Marizza, aún confundida, miró para todos lados, hasta finalmente posar sus ojos en la cara de susto de Mia.
Mia:Marizza... estás teniendo una pesadilla!
Marizza se había desertado de la pesadilla pero estaba empapada de sudor, mirando a Mia con los mismos ojos de miedo con los que ella tb la miraba.
Marizza:Soñé que veía caer el auto por el precipicio... se caía una y otra vez... y no había nada que yo pudiera hacer para salvar a Pablo... NADA!!!
Mia se sentó en la cama de Marizza, alcanzándole una remera.
Mia:Cámbiate. Estás toda re mojada
Dijo con suavidad. Marizza obedeció.
Mia:Quedáte tranquila, ya pasó. No fue culpa tuya, vos lo sabés
Marizza:Lo se???
Marizza se uso la remera limpia de Mia, se re notaba que era suya porque tenía conejitos rosas por todos lados.
Mia:Si.. metetelo en la cabeza
Dijo Mia apretando el brazo de Marizza.
Marizza suspiró echándose de nuevo en la cama.
Mia:Querés que te traiga algo? Agua...?
Marizza negó con la cabeza.
Marizza:No, gracias.
Mia apagó la luz y ambas chicas volvieron a intentar conciliar el sueño.
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Las siguientes semanas fueron las peores en la vida de Marizza. No fue al colegio, no comía casi nada, no se relacionaba con nadie que no fuera Franco, Sonia, Mia o Manuel, y eso era porque paraban siempre metidos en la casa. Ni a su padre lo quiso ver cuando fue con la novia a visitarla. Ni dejaba que Lujan la viera.
Pasaba todo el día en pijama, en casa, echada oyendo música, o viendo fotografías que la hacían pensar e Pablo. Estaba destrozada por dentro, y se notaba con solo mirarla. Sus ojos carecían de ese brillo y vida que los caracterizaban.
Sonia quería mandarla a un psicólogo, pero obvio que Marizza le dijo que ni loca iba. Si no hubiera sido por Mia, la joven hubiera estado incomunicada y en total aislamiento del mundo.
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Un viernes por la mañana, Marizza estaba envuelta en una frazada, viendo tele en la sala. No le interesaba lo que estaban dando pero igual veía el show.
Marizza:Ay Pablo... no sabés la falta que me hacés..
Se dijo a si misma. De repente la puerta principal se abrió de golpe y Sonia con Franco entraron abruptamente.
Sonia:Ciela! Ciela.. vení!!
Sonia estaba sin aliento. Marizza ni se inmutó.
Franco:Marizza, creo que te va a interesar lo que tu madre tiene para decirte
Dijo Franco con un tono cómico. Marizza no despegó los ojos de la tele. Abrazando la frazada alrededor suyo con más fuerza, dijo
Marizza:No voy a salir. No voy a volver al colegio aunque Mia ya haya regresado, no me voy quitar mi pijama y definitivamente NO pienso ir al LOQUERO ese amigo tuyo.
Su tono de voz era robótica y malhumorado. Sonia y Franco se miraron.
Sonia:No te voy a decir nada de eso
Marizza:Bueno... si no tiene que ver con Pablo no me interesa en lo más mínimo
Hubo un silencio. Marizza esperada que Sonia o Franco le dijeran que obvio no se trataba de nada sobre Pablo, pero no dijeron nada. Lentamente, Marizza se fue dando la vuelta, para mirar a su madre y a Franco.
Sonia tenía lágrimas en los ojos, pero sonreía a pesar de todo.
Marizza:T.. tiene que ver con Pablo? Preguntó Marizza con cautela. Sintió que su corazón empezaba a latir con fuerza. Sonia y Franco asintieron.
Sonia:Si... mi ciela bella.. si
Marizza se puso de pie, dejando que la frazada que la envolvía cayera al suelo.
Marizza:QUE???
Sonia:Marizzita... Pablo-
