Mi suerte no estaba a favor en estos momentos. Después de haberle dicho a ese chico todo lo que tenía guardado, el ha dejado de molestarme, pero el destino quiere otra cosa.
Nuestra profesora de literatura nos asignó hacer un trabajo de dos mil palabras sobre que pensamos del otro y como mi mala suerte está a cien por ciento me eligió como pareja al peor de mis enemigos, Aryeh.
En estos momentos no creo soportar la carga de estar cerca del dragón, pero tengo una forma de transformarlo y es domarlo.
ESTÁS LEYENDO
Cenicienta después de las doce
Short StoryToda chica siempre ha querido ser una princesa, de esas que sus madres les leían antes de dormir, esa princesa salvada por los hermosos caballeros y que vivían felices para siempre. Pero para Cinder lo único que no quería era un príncipe, tan solo...