Me levanto temprano y me dirijo directamente hacia el instituto. Antes de irme guardo todo lo implemento de curación para el chico de enfrente. A pesar que lo odio con todo mi ser, no puedo verlo morirse y saber que podía haber ayudado.
Al salir me lo encuentro cerrando la puerta. Me dirijo hacia el con pasos firmes y le toco dos veces el hombro.
-Mira, se que te desagrada que te ayude, pero no puedo verte morir, si que toma.
Le entregó la bolsa y me dirijo a tomar el autobús.
Mi madre debería estar orgullosa por ayudar a mi enemigo porque no todas las persona hacen lo que yo hago.
ESTÁS LEYENDO
Cenicienta después de las doce
القصة القصيرةToda chica siempre ha querido ser una princesa, de esas que sus madres les leían antes de dormir, esa princesa salvada por los hermosos caballeros y que vivían felices para siempre. Pero para Cinder lo único que no quería era un príncipe, tan solo...