Me dirijo a la barra y le solicitó lo más fuerte que tengan. Cuando me lo tienen, me dirijo a un lugar más apartado para tomármelo. No se porque vine, podía haberme quedado tocando guitarra o componiendo canciones y no aquí pasando un mal momento.
Se que todos la conocen por ser la burla de nosotros y más por mi, por ser el jefe de todo esto, pero al escucharlo hablar mal de ella se me hierve la sangre, pero no puedo defenderla más que unas palabras porque todos esto es mi culpa y siempre lo será.
Me tomo el líquido hasta el fondo, siento el alcohol traspasando mi garganta hasta llegar a mi estómago y me siento miserable.
Ahora busco una cerveza y otra hasta que no pienso nada más, tan solo quiero olvidarme de todo y eso conlleva olvidar mi nombre.
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Cenicienta después de las doce
Short StoryToda chica siempre ha querido ser una princesa, de esas que sus madres les leían antes de dormir, esa princesa salvada por los hermosos caballeros y que vivían felices para siempre. Pero para Cinder lo único que no quería era un príncipe, tan solo...