La Venganza [Terminada]

43~ Remiendo el Corazón

Multimedia ~ Remiendo al Corazón
(Ricardo Arjona ~ Circo Soledad)

P.O.V. Omnisciente

Jess estaba gimiendo por las caricias de Bruce, la estaba acariciando con tanta delicadeza que no pensaba en nada más que en sus manos, sus caricias, sus besos...

Bruce la estaba haciendo tocar el cielo, mientras el tocaba todo su cuerpo, ignorando aquellas cicatrices que adornaban su cuerpo.

Comenzó a quitar el camisón, sacándoselo por la cabeza, sin perder tiempo beso su cuello, bajo por su esternón, viendo sus pechos libres y circulares, víctimas de la gravedad, los tomo, cumpliendo la función del sostén y los manoseo suave, escuchando sus gemidos, con sus besos los mojo y con su legua le torció los pezones, los lubrico y con sus dientes los jalo, arrancando gemidos de placer, gemiditos de una pequeña gatita en celo.

Jess le acariciaba el pecho, les sacaba la camiseta mientras sus pechos eran masajeados, tomo la base de los pantalones y los saco de en medio, abrió las piernas y abrazo su cadera con esas definidas piezas de carne.

Bruce sonrió, y bajo con más besos lamiendo el puente de venus de su gatita, con una cantidad de vellos muy sexy para ese hombre, lamio un poco más y tomo lo muslos de Jess, los puso sobre sus hombros y comenzó con una larga lamida aquel beso negro, la señorita dejo de serlo.

-ah~~!! Bruce!- gimoteaba ella del placer, sentía sus labios mayores ser abiertos y una lengua invadiendo esa zona que muchas veces fue maltratada, ahora era consentida por la persona correcta -Bruce~~- gimoteaba aquel nombre, el placer la consumía.

El caballero amasaba sus nalgas mientras degustaba sus fluidos, salados y exquisitos, metiendo su lengua, chupando, metiendo unos dedos hasta el fondo, amasando su clítoris y dándole placer.

Jess llego al tan ansiado orgasmo en la boca de Bruce, él lo recibió todo, y subió, besándole con lengua, sus gemidos y jadeos no hacían más que hacer su virilidad más grande y dura.

-Jess... ¿puedo entrar?...- susurro ese hombre con deseo, a vio asentir y se puso el condón, XL, lo alineo y comenzó a entrar con mucha delicadeza, escuchando sus gritos, y luego sus gemidos, de placer y dolor.

Ya estaba dentro, por completo, con una presión deliciosa que le hacía enloquecer, siguió degustando sus pechos, estaban perdidos en ese habitación, entre gemidos y jadeos, entre sudor con sabor a miel, entre besos y abrazos, entre amor y placer.

Finalmente ambos llegaron al orgasmo, con algunos improperios entremedio y suplicas muertas de placer.

Bruce salió cuidadoso y saco el condón, lo tiro a la basura y beso a Jess con amor, ella le correspondió, delicada y extasiada. El joven se dejó caer a su lado y abrazando a la dama, ambos se dejaron caer en los brazos de Morfeo.

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Jess y Bruce se despertaron de golpe tras escuchar el grito de Jace y del Tío Jorge.

-¡SUELTA A MI SOBRINA MALDITO BASTARDO!- fue el grito que despertó a casi todos, se acercó a Bruce y lo saco de la cama de un solo jalón, tirándolo al suelo con tanta facilidad como se lo permitió el enojo.

El joven aun desconcertado, y desnudo, intento protegerse de los golpes que le daba Jace, hasta que vio su oportunidad, no muy lejana, y tomo su brazo, cambio las posiciones y dejo al doctor besando el suelo, con su brazo doblado sobre su espalda y un gran peso sobre el, Bruce había sometido a Jace con una de las más rápidas llaves.