Sebastian Stan ONE SHOTS ; COMPLETA ✓ | EN EDICIÓN |

Gracias Laiza (V)

Personajes: Sebastian Stan x Vivian "Vivi"

Advertencia: No

— ¿Quieres un poco de jugo? — acarició su mejilla derecha. Laiza negó mientras jugaba distraídamente con el cuello de su camisa. Bajó su vista. —  Laiza! Laiza! - trató de llamar su atención pero no servía de nada.

Al parecer el cuello de su camisa era mucho más interesante y entretenido que su padre, al menos para la pequeña.

Sebastian miró con detenimiento a la niña de casi 5 años que tenía en frente, acarició su pequeña barbilla y sus regordetas mejillas. Sin evitarlo el recuerdo de Blake inundó su mente.

Mientras recordaba se hundía poco a poco en su mundo. Laiza comenzó a removerse en su regazo queriendo que la soltase. Sebastian la cargó sentándola a su lado del banquillo, poniendo su palma como barrera evitando que se caiga hacia adelante.

De manera inconsciente, sin importar cuanto luchaba por no hacerlo, su mente volvía a todos esos momentos que Blake y el habían pasado.

El día que boto sus spaguettis en su camiseta blanca y como el había quedado totalmente pasmado con aquella hermosa chica.

La gran cantidad de sudor que su cuerpo transpiró a través de sus palmas en su primera cita y lo nervioso que estaba al verla enfundada en aquel hermoso vertido azul claro que hacía juego con sus ojos.

El día en el que le había dado el "Si" cuando le pidió que se casara con él.

Lo hermosa que se veía el día de su boda.

El día en el que había llegado a su casa, encontrándose con la sorpresa de que sería padre.

Hasta que llegó a su cabeza aquel horroso recuerdo de aquel aparatoso accidente que le había costado la vida a su esposa.

Regresaban a su casa de la cena por su aniversario de bodas. Un famoso criminal que estaba huyendo de la policía en una persecución los chocó, recibiendo Blake, quien estaba en el co-piloto, el mayor impacto dejándola con muerte cerebral. Afortunadamente, Laiza quién en ese momento no tenía más de 7 semanas de gestación, sobrevivió. Los médicos decían que había sido un milagro. 5 meses después del accidente, él despertó del coma en el que estaba. Pero Blake, no. Tenía muerte cerebral. Era un vegetal. Lo único que la mantenía viva tanto a ella como a Laiza provenía de una máquina, que le administraba nutrientes, oxígeno...vida.

Dos meses después de que Laiza había nacido, por cesárea obviamente, sus padres tomaron la decisión de desconectarla. A pesar de que gritó, pataleo y rogó como niño para que no lo hicieran. Pero ella ya no seguía en ese mundo. Ya no estaba ni con el ni con nadie en la tierra. Se había ido. Muy en el fondo sabía que era lo correcto, aunque no lo aceptara.

Aunque siguiera sin aceptarlo.

Fue tan duro. Tan pero tan duro criar a Laiza él solo. A pesar de que tuvo a sus padres, a los de Laiza y a sus amigos, no era lo mismo.

Extrañaba a Blake.

Un fuerte de dolor en la parte frontal de su cabeza lo sacó de su limbo.

Soltó un fuerte soplido colocando su mano en el lugar mientras masajeaba la zona en un intento de que parara. Esa tarde Laiza había estado tan inquieta que había olvidado tomar sus pastillas. Se arrepentía de no hacerlo.