Camino al borde de la orilla. Mi abuela toma de mi mano y podemos ver cómo las olas pasan debajo de nuestro pies para golpear en la orilla. Es bonito ver cómo dejó la ola después de romper contra ella.
-¿A donde quieres ir después, abue?
-Quiero a visitar a mi hijo.
-¿A mis padres?
-Si.
Hace unos meses los fui a visitar y para mí fue suficiente. No me gusta ir a verlos ha menudo y ver sus nombres en una tumba de madera. Tan solo me gusta recordarlos de vez en cuando.
-Vamos.
Le digo y nos dirigimos hacia el cementerio. Al llegar mi abuela me lleva hacia ellos. No me gusta el lugar a pesar que está hermoso, con muchas árboles y flores alrededor, pero el hecho de saber que una de esas tumbas está mis padres me aterra.
Mi abuela se detiene en una donde hay muchas flores. Sus nombres están escritos en la lápida y puedo ver la fecha de su nacimiento y su muerte. Mis padres murieron en un choque automovilístico cuando iba de regreso de haberme dejado con mi abuela. Esos momentos tenía siete años y cuando mi abuela me dijo que murieron mi mundo se derrumbó, me llevaron al psicólogo y a muchos terapeutas para ayudarme a salir adelante y a pesar que al principio no funcionó ahora puedo ver que con su ayuda pude salir a delante.
-Hola hijo.
-Hola padres.
-No están sorprendido de lo grande que está su hija. Está toda una señorita.
-¿Como es arriba? Están lindo como dicen.
-Estamos bien. Cinder ya está terminando su año escolar, es toda un chica inteligente, es hermosa y ya no es un niña, ya tiene un novio.
-Abue no deberías haberles dicho.
-Obvio que tenía que decirles son tus padres.
-Abue.
Le regañó, pero no me toma demasiada importancia.
-Es un increíble chico, pero no soy la indicada para hablar de el, mejor los dejo para que ella se los cuente.
Me dice alejándose y yo la veo con la mirada para que no se vaya, pero ella sigue caminando sin importancia. Me quedo mirando a la nada para luego sentarme en el suelo para hablarles.
-Bueno, donde empiezo. El se llama Aryeh William es una chico atento, preocupado y muy guapo. Tiene unos ojos verdes increíbles, una sonrisa hermosa con unos hoyuelos que hace que se vea tierno, pero lo que más me encanta es cuando algo le gusta, se les achina sus ojos haciendo que sus hoyuelos se les marquen más. Pero antes de todo eso el era mi peor pesadilla, hacia que mi vida un infierno, pero todo era por una causa y es que el tenía una vida horrible. Y para desquitarse de su vida tenía que sacar su ira conmigo, no lo estoy defendiendo, tan solo les quiero mostrar porque lo hacia. Al principio no podía perdonarlo, pero el me hacia demostrar que era tan solo un chico con heridas que no podía cerrar. Me mostró quién era en verdad y es un chico con mucho talento. Y en el camino me empecé a enamora de él. Se que estupido pensar que el será el único que chico que quiero en mi vida porque recién tengo dieciocho años y tengo toda una vida por delante, pero esta vida la quiero pasar con el a pesar de todos lo que tengamos que hacer para estar siempre juntos, pero ustedes siempre me dijeron que tengo que luchar por lo que amo y lo que yo amo es el.
Pero mi pregunta es: ¿Que hice para merecer todo esto? Nunca en mi vida he hecho algo malo para ver morir al único ser que me cuida más que a su vida y es mi abuela. Que hice para ver cómo se muere lentamente. Saben lo que me costó salir a delante luego que me digieran que murieron, no saben el dolor que tuve que pasar por su muerte, todas las horas de llanto porque extrañaba sus abrazos y sus buenas noches y ahora tendré que revivirlo nuevamente. No podré sobrevivir a otra muerte, no tengo a nadie más que ella, no tengo más familia que a ella y que haré después de el. Soy mayor de edad por lo cual la casa se queda a mi nombre, pero no quiero ver lo vacía que está después de haber salido todo el día y no ver el dulce olor de su mi comida favorita o de su te favorito, no estoy preparada para eso y tampoco quiero estar y me pregunta es: ¿Como saldré adelante después de ella?
Le digo con todos lo ojos llorosos, pero a pesar de eso me limpio y me levanto para dirigirme donde mi abuela he irnos a casa. Necesito demostrarle que podré salir adelante por las dos y que no vea que por dentro me estoy derrumbando, necesito por lo menos dejarle eso.
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Cenicienta después de las doce
Proză scurtăToda chica siempre ha querido ser una princesa, de esas que sus madres les leían antes de dormir, esa princesa salvada por los hermosos caballeros y que vivían felices para siempre. Pero para Cinder lo único que no quería era un príncipe, tan solo...