CAP 4: Trabajo en equipo (IV...)

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A la mañana siguiente, todos nuevamente se encontraban en la terraza del edificio.  Ese lugar, con el tiempo comenzó a convertirse en la «sala de reuniones».

Eran aproximadamente las nueve de la mañana, aunque no se podía distinguir muy bien el tiempo. Pequeños destellos de luz se escapaban de entre las nubes, el ambiente tenia su toque húmedo dado al aguacero de la noche anterior.

El grupo se encontraban dentro de la carpa, formando un semicírculo alrededor de Santiago  y Peter.

—¡Está decidido!, oficialmente está ruta tomaremos —.señaló Peter el mapa. Ante el comentario no hubo objeción.

—Ahora, necesitamos un plan para llegar a salvo —.expuso Margaret.

—Lo sabemos, por esa razón los citamos aquí —.dijo Santiago.

—En la noche, estuve preparando uno... que necesita de su aprobación —.interrumpió John refiriéndose a todos.

Santiago y Peter se miraron al mismo tiempo.

—Te escuchamos —.dijeron al unísono.

John dio un paso al frente y comenzó a explicar —. Bueno, lo que yo creo es que la comida y todo lo útil que conservamos llevemos a los cuatro carros del estacionamiento. Tomé en cuenta también que esos carros debemos reforzarlos. Miren –.señaló hacia la ciudad –. En el centro, está la ferretería más grande de la ciudad, de ahí podemos tomar lo que necesitamos para reforzar los autos. Y cuando lo hagamos, la comida, las municiones y demás ya se encontrarán dentro de los vehículos y en menos de una semana podremos partir

Todos miraron al joven casi convencidos.

—Tu plan está bien, pero como piensas salir sin un vehículo blindado allá  afuera... —.espetó Peter.

—Espera –.interfirió Logan –, no tenemos uno blindado, pero si uno rápido y todo terreno. 

—¡La camioneta! —.exclamó Ana chasqueando los dedos.

Santiago se llevó la mano al mentón —. Estaría bien la camioneta... pero no todos caben allí.

—Entonces solo saldría un grupo —.solucionó José.

—Los más preparados —.corroboró Daniel.

Después del comentario de Daniel,  el  silencio comenzó a sentirse en el ambiente donde sólo se escuchaba gemidos. Todos comenzaron a escucharlos porque cada vez aumentaban su intensidad.

Logan salió de la carpa en dirección a una esquina de la terraza. Al llegar miró hacia abajo.

—Oigan –.exclamó el joven –. ¡Vengan!

Todos miraron extrañados al joven.

—¿Qué sucede? —.preguntó Peter aún dentro de la carpa.

—¡Tienen que ver esto! -.volvió a exclamar el joven sin apartar la vista de la calle -. ¡Rápido!

Santiago fue el primero en caminar hacia el joven, posteriormente todos lo siguieron.

Al llegar, miraron a la calle debajo del edificio y se llevaron el susto de sus miserables vidas.

—Son más —.se dijo a sí misma Sofia.

—Ayer no estaban muchos —.dijo John.

En la calle, justo debajo del edificio se encontraba una horda completa de zombies. Eran muchos, ancianos, hombres, mujeres, niños, incluso animales rogando a toda costa un poco de sangre fresca. Los cuales azotaban la puerta del estacionamiento sin tregua alguna. Una cuarta parte de estos, al parecer estaban agotados así que débilmente movían sus destruidas manos en contra de la gran puerta, la cual cada vez se iba hundiendo más hacia dentro por el sobrepeso.

LOGAN©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora