Príncipe azul 12

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Al entrar las miradas no se fijan en mi, si que me dirijo tranquilamente a mi casillero. Saco lo que necesito y me dirijo a clase. Como Cinder no esta tendré que pasar tiempo con mi compañeros.

Camino entre los asiento hasta llegar a mi lugar que es al final al lado de la ventana. Dejó mis cuadernos sobre la mesa y me recuesto para descansar un poco, pero algo mejor dicho alguien hace que tenga que abrir los ojos.

Nolan se sienta al lado mío y se me queda viendo como estupido. Y ahora que le pasa.

-¿Por que me ves así?

-Porque al fin te declaraste.

-No empieces.

-Sabía que algún lo harías.

-¿Que dices?

-Digo que siempre has estado enamorado de ella.

-Enserio no estoy para tus bromas.

-Tan solo digo que estoy feliz por ti.

-¿Y a ti qué te pico?

-Que te estoy apoyando estupido.

-Mejor anda buscarte una novia.

-Estoy en eso.

-¿No me digas que te estás poniendo los pantalones?

-Un poco.

-Ahora si que no te creo.

-Yo tampoco me creo que estás con ella, pero hay que aprender aceptarlo.

-Cállate.

-¿Un día si quieres podemos hacer cita dobles?

-Como tú digas.

-Mi niño está creciendo.

Me dice Nolan apretándome las mejillas para luego reírse en mi propia cara. Tan solo lo miro para luego reírnos como foca retrasada. Ahora que me doy cuenta que el único que me ha felicitado o me ha entendido es Nolan y me doy cuenta que entre todos los amigos que tengo el único que vale la pena estar es el y que a pesar de las peleas el siempre estará para mi.

Cenicienta después de las doceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora