Me coloco un vestido de color rosa pastel, con una zapatillas del mismo tono y una pequeña cartera de color marrón. No quería esforzarme tanto por mi atuendo, si que elegí lo que mas me gusta que es algo simple, pero bonito a la vez.
Bajo las escalera y me encuentro a mi abuela leyendo un libro. Al verme se me queda sorprendida para luego sonreír. Me acerco a sentarme a su lado para esperar a que me vecino me busque a la hora indicada.
-¿Donde vas tan bonita hoy?
-Aryeh me invito a una salida, porque dice que es para conocernos mejor y tener mas información para hacer el trabajo.
-Me gusta ese chico, tiene esa dulzura que tenia tu padre.
-¿Como era mi padre?
-Era igual que Aryeh, pero mas simple. Le encantaba la música, todo los días tocaba o componía canción para tu madre. Ella fue su musa para que comenzara a componer. Pero tu padre tenia una manía un poco extraña y siempre tocaba después de la medianoche. Se iba a sentar al mismo árbol que ahora usas y tocaba hasta que le dolían sus manos. Yo me quedaba escuchándolo hasta que acababa. Su letra era hermosa, algún día te voy a mostrar sus diarios, estaban completo de canciones para tu madre.
-¿Y como se conocieron mis padres?
-Es algo interesante. Todavía me acuerdo el día que tu padre se fijo por primera vez de tu madre. Ellos eran vecino al igual que tu con Aryeh, pero lo destino que ellos no se odiaban, en realidad eran mejor amigos, pasaban la mayoría de su tiempo juntos, pero nada dura para siempre. Tu padre creció, se intereso por las chicas y por otro gustos, tu madre siempre había estado enamorado de tu padre desde la primera vez que lo vio y siempre lo buscaba a pesar que tu padre era un cretino, pero todas las personas se aburren en un momento. Tu madre se dio cuenta que el no estaba enamorado de ella y el se dio cuenta al final, pero cuando las personas están enamoradas al punto como ellos estaban siempre se buscan al final del día.
-Me gustaría experimentar lo que sintieron mis padres.
-Tranquila mi niña, algún día no muy lejano conocerás a tu príncipe azul.
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Cenicienta después de las doce
Short StoryToda chica siempre ha querido ser una princesa, de esas que sus madres les leían antes de dormir, esa princesa salvada por los hermosos caballeros y que vivían felices para siempre. Pero para Cinder lo único que no quería era un príncipe, tan solo...