-No puedo perdonarte por todo lo que haz hecho, no tienes idea de lo que sufrí por tu culpa, cada vez que intentaba salir adelante tu regresabas para hacerme caer nuevamente, en todos estos años jamas te dignaste en pedirme disculpas, cuando pasaba a tu lado siempre me empujabas, pero tengo una pregunta ¿Por que lo haces?
-No se.
-Y por esa razón jamas te perdonare.
-Algún día tendrás que perdonarme y puede ser que no sea mañana, pero ese día llegara.
-Puede ser, pero por el momento no puedo hacerlo.
-Lo entiendo.
-Y ahora puedes irte, después te envio por correo todo lo que hablábamos.
-De acuerdo.
Me dice levantándose para luego irse por la puerta. Me recuesto en la silla y respiro profundamente. Esta fue la peor conversación que tuve con Aryeh y jamas me gustaría experimentarla.
-¿ Porque fuiste tan dura con el chico? -me pregunta mi abuela.
-No sabes lo que tengo que pasar en el instituto por el.
-¿Sabes porque el te trata de esa forma?
-No me digas que esta enamorado de mi, porque es una de las historias mas clichés que he visto en mi vida.
-No es esa. Te has dado cuenta de lo mal que lo pasa en su casa, su rostro esta todo desastroso porque su padre lo golpea cada vez que llega después de emborracharse, su madre lo visita cada vez al mes y apuesto todo lo que tengo que ni lo llama, su vida es todo un desastre que su única forma de quitar la ira es contigo y se que todo lo que estoy diciendo te parece que lo estoy defendiendo, pero no es así tan solo quiero mostrarte porque el actúa de esa forma.
-¿Pero en donde quieres llegas , abue?
-Quiero decir que no seas tan dura con el, si a ti te duele lo que el hace imagínate con la culpa que esta llevando por lo que te hace.
Al plantearlo así, me doy cuenta que Aryeh tiene su propia batalla y para eso tiene que desquitarse contra el mundo, pero no por eso tiene que dañar a otras personas para desquitar todo lo que tiene dentro, tan solo tiene que ver que la batalla que esta luchando no esta perdiendo.
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Cenicienta después de las doce
Historia CortaToda chica siempre ha querido ser una princesa, de esas que sus madres les leían antes de dormir, esa princesa salvada por los hermosos caballeros y que vivían felices para siempre. Pero para Cinder lo único que no quería era un príncipe, tan solo...