Capítulo 18: Puñal 3/3

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Él la mira perplejo y ella no sabe cómo interpretar su rostro. ¿Estaría sorprendido o molesto?

Aún recuerda los rostros contorsionados de sus hijos, llenos de terror y confusión por no poder reconocer a su madre en un estado de ebriedad. Su cabello desaliñado y el maquillaje corrido le daba una apariencia que ellos sólo podían imaginar en las películas de miedo que veían a escondidas de la que era en ese momento su atacante.

——Estrellita ——le llamó ella a su hijo por su apodo de cariño ——, despierta a tu hermana, hay que jugar como una familia.

——Mami, debes descansar ——le respondió su hijo, con la voz temblorosa del pánico ——, no estás bien.

——Cariño, ve por Venus —— le dijo, haciendo caso omiso ——, le demostraré a tu padre que soy una buena mami. Y él volverá, lo hará como lo hace siempre. Podremos comenzar de nuevo. Sí... De nuevo. Todo será como antes, se los prometo, mis niños. Nadie les volverá a hacer daño ——no fue sino hasta años después que el muchacho entendió esas palabras ——. Seremos solamente nosotros cuatro...

El rostro ebrio de su madre de repente se inunda de lágrimas y se pasa lo que queda de la noche sollozando en el regazo de su hijo que apenas tenía cinco años. Esa era la parte favorita del niño, cuando de repente esa mujer dejaba caer su escudo y cedía de tirar un poco de los muros que construyó a su alrededor. Los niños sólo podían ver la tristeza y soledad de su madre cuando bailaba en los pétalos del tequila y vodka. La melancolía que le había dejado su padre con su partida.

La irresponsabilidad la inundaba al otro día, prometiéndose que al llegar el anochecer no sucumbiría a los típicos vicios mortales. Aunque finalmente caía en la misma red y terminaba con una migraña castigadora el domingo de todos los fines de semana.

Todos esos lujos le costaron a su cuerpo humano lo que le quedaba como espíritu.

Una noche, antes de acostar a los niños y poco después de la rehabilitación de ___, éstos le pidieron una única canción. Una sola melodía que los acurrucara por si acaso volviesen a despertar en la misma pesadilla. Pero un sonido gutural y ronco salió de la garganta de la mujer y los muchachos no supieron cómo interpretar las lágrimas que recorrieron las mejillas de su madre.

——Perdóname, Jack ——sollozó en su regazo ——. Fui una terrible madre, dejé que vieran algo que nunca debieron ver de mí. Soy una persona horrible, no merezco a esos niños.

Él la abrazó con tanta fuerza que su mejilla se ponía roja de tanto apoyarla en su cabeza, esperando a que se calmara.

——No digas eso, ellos no estarían aquí de no ser por ti y lo sabes ——la consoló —. Eres una increíble mujer, ¿lo entiendes? Tuviste errores como cualquier otra persona, y aprendiste de ellos. No importa cuántas veces te caigas ni a cuántas botellas les hayas dado fin, ni siquiera importa todo eso a éstas alturas ¡Míralos! Son los mejores niños que jamás he conocido, y he conocido a muchos a través de trescientos años. Sea cual sea que haya sido su destino antes de esto, fue lo correcto para que llegaran aquí. Para que llegaran a mí. Supiste cuidar a dos niños y a una empresa tú sola, eres una madre espectacular y ellos te ven como su Diosa a pesar de lo que ambos cometimos. Siempre será así, eso tenlo por seguro. Ahora, lo único que queda es que dejes el pasado atrás. Ellos pasaron de ser simples mortales a tener poderes, y más de los que te imaginas. No serían quienes son ahora de no ser por ti, que los trajiste a la vida ——él la separa para poder verla a los ojos, la mira dulcemente y acaricia su sien con delicadeza ——. Te mereces el mundo y más por eso.

Los sollozos se convirtieron en lamentos, pequeños gritos que había guardado por tanto tiempo y que su desesperado corazón estaba ansioso por liberar finalmente.

Junto A Ti (Jack Frost X Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora