Junto A Ti (Jack Frost X Tu)

Capítulo 2: Loud.

Jack

La muchacha, al parecer llamada Vee, me miraba de pies a cabeza con el seño fruncido. La escena me recuerda un poco cuando a penas conocía a ___, se parece tanto a ella pero nadie le puede comparar el brillo violeta de sus ojos. Aunque ésta niña parece tener los ojos de ambos...

—¿Cómo te llamas? ¿De dónde conoces a mi mamá?—preguntó echando veneno de sus palabras—¿Quién eres?

—Me llamo Jack...Eh, Jack Overland—me fulminó nuevamente con la mirada obligándome a proseguir—Trabajé con tu mamá un poco antes de que ustedes...que ella se embarazara.

—¿Por qué ella reaccionó así?—de repente la ira fue reemplazada por curiosidad—Nunca se había portado así con nadie.

—Verás, linda...

—Me llamo Venus, no linda.

—Venus—corregí riendo mentalmente al ver como es tan parecida a su madre—Cuando yo trabajaba con tu madre, vaya que era muy dramática.

—Ella no es dramática, no sé a quién conociste pero ella no le da importancia a lo que no lo merece.

—No. Yo conocí bien a su madre...—suspiré—Yo, en realidad, soy...

—Oye, tú.

Ambos desviamos la mirada hacia el muchacho que estaba parado de brazos cruzados en la escalera que me miraba lanzando cuchillos igual que su hermana. Reí ligeramente, tal vez estaba malinterpretando la situación, se nota que ___ no les ha dicho quién es su padre.

—Ella dice que subas.—miré su apariencia, me recordaba a veces a mí y al parpadear podía ver un momento a Ademir.

Me levanté del sofá y fui hacia las escaleras donde el hijo evitaba mirarme. Al pasar por su lado me detuvo poniendo una mano en mi pecho.

—Sólo tiene que gritar para que yo vaya y te rompa el maldito hocico, ¿Entiendes?

Estos chicos. ¡Vaya que se parecen a su madre!

Suspiré sonriendo. Me sentía emocionado de estar a solas con ella nuevamente, aunque en el fondo sabía que no me dejaría regresar, ni conocer a esos hijos de mierda de los que me acabo de enamorar. Ah, que son míos también... Subí las escaleras admirando los cuadros que estaban colgados cada diez centímetros incluso. Los que más me llamaron la atención fueron unos donde ___ era besada en ambas mejillas por sus hijos y tenía mal maquillada toda la cara, sus hijos parecían tener menos de diez años; dos fotos después veo una fotografía en dónde está ella con una gorra azul de hospital sosteniendo a dos bebés en toallas, una rosa y otra azul, con los ojos cristalinos y la cara sonrosada. ¿Cómo habrá sido ese día para ella? ¿Habrá pensado en mí? Hubiera querido sostener su mano ese día, sostener a esos niños. Mas sin embargo me perdí el momento, sólo quisiera poder recuperar ese día...

Finalmente la última imagen que veo es ella con un vestido ceñido de color azul cielo, una copa de vino tinto en mano y el pelo que tiene actualmente. Estaba mostrando por encima del escote una luna menguante con un copo de nieve encima de ella como tatuaje, Orión mostraba el mismo dibujo en el torso y Venus lo tenía en el hombro derecho.

—Lo hicimos en su cumpleaños del año pasado.

Miré a la habitación que tenía sus dos puertas abiertas y una luz iluminando toda el pasillo. Entré y ví a ___ acobijada con unas gruesas sábanas hasta el abdomen.

—¿Cuántas veces nos hemos encontrado así?—bromeé.

—¿Qué es lo que estás haciendo aquí?—su voz reflejaba la calma en persona pero su rostro el miedo mismo—Acordamos que no volverías.