-No me agradezcas.
-Tampoco lo iba hacer.
-Como digas. Siéntate en mi cama o lo que sea que quieras hacer yo seguiré haciendo lo que deje a medias.
-Pero antes de saltar a tu ventana tú querías hablar conmigo, ¿Que era tan importante para despertarme?
-Sabía que algo me faltaba. ¿quería saber si tú eras El chico desconocido de mi página web?
-No se de que me estás hablando.
-No te hagas el que no sabe nada. Cuando leí el comentario supe al instante que eras tú, porque primero nadie me dice Cenicienta y segundo tu forma de escribir es muy fácil de saberlo.
-Me atrapaste.
-¿Como sabias que tenía una página web?
-Era muy predecible. Siempre escribes en clases sobre historias de dragones o de guerreros, en tus ensayos siempre das ejemplo de historias medievales y también porque un día entraste a las computadoras de la biblioteca y déjate tu página web abierta.
-Es interesante, pero a la vez es extraño.
-Tranquila cenicienta no te haré nada. Pero cambiando de tema lo que tú escribes es fantástico, cada vez que leo tus historias me transporta hacia otro lugar y puedo decir que es la primera vez que me ha gustado leer.
-Gracias, pero tampoco están difícil escribir es tan solo tener imaginación.
-No es tan fácil Cenicienta. No todos tienen el arte de escribir como tú y menos fantasia. Para escribir fantasia tienes que tener una imaginación gigantesca y tú Cinder tienes ese mundo en tu cabeza que lo traspasa en simples palabras.
-¿Pero tú escribes música no es lo mismo?
-No, hay mucha diferencia. Para escribir música tienes que expresar con simples palabras lo que sientes, tiene que ser poético y a la vez delicado, no puedes escribir una canción sin sentirlo.
El se queda pensativo y yo lo veo por unos segundos. Nunca lo observé como si fuera una persona, cada vez que el se topaba conmigo tan solo lo veía como el monstruo que era, pero ahora lo observó como si fuera tan solo alguien herido. Sus facciones son interesantes, sus ojos son un verde oscuro he inquietantes como si quisiera ver todo desde una perspectiva distinta, sus labios son gruesos, pero no al extremo de pasarse, cuando sonríe se le forma dos pequeñas margaritas en sus mejillas que lo hacen ver tierno, su nariz es pequeña y remilgada, pero le da un pequeño toque a su rostro, es como esa simpleza de esas partes lo transforma quien es.
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Cenicienta después de las doce
KurzgeschichtenToda chica siempre ha querido ser una princesa, de esas que sus madres les leían antes de dormir, esa princesa salvada por los hermosos caballeros y que vivían felices para siempre. Pero para Cinder lo único que no quería era un príncipe, tan solo...