chicas, pero con Violet, era otra cosa.

 Mientras pensaba en las chicas, la puerta se abrió. Una persona que no conocía entró, rápidamente me puse de pie y me incliné para saludar.

Detrás de esa persona venía un chico alto, tenía piernas largas, llevaba el cabello hasta las orejas de color rubio, podía ser castaño claro o algo así. Su cara era un poco alargada, tenía las mejillas infladas pero no en exceso, sólo lo preciso. Sus ojos eran bien definidos y con un pequeño párpado doble, nariz un tanto aplastada y sus labios en la medida perfecta.

El chico rubio vestía pantalones negros con un corte en la rodilla, aquellos eran ajustados al punto que hacían denotar sus largas y formadas piernas. Llevaba una camiseta de manga larga de color café claro, casi color café con leche, parecía de material suave como los osos de peluche.

Claro, era Jaehyun, quien tenía una voz muy hermosa, lo había oído cantar en vivo en los ensayos antes de los shows en los que a veces coincidíamos por comeback's.

Él entró caminando un poco erguido y a la vez con una sonrisa tímida que le hacían relucir sus hoyuelos, lo miré y saludé haciendo una reverencia de mas o menos treinta grados, habíamos debutamos el mismo año y de alguna forma creo que teníamos casi la misma edad. Él me saludo de la misma forma.

Ahí noté que detrás de él venía alguien más, una persona de menor estatura.

Se asomó un cabello de color rosa, sí, era rosa, rosa pálido o algo así. En su cara destacaban sus facciones que estaban increíblemente definidas, sobre todo su mandíbula. Sus labios tenían una notable pigmentación rosada y brillaban. 

Lo más sorprendente era que no traía maquillaje. 

Sus ojos grandes que parecían demostrar fuerza, me hacían querer seguir mirándolos pero a la ves me atemorizaba saber que pasaría si los seguía viendo.

Vestía de negro completamente, jeans destroyer, una sudadera negra nike, zapatillas converse.

Su rostro con una expresión completamente seria iban de acuerdo a su outfit, de luto. 

El chico me dejó una gran impresión, el aura que emanaba de su cuerpo era extrañaba. De alguna forma me indicaba que solo quería hacer su trabajo, quería rapear, bailar. Solo quería demostrar cuanto amaba su trabajo, pero algo lo detenía y lo hacía tener los pies en la tierra. 

Lo saludé, hice una reverencia de un poco más de cuarenta grados, yo sabía que él era mayor que yo y sentí que eso no podía dejarlo pasar aunque hayamos debutado el mismo año. Corea era un mundo aparte. 

Taeyong sonrío y me saludó, al segundo entró otra persona, parecía que era quién se encargaba de la mesa de mezclas y todo lo que tenía que ver con el audio. El hombre que había entrado primero supuse que era el Manager de NCT porque comenzó a hablar un par de cosas con el encargado, cosas que yo no oí, ya que estaba un poco lejos de ellos y estaban susurrando.

          —Bien Taeyong, escucha. Grabarás primero la parte del rap, prepárate y entra a la cabina por favor —dijo el Manager mientras le señalaba el camino.

          —Sí, ahora entro —dijo Taeyong.

Se veía nervioso o eso percibí, aunque su cara no demostraba alguna expresión. Sus manos no se quedaban quietas. Cuando me di cuenta, Jaehyun estaba a unos pasos de llegar a mi lado, me comencé a poner nerviosa. 

No podía negar que Jaehyun era muy guapo en persona, sin maquillaje, así al natural. 

Por primera vez no sabía como actuar ni reaccionar. 

El chico llegó a mi lado y tomó asiento, mi corazón comenzó a latir a mil por hora y no entendía el porqué. Me sentía como cuando iba a la escuela, estando enamorada de un chico y verlo pasar por mi lado para así las miradas cruzar. Pero esta vez no era así, no me gustaba románticamente.

Me parecía guapo y no podía evitar sentirme así, era como bella y la bestia, solo que esta vez yo era la bestia.

          —Estoy nervioso, siempre que tengo que grabar me pongo muy tenso y no sé en que pensar para calmarme —dijo Jaehyun mientras agitaba sus manos en el aire.

          —No creas ser el único, me pasa completamente igual —repliqué.

Tendía a responder de manera cortante o eso me habían dicho un par de veces, lamentablemente no me daba cuenta hasta que pensaba en lo que había dicho. Pero no lo hacía con querer. Aunque noté que de alguna manera Jaehyun no lo había captado así.

          —¿En serio?, es extraño pero de alguna manera eso me tranquiliza. Vayorette ¿Cierto? —preguntó Jaehyun.

          —Sí, soy de ese grupo. NCT, Jaehyun ¿Correcto? —pregunté sonriente.

          —Correcto, tú eres T/N. Lo sé porque se han hecho muy conocidas durante este año —me comentó alegremente.

          —Sí, adivinaste. Muy bien Jaehyun, te timbraré la mano con mi timbre invisible —le dije.

La verdad no supe porque respondí con esa estupidez, me sentí avergonzada. Casi tratándolo como un niño pequeño. Supuse que fueron los nervios, me habían traicionado. Lo miré asustada, esperaba que no se asustara o algo así

          —Perdón, dije algo tonto. No quería ofenderte.

          —No, tranquila  —sonrió—. A decir verdad me dio risa, pensé que no me hablarías —se rascó la cabeza.

          —¿Por qué? —pregunté.

No era la primera vez que me decían lo mismo, como si fuera una maleducada.

          —Porque te ves muy seria o a lo mejor soy yo, pero siento que dejas una fuerte impresión. Como alguien difícil con quien tratar y lo siento si te ofenden mis palabras —se lamentó.

          —Tranquilo, mi rostro es así y cuando estoy nerviosa mi cara tiende a ponerse tensa. De hecho me cuesta mover mis labios, supongo que por eso parezco alguien seria y aburrida.

          —Entonces, ¿te puedo hablar normalmente? ¡Ah! Perdón por ser tan impaciente —me dijo.

El chico era realmente único y realmente gracioso, noté claramente el interés que tenía en conversar conmigo. Obviamente no iba a rechazar una conversación en un momento así, podría ayudarme a relajarme o eso pensé.

          —Claro, normalmente esta bien. De alguna forma necesito relajarme antes de grabar ¿Tú no? —sonreí.

          —Si, claro. ¿Te puedo decir algo? —preguntó. El chico había cambiado la conversación tan drásticamente, mi corazón se aceleró aún más.

«¿Qué rayos quieres decirme tan impaciente Jaehyun?», me pregunté.

Las palabras tienen vida propia / Taeyong y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora