CAP 2: Reencuentro (V...)

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—¡Hey! -.musitó Santiago mientras tocaba el brazo de Alexander; sacándolo  de sus pensamientos. Este lo miró  -.Debemos terminar de registrar

Alexander apuntó nuevamente con su Magnum, un revolver tipo taurus model 66, 37; era el arma que Peter le había obsequiado.

Caminaron lentamente  por el vertiginoso pasillo hacia la habitación del conserje; al cual,  solo le llegaba unos pocos destellos de luz.

El nerviosismo se hizo presente  en frente de la puerta. Santiago miró a Alexander haciéndole entender de que abriría la puerta en poco tiempo. Alexander dudoso, asintió mientras levantaba su revolver hacia la puerta.

—A la de tres -.musitó Santiago. Alexander asintió llevando su dedo al gatillo del arma -.Uno...dos... -.pequeñas gotas de sudor brotaban por la frente de Alexander -. ¡tres! -.exclamó finalmente Santiago abriendo la puerta de golpe.

Alexander si más miramientos entró por la puerta hacia la habitación seguido por Santiago,  sin bajar sus armas en ningún instante.  Al entrar, se encontraron con una vitrina destruida sobre la baldosa, la cual al impacto con el piso, se había destruido por completo.

Santiago,  suspiró aliviado, pero a los pocos minutos, un infectado embistió en contra de Alexander,  sacándolo de la habitación forzosamente, culminando en una caída dolorosa en el pasillo.

Alexander no lo vió venir, lo había tomado por sorpresa. Intentaba sacarse de encima a aquella bestia pero era en vano, aquel ser era muy pesado y fuerte para él.

El infectado, lanzaba mordiscos por doquier intentando matar a Alexander, pero no  acertó ni uno. Después de unos segundos forsejeando entre el infectado y Alexander, Santiago tomó cartas en el asunto; sacó su navaja y atravesó la hoja de esta, con el cráneo del infectado, acabando con su definitiva muerte.

—Vamos levántate -.dijo Santiago tomando la mano de su compañero ayudándolo a incorporarse -. Debemos revisar completamente el lugar para asegurarnos de que no se encuentren más de esas bestias aquí dentro -.Alexander asintió levantándose del suelo con la ayuda de Santiago.

Pasado un tiempo, terminaron de revisarla por completo y llegaron a la conclusión de que aquel infectado no era nadie mas que el conserje, quien ya había estado infectado ahí dentro. El dúo regreso con el resto de su grupo los cuales los esperaban en la entrada al ascensor  un poco impacientes.

—¿Todo bien? —.preguntó Sofia mirando a Santiago. Este asintió.

—subamos rápido —.dijo finalmente Alexander entrando  con su grupo al ascensor.

[...]

En el quinto piso, el último grupo, se encontraba revisando cada habitación del edificio. Ya era el final de su travesía.
 
—¿Qué tenemos hasta el momento? —.preguntó Anders a su unidad.

Todos revisaron sus mochilas con las cuales hace una media hora aproximadamente habían llenado con diferentes cosas que encontraban en cada habitación del edificio, siguiendo las ordenes que Peter les había asignado.

—A ver -.dijo la chica de cabellos celestes, ojiazul de aparentemente veintitrés años, de estatura  mediana: Estela, mientras revisaba su mochila -. Yo tengo enlatados de todo tipo

Anders asintió.

—Yo tengo frutas...algunas enlatada y otras no —.dijo la chica de lentes y bellos ojos negros; Margaret, revisando su mochila.

El pequeño Máximo interrumpió.

—Yo tengo panes -.dijo Máximo sacando una gran funda de panes integrales de su mochila -, y... -volvió a meter las manos a su mochila, esta vez sacándo algo nuevo -. Estas linternas con pilas

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