Sofia abrazó a Peter con tanta felicidad que parecía que lo estrangularia. Los dos comenzaron a sollozar.
—Tenemos un problemita -.interrumpió Santiago sin dejar de ver por la ventana. Peter se acercó —, mira... -.señaló atrás del auto que se acercaba a gran velocidad -, lo siguen más de una docena
—¡Mierda! —.maldijo Peter por lo bajo.
Caminó hacia la puerta principal de la habitación dispuesto a ir al garaje para dar paso a su hijo. Pero un apretón en su brazo derecho lo detuvo en seco, se volteó y se encontró con José. Lo miró con impotencia.
—Necesitas ayuda, ¡vamos! —.exclamó José con seguridad mientras cruzaba la puerta. Peter lo miraba perplejo —. Acaso ¿Quieres invitación?
Ante el argumento de José, Anders se le unió.
Si perder más tiempo el trío bajo rápidamente por el ascensor y emprendió en picada hacia el estacionamiento del edifico el cual se ubicaba un piso más abajo.
Logan por su parte, intentaba mantener su vehículo estable. Faltaba ya muy poco para llegar, dos cuadras en frente exactamente.
El edificio en el que vivían sus padres se ubicaba en medio de una calle la cual se desembocaba por dos calles más a partir del edifico formando una «T». De vez en cuando posaba con temor sus grisáceos ojos en el espejo retrovisor observando cuantas de esas bestias lo seguían. Y eran demasiadas.
«Vamos un poco más». Pensó pisando con más fuerza el acelerador. Faltaba solo atravesar una cuadra más.
Se escuchó disparos a lo lejos. Logan levantó nuevamente la mirada hacia el edificio intentando encontrar al causante, observó como la puerta del garaje del edificio estaba completamente abierta. Se fijó en un costado de esta, se encontraba un trío. Sonrió inconscientemente.
Los tres hombres disparaban a las bestias que se encontraban en sus alrededores despejando el camino al joven. En medio del trío reconoció a un hombre que resaltaba por su altura seguido por un enorme cuerpo lleno de músculos y sus cortos cabellos canosos que se asemejaban al blanco cálido de un copo de nieve, ese hombre, era su padre.
Entró a toda velocidad al estacionamiento amenazando con estrellarse con uno de los autos que se encontraba dentro. Frenó a raya haciendo chillar a las llantas de su vehículo y parando en seco.
El trío rápidamente dejó de disparar y solo se concentraron en bajar la persiana de acero que era la «puerta» del estacionamiento.
—¡Vamos... rápido! —.exclamó Peter disparando a las bestias que se encontraban más acerca.
Tanto Anders como José bajaban lentamente la persiana con cierto nerviosismo. Logan se les unió facilitando la tarea.
Peter dejó de disparar y miró hacia atrás. Gran error. Un zombie lo tomó desprevenido y se lanzó encima, tumbando al gran hombre bruscamente haciéndole entrar finalmente al estacionamiento.
A penas Peter entró a causa de la inercia por la caída, la puerta finalmente se cerró dejándolos a salvo de las bestias que amenazaban con extinguir la vida de los presentes.
Peter continuaba con aquel ser encima intentando vanamente matarlo, pero era inútil el zombie lo tenía prisionero, se comenzó a acercar lentamente apuntando a la yugular de su víctima, quería ansiosamente saciar su sed de sangre. Se lo distinguía en sus blanquecinas pupilas de sus muertos ojos.
Peter, al no saber cómo safarse, cerró fuertemente los ojos sin poder luchar más y esperó la dolorosa mordida. Pero nunca llegó. Sintió como todo el peso de la bestia desaparecía. Abrió lentamente los ojos y se encontró con Logan, el cuál apuñalaba una y otra vez a la bestia en el cráneo terminando con su muerte definitiva.
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LOGAN©
Science FictionSu vida era normal, como todo joven de 20 años. Era independiente, soltero, con unas os geniales amistades y una autoestima elevada. Todo parecía marchar bien, lo ascendieron en el trabajo a los dos meses de haber ingresado, sus padres le regalaron...