Capítulo 9

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Jonathan escuchó el sonido del despertador, estiró su mano para apagarlo. Eran las seis de la mañana, debía prepararse para ir al seminario de su tesis. Por fin, era la última revisión y ya sería un Administrador de Empresas, tenía muchos sueños como montar un bar con música en vivo, dónde tocaría la banda de Simon Lewis, su mejor amigo que conoció en Princeton. Resulta que también era de Red Bank, y nunca coincidieron. Vio salir del baño a Helen con su ropa de yoga, tener una novia que amaba el yoga y además fue gimnasta, era un deleite, sabía hacer muchos trucos a la hora de hacer el amor.

Ocho años de novios, ocho años maravillosos. Su abuela ya quería que se casen. Helen y él, sabían que eran jóvenes, además tenían planes. Helen logró ir a las olimpiadas, ganó medalla de plata, pero después decidió abandonar y estudiar una carrera, nutrición y deportes, cuando vuelvan a Red Bank tendrá su propio gimnasio y dará asesorías.

Jonathan se sentó mientras estiró sus brazos.

-Esta navidad estaremos en Red Bank, si ya te dan fecha definitiva de tú titulación, significa que no debemos volver aquí.

Jonathan asintió y se puso de pie, la abrazó y comenzó a darle besos por todos lados. En las mejillas, la frente y las orejas.

-Vas a llegar tarde, ya está listo tu desayuno, recuerda que irás a tú trabajo después y...

-Nos vemos a la hora del almuerzo –le interrumpió él.

-Lo haremos –contestó ella, le dio un beso en sus labios y después se marchó.

Jonathan descubrió muchas cosas con Helen, como que el amor existe, que tener a una persona junto a ti es esencial y reconfortante, recordó que todos se sorprendieron en la escuela cuando llegaron agarrados de la mano, Jonathan dejó de molestar a los chicos, varios rumores corrieron, pero aprendió a que no le afectara. Dejaron de existir secretos entre ellos, Helen pudo ver a través de su máscara, pudo descubrir al hombre solitario y aterrado que vivía dentro de él.

También estuvo a su lado, cuando sus padres se divorciaron. Fue una noticia muy grande en Red Bank, aunque lo hicieron en buenos términos. Su madre recibió un buen pago y parte de las acciones, al igual que se quedó con la casa. Al ser menor de edad, la ley les obligaba a quedarse con su madre. Jonathan reconoció que no extrañó la frialdad de su padre, pero si conoció la maldad que había en su madre. Tal como su abuela le dijo muchas veces. Si Jonathan se levantaba tarde, no tenía derecho a desayuno. Sus hermanos no lo podían levantar, debía aprender a ser responsable, si llegaba después de las nueve de la noche, la puerta ya estaba cerrada y ni siquiera merecía tener llave, así que se iba a casa de su abuela. Se acostumbró, a que si ya era tarde, mejor no volvía a casa y se refugiaba con Seraphina.

Meses después llegó la otra noticia, su madre volvía a casarse, con un hombre más joven que ella. Clary estuvo sorprendida. Seraphina le dijo a él "Tú madre ya se había tardado, en hacer otro movimiento". El hombre era un periodista y se mudó a vivir con ellos. Jace no tardó en congeniar con su padrastro. Jonathan debía admitir que tenía buen sentido del humor, y que cuando él bajaba tarde a desayunar, se llevaba a su mamá para que él pueda comer. Así que Malcolm Fade, se ganó el aprecio de los tres, incluso, le abría la puerta si eran más de las diez de la noche.

Su madre se embarazó y tuvieron una hermana menor. Eso impactó a Seraphina, porque según Valentine, después de Jonathan, Jocelyn se ligó. Tan siquiera Jonathan ya no era más el menor de la familia, la pequeña se llama Annabelle Fade, es igual de pelirroja que Clary, pero no tiene los ojos verdes, sus ojos son como los de Malcolm.

Cuando por fin pudo irse a la Universidad, le dijo a su madre que no viajaría todos los días. Rentaría una habitación. Su madre le advirtió que no le daría ni un solo centavo para un capricho de él.

En silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora