Vulnerabilidad Pt. 2

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Personajes: Sebastian Stan.

Advertencia: No.


Saque mi teléfono, al escuchar sonar, de uno de mis bolsillos y lo apague sin siquiera ver quien era. Me acomode mejor en la silla de la sala de espera VIP, estire mis piernas mientras tronaba los huesos de mi nunca.

— Señor ¿no prefiere irse a casa y dormir? Andres y Johan pueden quedarse.

Negué.

— No, quiero estar aquí cuando el doctor salga. Quiero estar cuando el niño despierte.

Jorge asintió.

Me sorprendí cuando analice lo que había dicho e incluso pude ver la cara de sorpresa que jorge tenía. Y es que yo no era alguien que se preocupara mucho por los demás. Pero, sin poder evitarlo, la salud de ese niño y su bienestar, el saber como estaba, si se recuperaría o no, me carcomia.

Puse mis codos en mis rodillas y suspire.

¿Qué es esta incertidumbre que me impide respirar por momentos?

La imagen de aquel niño tirado en el césped, aun lado de la carretera, volvió a mi mente.

Era solo un niño, con un demonio ¿Quién puede ser tan cruel?

Una hora y media después, Chris un gran doctor amigo mío, se acercó. Me levante de inmediato y corrí hasta alcanzarlo.

— ¿Cómo está? — pregunte con rapidez.

— Tuvo suerte de que lo hubieras encontrado. Unos treinta minutos después y lo más probable es que hubiera caído en la hipotermia. Tiene un severo cuadro de anemia y desnutrición, según las ronchas y la inflamación en su garganta, tuvo una reacción alérgica a las fresas aunque ya la pudimos controlar antes de que fuera peor. Suturamos y vendamos todas sus heridas.

— ¿Cómo está ahora? ¿Está consciente?

— No, aunque cuando presionamos en su estómagos sentimos algo raro, por lo que le realizamos una ecografia y encontramos arena en su estómago.

— ¿Arena? — pregunté desconcertado.

— Sabes sebastian, los nuevos residentes estaban confundidos yo por mi parte ya había visto casos como este, en el que los niños están tan desesperados por comida que llegan a comer piedras pequeñas o incluso tierra.

— Pero...? — cerre los ojos tratando de analizar lo que me decía.

— Además, mientras revisamos sus huesos, nos dimos cuenta que *radio y codo están rotos por lo cual necesitará cirugía. Tiene varias costillas rotas y un pulmón perforado a causa de una de las costillas. Golpes y ematomas por todo su cuerpo... — suspiro con fuerza. Llevaba más de 10 años siendo doctor y aún le costaba hablar de esa manera.

— ¿Puedo verlo? — pregunte después de unos segundos. Chris asintio. Comenzó a caminar y yo le seguí. Abrió la puerta de una de las seis habitaciones del lugar. Entre y mordí mi labio inferior con fuerza mate lo que me encontré.

Un pequeño cuerpo inmóvil y flácido yacía en la cama de ese hospital, tenía un tubo que le ayudaba a respirar ya que no podia por si solo, su cuerpo estaba lleno de vendajes al igual que su cabeza. Sus brazos y y muñecas tenían intravenosas conectadas a sus venas brindándoles los nutrientes que le faltaban. También tenía un férula que le inmovilizaria el brazo en caso de que despierte y decida moverse.

Camine con lentitud hasta la cama y arrastre una de las sillas y me senté a su lado, y con duda agarre sus pequeños dedos.

— ¿En donde lo encontraste? ¿Qué pasó?

Sebastian Stan ONE SHOTS ; COMPLETA ✓ | EN EDICIÓN | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora