Capítulo 12: ¿A dónde fuiste?

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Orión

Mi vida de repente se había convertido en un huracán de emociones. En el ojo de éste se encontraba Jack. Agitando su cayado a voluntad y empeorando el remolino que, al final de todo, es mi vida.

Su noticia era todo menos buena. Inesperada, estúpida y hasta un poco inoportuna.

¿Le tengo coraje?

Claro que sí. Sin dudarlo. Tal vez fue nuestra madre la que lo abandonó. Pero esa no era razón para dejarla ir. Cualquiera que amara de verdad a alguien no dejaría que se fuera tan fácilmente como un «Chao, me voy». Las cosas generalmente no son así de sencillas.

¿Para qué vuelve a éstas alturas? ¿Qué necesidad hay de que destruya nuestra pequeña familia? No gana nada con eso, aún cuando ya está llena de cicatrices. No creo que otra sea necesaria sabiendo por lo que hemos pasado para seguir vivos hasta ahora. O al menos intentamos sobrevivir en una familia para nada normal.

Las tormentas nos han hecho superar varias cosas. Sin embargo, creo que jamás nos hubiéramos preparado para algo como lo que nos pasaba en aquél momento.

La puerta de la habitación suena de repente, alguien la golpeó suavemente y desde afuera dijo:

–¿Muchacho? –inquirió–. Soy yo, Norte–dijo, su acento ruso y marcado me demostraba ser quien decía y no hicieron falta permisos para que él irrumpiera en la habitación.

–Hola–dije.

Él sonríe con sus grandes mejillas rosadas y cierra la puerta detrás de él.

–¿No estaban buscando pistas del muchacho aquél?

–Volvimos hace unos minutos–dijo–. Pensé en conversar un poco contigo...

–Supongo que querrás hablar sobre Jack–dije, apresurándome antes de que hablara.

–Así es–respondió, me senté en la cama con cólera. No quería hablar nada que tuviera que ver con ese patán.

–¿Qué cosa? –dije.

–No creo que debas estar molesto con él–dijo de golpe–. Es tu padre, no puedes odiarlo. Ni siquiera lo conoces bien.

–Y tampoco quiero hacerlo.

–Muchacho–se acercó a mí–. Creo que no entiendes por lo que han pasado tus padres para llegar hasta donde hoy están. Aman a los dos–dijo, refiriéndose a mí y a Venus– como se aman mutuamente. Sé que tú y Jack no llevan mucho conociéndose, pero sé que está tan encantado de ustedes como lo está de su madre–dijo, yo puse una cara de asco–. No de la misma manera, pero casi–añadió riendo luego de ver mi gesto.

–No entiendo a qué quieres llegar –dije.

–No puedes odiar algo que todavía no has experimentado–dijo–. Sea quien sea que se haya ido de la familia o el por qué, eso no te da la razón o el motivo como para no querer intentar lograr lo que no pasó. Es casi como iniciaran desde cero, él podrá conocer a tu yo actual y tú podrás tratar de conocer más sobre lo que pasó a través de su punto de vista. No lo veas como un intento desesperado de unir a su familia, puedes ganar a un amigo y, sólo si quieres, también a un padre.

–Es estúpido–dije de golpe– ¿Cómo voy a sonreírle a un perfecto extraño y de un día para otro decirle «papá»?

Norte sonrió.

–Todo a su tiempo, Orión–dijo, posando una de sus grandes manos sobre mis hombros–. No será fácil pero poco a poco, te aseguró que verás a lo que me refiero.

Junto A Ti (Jack Frost X Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora