Multimedia ~ Marcus y Cassandra
P.O.V. Marcus
He estado día tras día sacando todo el dinero de mis cuentas, también el de Cassandra... ella murió sin que yo pudiera hacer nada... pero no permitiré que a nuestra hija, a nuestra querida hija le toque el mismo futuro.
A Jess le deje dinero suficiente para vivir durante unos años, llame a unos hermanos de Venezuela para que ella vaya con ellos, estos conocen la contraseña bajo la cual puse el dinero, la cual también compartiré con Jess. También compre un boleto a ese lugar, sé que no podre acompañarla, y si intento hacer algo para cambiar sus decisiones, ella tampoco sobrevivirá... incluso... pueden... ¡no!, ¡no debo pensar en eso!
Ya es el tercer día, y espero que David cumpla su promesa, dejando en paz a Jess.
Toque a la puerta, las puertas del averno bajo el sometimiento de esos perros sarnosos. Me abrió un joven, de 24 años, negro, vestido del mismo color, me sonrío mostrando su dentadura del color opuesto a su cuerpo, y me guío por ese laberinto de puertas y pasillos.
Entre a una habitación deprimente, lúgubre, digna de David. Prácticamente se podría decir que es la cueva del lobo.
En esta habitación había un tipo de Altar, el muy gilipollas estaba tranquilamente sentado, las ganas de romperle la cara no me faltan.
-Ohh, Señor Marcus, no le esperaba por aquí- dijo sarcástico
-No dejaría a mi hija en las manos del asesino de su madre, y menos en las tuyas- dije serio y molesto solo con su actitud y presencia.
-Sí, lo sé, por eso es usted manipulable- me sonrío poniendo su codo en el brazo del "Altar" y su mejilla en su mano empuñada –Crooks, cuenta el dinero, luego ya sabes que hacer-
De un lado de David apareció el negro maldito que violo a mi esposa y luego la mato.
-Si señor- dijo tranquilo sin muestra de remordimiento, tomo el maletín, lo abrió y conto el dinero en el suelo.
Y a pesar de la tenue luz, en su brazo pude leer "Cassandra" debajo de una serie de nombre de mujeres.
-¿Algún deseo antes de tumbarse?- dijo cargando la pistola, no puedo creer que David sea capaz de sonreír a punto de matar a alguien...
Suspire y le mire fijamente.
-Si... quiero ver a mi hija- sonrió como si ya supiera que iba a decir –y verla marchar, en el aeropuerto- El me miro serio, parece que no se esperaba eso.
-De acuerdo, la vera- sonrió de nuevo –Crooks, Tráela-
Ese maldito me miro fugazmente y salió por la puerta que estaba en un costado de la habitación.
-Déjeme advertirle algo- dijo levantando el índice, lo mire fijamente, alterado.
¿Qué le hizo a mi pequeña?
-Ella, Jess, se portó mal, intento escapar, y tuve que enseñarle por las malas-
¿Es que acaso nunca me hará caso?
-... especifícate... por favor...- dije inseguro.
-mm... mejor le dejare en suspenso- dijo con cierta gracias en sus palabras, me puso ansioso, nerviosa, preocupado, más de lo que ya estaba... de seguro era esa su intención.
Fue entonces cuando la puerta se abrió y dejo ver a Crooks, acompañado de una niña con el pelo en la cara, tapada por un calzón un una manta mal puesta. Ese tipo, la estaba tocando con sus malditas manos del brazo, jalándola y tirándola al piso, a un costado de David...
Mi hija estaba aterrada, pero su mirada... ya no es mi pequeña... solo tres días aquí y dejo de ser una niña... pero le seguiré diciendo pequeña.
¿Qué le hicieron esos canallas?
Jess me miro expectante en ese instante dejo ver su bella sonrisa.
-Hija...- me acerque a ella, pero Crooks se puse en frente de mí, impidiendo que avanzara
-Me dijo verla, no abrazarla o tocarla-
¡¡Maldito David, maldito mal nacido de mierda, maldito hijo de puta, maldito aborto fallido, ¿Por qué carajo el maldito aborto no funciono?!!
Fue entonces en que Crooks se quitó de enfrente y mire a David a los ojos.
-Debo decirle algo importante... ya sabes... antes de... no verla nunca más...-
-Adelante, dígale lo que quieras-
-Solo lo debe saber mi hija-
-Bien, Jess, acércate a él, pero no le toques- dijo serio y Jess se acercó a mi lentamente, es como si le dolieran las piernas.
-Hija... date la vuelta...- la mire triste y ella dudo unos segundos, hasta que me obedeció... David... ¿Cómo puedes hacerle esto a una niña de 13 años?...
-Papa... no me duele tanto...- susurro con ojos llorosos.
-Tranquila hija, pronto te iras de aquí...- entonces saque el boleto de avión –Unos amigos míos te aceptaran en su casa, debes ir en avión y olvidarte de la vida que tuviste así-
-Pero... Papá...- dijo dejando caer unas lágrimas.
-Jess, quiero que seas fuerte, y que si vuelves a este lugar, sea por la razón correcta- le acerqué el boleto.
Ella lentamente lo acepto y lo acerco a su pecho, se muerde el labio y nota la contraseña en el papel.
No puedo creer... que soy tan cobarde como para dejar a mi niña a su suerte...
No puedo creer... que no volveré a ver a mi hija crecer ni ver a mis nietos...
No puedo creer que me dejare matar...Sentí una punzada en el estómago, me voltee y vi a David ¿En qué momento llego allí? Mire a Jess, tenía los ojos abiertos de la sorpresa y llenos de pánico.
Sentí otra punzada, y otra, grite con cada disparo, Jess estaba en Shock.
Le acaricie la cabeza y la abrace con fuerza.
-Sabes que te amo... Vive mi pequeña- y el último dio en mi cabeza.
Pregunta:
¿Me odian?Holi!!
Les advierto: no se encariñen con los personajes o digan ella no se merece esto, de ahora en adelante sera peor ^^Haku-Tan
Lunes 16 de Enero
Lamento la demora, pero mi celular no publico el capítulo, y no me di cuenta de eso, así que ahora publico de compu.
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La Venganza [Terminada]
De Todo¿Cuánto duele un azote? ¿Un balazo, una violación, un asesinato? A mí eso me dolio mucho, tanto que creí que no lo soportaría, pero el odio hacía las persona que ocasionaron esa tortura me mantuvo viva, si es que a eso se le puede llamar vida. Esos...