Capítulo 25: El único hijo

245 16 0
                                    

Narra ___

Los primeros años fueron difíciles para todos. Fui más egoísta de lo que quisiera llegar a admitir en cuanto a las decisiones personales, mi tiempo en casa era nulo puesto que tenía un trabajo de tiempo completo que mantener y dos niños que cuidar por mí misma.

Mis padres me habían prestado una pequeña casa a las afueras del pequeño pueblo en el que se habían establecido desde hacía ya varios años para poder cuidar a mis niños, pero no sabía que quedarme sola acompañada del llanto constante de dos infantes terminaría siendo una especie de infierno que me recordaba los errores cometidos en mis vidas pasadas. El perdonar a Jack tan fácilmente sólo había empeorado una y otra vez mi situación hasta el punto que tuve que traer dos criaturas al mundo para que terminasen sufriendo conmigo. Y ni siquiera me pidieron hacerlo.

Los ultrasonidos cada mes me mantenían nerviosa, y cómo no.

De un mes para otro, una pequeña bolita de carne en mi interior se había convertido en otra dentro de mí. Sin tener pronóstico alguno al respecto, yo ya estaba esperando un par de gemelos aunque en mi familia nunca se hubiese presentado un caso así.

Yo ya sabía lo que eso significaba, incluso antes de que naciese el segundo.

Aquel bebé no era mío a pesar de que yo le di a luz.

En mis estados de ebriedad los primeros años, no podía evitar desquitarme con la pobre criatura porque sabía que no era parte de mí en realidad. Era un señuelo. Era un engaño. ¿De verdad querían que amase a alguien que fue puesto dentro de mí para lastimar a mi familia?

Sentía repulsión cuando lo veía.

Estaba hecho a la imagen y semejanza del padre pero sabía que no era de él. Ni siquiera sabía en esos momentos si de verdad era mío. Así que no le puse nombre a ninguno de los dos.

Por las noches, el alcohol era lo único que hacía que se cruzaran palabras entre ellos y yo. Con insultos, bofetadas y muestras de repugnancia que sabía que lastimarían a la pobre criatura. Lo peor es que deseaba hacerlo.

Deseaba que mi mensaje llegara a la persona que había querido engañarme con ese bebé para que lo amara incondicionalmente y luego me traicionase. Pero nunca fue así. Y fue con el tiempo que me di cuenta que esa pequeña criatura no tenía idea de los planes malévolos de los cuales era parte. No tenía ningún indicio de que el mundo de espíritus existiera, incluso cuando trataba de persuadirlo para que me dijera la verdad, que era un espía enviado para matarme cuando más me encariñara pensando que de verdad es de mi sangre.

Era una noche de lluvia, posiblemente la tormenta más fuerte que he podido ver en mi vida. Yo, como siempre, estaba en la sala de estar con una botella de vodka barato a tres tragos de vaciarse y con el alcohol recorriendo mi sistema como si hubiese en mayor cantidad que la sangre. Los niños estaban escondidos en sus habitación, llorando para que no les llamara con la intención de reprenderlos o agredirlos física y verbalmente.

Y cómo sabía que ellos no bajarían, yo subí.

Estuve apunto de caer por las escaleras varias veces hasta que finalmente pude llegar a la puerta de su habitación. Golpeé varias veces, podía oírlos llorar.

Cuando abrí, fui capaz de verlos a lo lejos debajo de las camas. Abrazados entre sí, lloraban desconsoladamente mientras había crayones de colores por todo el suelo. Caminé sobre ellos, partiendo algunos por la mitad, hasta donde estaban varias hojas tiradas y rayoneadas.

Tomé una de ellas y lo que vi dibujado me partió el corazón.

La criatura que me traicionaría en un futuro estaba protegiendo a la que sí era de mi propia sangre con una capa y una espada de un monstruo. Yo era una gigantesca bestia con cuernos que respiraba y soltaba fuego, dispuesta a matarlos a los dos.

Junto A Ti (Jack Frost X Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora