Junto A Ti (Jack Frost X Tu)

Capítulo 27: Los raros

Pov ___

Abrí la puerta y el peso cayó hacía atrás. El estruendo de la madera contra la madera me estremeció, la casa olía a humedad y a café viejo. Entre y me pregunté de inmediato, ¿Hace cuánto que estuve aquí? Sólo no he venido como cuatro días y siento que ya no conozco mi propia casa. Acaricié mi vientre recordando la visión que me mostró Alex, sé que era falsa. Pero lo fuera o no, ya no podía quedarme con Jack. Lo ví en sus mismos ojos, él no quería tener a mi hijo o hija. Sabía que lo negaría pero no me detuvo, dejó que me fuera y no sé qué hacer ahora.

Pero ahora en lo que tengo que pensar es qué decirles a mis padres de eso. Me sentía atrapada, ya no tenía a nadie que me dijera que todo estaría bien o qué me guiara por un camino; y es en ese momento en el que me doy cuenta de lo dependiente que he dicho de Jack. Siempre esperaba que me protegiera, que me dijera lo que pasaría a continuación. Y eso me molesta, porque ahora que no está no tengo a nadie de quién aferrarme, tampoco quiero sentirme así de débil como si lo necesitara para seguir con mi vida cuando lo que yo necesitaba es que él se alejara de mí y me dejara continuar con mi vida normal.

No negaré que lo amo, lo amaré quierase o no. Porque a final de cuentas es el padre de mis hijos.

Tomé el teléfono de casa y marqué a mis padres. Les conté que dejaría la escuela y trataría de independizarme. Cuando me preguntaron el por qué, me quebré y comencé a llorar. Les conté que me había embarazado, dijeron que no me juzgarían y que me ayudarían en el principio sí deseaba abortar. Pero yo no quería, quería saber cómo sería mi hijo o hija. Yo lo iba a cuidar si fuera necesario y trabajaría para lograrlo.

6 MESES DESPUÉS

-____ Miller, pase al consultorio por favor.-me pidió una mujer de unos cuarenta años vestida de enfermera.

Mi madre me dió un leve apretón de mano y me ayudó a levantarme. Entré yo sola a la radiografía y la doctora me pidió acostarme en una camilla.

-¿Cómo estás, linda? ¿Has estado tomando tus vitaminas?-me preguntó amablemente.

-Sí, aunque últimamente me ha estado doliendo bastante el vientre-admití mientras me levantaba la blusa de embarazada.

-Es normal, querida, debe estar reaccionando a los estímulos que has le has hecho-sonrió de lado y paso una crema por mi vientre-¿Has tenido contacto con él?

-No, no desde lo del taller...

La ví nuevamente. Su cabello castaño había sido reemplazado por un rubio platinado que combinaba con sus ojos azules y las pequeñas arrugas en su frente ya empezaban a hacerse más visibles. Ella había sido una niña que yo cuidaba cuando era un espíritu, en ese entonces éramos muy cercanas hasta que me volví una Guardiana y luego morí. Mamá me había traído con ella en los primeros meses para tratar las vitaminas y el ácido fólico que tenía que tomar de vez en cuando. Cuando me vio me reconoció casi de inmediato, luego yo le tuve que contar todo el problema casi desde el inicio.

-Bueno, intenta mantenerte al margen ¿Sí? Una conmoción así puede afectar la salud del bebé y la tuya, al menos hasta que ya tengas los ocho meses.

-Sí, aún así no creo que aparezca por aquí. No ha habido rastro de él en mucho tiempo, a veces veo las nubes de arenilla...A una criatura saltando por los tejados o a unos colibríes muy rápidos pasar por la noche.

-Soy tu amiga, ____, y yo te digo que si quieres una vida normal te alejes de todo eso. Lo digo también como tu doctora.

Asentí y ella suspiró aliviada. Comenzó a pasar el sensor por mi vientre abultado buscando rastros de alguna criatura viviente en mí. Cuando ya habían pasado como cinco minutos sin rastro de nada Amanda ahogó un grito y comenzó a aumentar el zoom del monitor.