Capítulo 12

1.6K 183 21
                                    

  Siempre me consideré una persona con mala suerte. Y desde mi llegada a Kattegat y el incidente con aquel hombre, se podría decir que mi suerte no sufrió cambios. Ahora debía agregar a mi lista ser vista por Ubbe en ropa interior, justo antes de mi baño.

  No sabía cómo actuar, nunca fui de esas chicas que no les importara la intimidad, y era consiente que estaba a uno o dos comentarios de ponerme roja como un tomate. 

  "Maldición, contrólate Lena".

  - Siento la interrupción, mi nombre es Ubbe.- Éste extiende su mano como señal de presentación. Tardé unos segundos más de lo normal en reaccionar, y extendí el brazo que menos me cubría para corresponder a su presentación.

  -Soy Le... -Aclaré rápidamente mi garganta, fue la única manera de corrección que se me vino a la mente. - Sigrid.-

  -Me pareció verte hoy. Uno de mis hermanos ha hablado de ti, dijo que te acoge Eniarth, ¿Es cierto?-

  -Si, ella a sido muy amable conmigo.- Obviamente no dejé pasar el comentario sobre que uno de sus hermanos a hablado de mi. En cierta forma me hizo sentir bien, tener algo de relevancia a nivel social era algo agradable.

  -Sinceramente estoy sorprendido- Pude notar que trataba de ser discreto con su mirada, pero aún así noté que miraba mi figura; aunque dejó de hacerlo para poder retomar el hilo de la conversación, enfocando sus ojos celestes en los míos. -Eniarth nunca pareció ser del tipo de persona amable, sino más bien la que te ataca con un hacha si llegas a pisar sus tierras.- Soltó una pequeña risa y desvió la mirada hacia el agua. 

  -Pues hay más en las personas de lo que se ve.- Le respondí, no sin antes reír ante su suposición. Aparentaba ser una persona agradable, pero seguía incómoda por estar casi desnuda. Eso me hizo pensar si debía echarlo , o simplemente vestirme y venir más tarde

  -Dime, ¿Cómo es posible que no haya conocido una chica tan bonita como tu?- Su pregunta me dejó sin palabras. Ubbe aparentaba ser el tipo de hombre que coqueteaba con cualquiera, por lo que bajé los humos.

  -Fácil, porque no vivía aquí antes.- Le sonreíste con un falso ego, y el te devolvió la sonrisa. Tenía que admitir que era bastante atractivo, sus ojos azul claro era atrayentes, y me miraban con una inusual intensidad; como si él quisiera leer mis pensamientos. Aparté la mirada, ante la incomodidad.

  -Cuéntame, ¿De dónde vienes?- Ubbe se apoyó en la rama de un árbol caído, quedando apoyado (o mejor dicho, colgado) de éste, con su mirada fija en la mía.

  -Del este, un pequeño asentamiento cerca de las montañas. -Le contesté, corroborando a medida que hablaba, si mis respuestas coincidían con la información que me dio Eniarth. -Mi padre era Hakoon, el grande.- Me sentía algo mal mintiendo de esa forma. Eniarth no quiso contarme sobre él, pero me dijo que no me preocupara, que nadie lo conocía realmente para no creer en mi historia. Aún así, a pesar de la decisión de Eniarth sobre no hablar, decidí que investigaría sobre él.

   -¿Desde cuándo estás en Kattegat?- Se balancea con los pies en tierra. Parecía un niño.

  -Voy a cumplir mi quinto mes aquí.- Había pasado bastante tiempo, a esta altura ya debería estar cursando mi primer año universitario. Ne sé si estar aliviada o no por eso.

   -Parece que extrañas estar allá- Deja de colgarse de aquel árbol caído, y luego mira sus manos, al parecer sucias por la corteza seca; procede a sacudirlas, y vuelve a enfocar su mirada en la mía. -Espero que logres apreciar Kattegat, es menos gris de lo que parece.- Me sonríe de forma animosa.

  -Gracias, espero lo mismo..- Noté que nuestros temas de conversación empezaban a ser escasos, por lo que decidí volver a vestirme, algo que de todas formas iba a hacer.

  -¿Ya te vas? Me abría gustado que nos bañemos juntos.- Nuevamente volvió su tono coqueto, con el cual llamó mi atención en un principio. Tras terminar su oración, Ubbe comenzó a deshacerse de su ropa, por alguna razón estaba de espalda a mi. Por lo que pude ver su torso, sus músculos y varias cicatrices.

  "Lena contrólate, es descarado de tu parte verlo así" Me auto-sermoneé, para evitar seguir viéndolo. No pude evitar hacer una comparación entre Ubbe, como promedio de un joven vikingo, y los chicos de su edad que yo conocía en mis tiempos. Definitivamente eran más corpulentos aquí, y más agraciados.

  -Siento desilusionarte, pero me esperan en casa.- Terminé de acomodarme el vestido y juntar todas mis cosas. Pensaba volver más tarde para tomar un baño, cuando nadie estuviese presente, a pesar de que me haya gustado pasar tiempo con Ubbe, necesitaba un tiempo a solas y en total calma.

  -Espero que algún día aceptes.- Definitivamente Ubbe era como un adolescente desbordado por la testosterona. Al llegar a Kattegat, me había percatado de que no estaba exactamente en los últimos capítulos (para dar cierto sentido cronológico), sino que me encontraba en un momento donde los hijos de Ragnar eran jóvenes, como yo. Eso quiere decir que muchos personajes aún no murieron. 

  "¿Es posible que hubiese aparecido en aquella historia para evitar ciertos desmadres?"

Cambios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora