Las palabras tienen vida propia / Taeyong y tú

UN ACCIDENTE #40

Entré rápidamente a la habitación y cerré la puerta. No quité mis ojos de Haechan quien estaba sentado en el piso, apoyando su espalda en la cama. Allí estaba éste chico de cabellos rojizos, en sus ojos traía unos lentes redondos sin vidrio, vestía una jardinera roja como su cabello que le llegaba hasta las tobillos enganchada solo de un botón, debajo traía una camisa blanca simple y andaba con calcetines rojos. Me moví de a poco hasta llegar a su lado, me senté en la cama en la cual Haechan tenía apoyada su espalda y sutilmente le toqué el hombro.

          —¿Por qué estas tan decaído?

          —Noona... yo, perdón —se lamentó Haechan

          —¿Por qué te disculpas?

          —Noona tú.. tú, me oíste por el teléfono. Ahora sabes como me enfurezco y como actúo, esta bien si te doy asco o algo así, también sé que le falté el respeto a Hyung... —sollozó Haechan.

Me parecía tan adorable, al menos asumía sus errores como un hombre. Aceptar que cometiste un error y que está mal faltar el respeto a una persona es el indicio de un niño bien educado. Comencé a masajear sus hombros muy suavemente, él necesitaba que alguien lo consolara.

          —Tranquilo —susurré

          —Tengo un nudo en mi garganta Noona... me siento una mala persona

          —Escucha... no eres una mala persona, todos nos enojamos y decimos cosas de las cuales nos arrepentimos después. Tú... tú eres un hombre que acepta sus errores y eso te hace aún más valioso. A veces el disculparse arregla muchas cosas—dije. Haechan giró su cuerpo a la izquierda y me miró a los ojos, puso su mano derecha en mi rodilla derecha. Sus ojitos eran de un cahorrito arrepentido.

          —¿Entonces Noona no me tienes asco?

          —¿Por qué piensas eso?... deja de pensar así. Créeme que jamás pasaría eso

          —Oh... entonces tendré que disculparme con Doyoung-Hyung

          —Si, sería lo correcto —acaricié su cabello.

          —Gracias Noona, necesitaba que alguien me aconsejase —sonrío Haechan

Haechan se estaba poniendo de pie cuando afirmé su muñeca y tiré de ella para que se detuviese, era un buen momento para hacer la pregunta de oro pero Haechan perdió el equilibrio y calló encima mio. Ambos caímos en la cama la cual yo estaba sentada. Haechan había caído en mí de forma que su frente estaba en mi mejilla. 

          —¡Ah! ¡Noona. ¡Perdón! —se lamentó Haechan

          —No te preocupes... fue culpa mía—era la verdad. De pronto escuché como la puerta se abría, consigo venía entrando Jaehyun y Doyoung. Ambos abrieron sus ojos hasta casi salir de sus órbitas cuando nos vieron.

          —¡¿Qué están haciendo?! —exclamó Doyoung 

          —Oh... ¿qué pasó aquí? —Jaehyun lucía confundido

          —Accidente, caí encima de Noona

          —Si... si, eso paso—asentí