6.- El rey en mi habitación

533 13 0
                                    

A las ocho más o menos de la tarde estaba tumbada en la cama con los ojos cerrados para intentar dormir un poco cuando oí un ruido, me levanté y lancé un libro a no sé quién, pero oí un gemido de dolor.

-¿Luke? - dije abriendo los ojos y levantándome rápidamente.

-Joder para el libro, sí que te gusta leer, ¿eh? Este era uno de los gordos. - dijo rascándose la cabeza.

-Perdona, no sabía que eras tú.

-¿Quién demonios pensaba que era?

-Un violador, un ladrón...No sé, alguien que escala por la ventana hasta la habitación de una joven, por cierto muy buenorra. - le miré con sonrisa pícara. - tiene que ser un violador fijo, ¿no?

-Lo que tú digas, pero con la mala leche que tienes daría media vuelta y saltaría por la ventana abajo. - nos reímos.

-¿Qué haces aquí?

-Fui donde Rebeca y...

-Ajá...

-Y...

-¿Y qué? No te voy a morder, a no ser que tengas un filete que me vendría bien.

-No, es que...yo y Rebeca.

-¿Os enrollasteis?

-Bueno...

-¿¡Y para qué me lo cuentas, asqueroso?! ¡No quiero saberlo!- cogí un cojín y se lo lancé en toda la cara.

-Quería decírtelo porque me sentía culpable.

-¿¡Por qué te sientes culpable?!

-Por hacerlo, se trata de que yo te enamore y no me he comportado bien. - dijo y tanto me impresionó que el cojín que le iba a tirar lo tiré al suelo. - Solamente quería decirte eso.

-Pues podías ahorrártelo y callarte la boca, ¿sabes?

-Bueno, nada más...Bonita habitación, ¿eh?- dijo cambiando de tema.

-No me cambies de cuento Hemmings, abre la boca con la lengua fuera.

-¿Por?

-Lo que juré. - dije cogiendo unas tijeras y con una sonrisa de loca malvada.

-No serás capaz.

-¿A no? - nos perseguimos por toda la habitación y al final ganó él, pero aproveché para darle una patada en los huevos.

-Joder, tienes más fuerza que mi padre.

-Gracias, me lo dicen a menudo, no te creas qué solamente me lo dices tú...-dije irónicamente con una sonrisa.

-Mañana vienes conmigo de fiesta, ¿no?

-¿Adónde? Ya me va a bastar con la fiesta del miércoles de la guarra esa.

-Ya sí...esto...-se rascó la cabeza. - La ha aplazado para mañana por la noche.

-¡¡Y no tengo nada para vestir!!

-Mañana por la tarde nos vamos de compras y te compro el mejor vestido.

-Luke, no hace falta.

-Sería lo de menos Kiri, vas a ir a la fiesta conmigo por mí.

-Bueno la verdad es que me lo estoy pensando pero...vale, mañana a las cuatro y media.

-Perfecto.

-Gracias.

-De nada, buenorra tonta.

-Me gusta más que me llames Kiri.

-¿Te gusta? Lo sabía.

-¿Ah sí? ¿Qué cosas sabes que me gusten?

-No sé, si quieres probamos. - dijo acercándose mucho a mí.

-Veo que Rebeca no te dio mucho y ahora vienes replicando fiesta, ¿no Hemmings? - dije sonriendo y él se rió a carcajadas, me encantaba su risa.

-No sé... Si quieres...

-Umm, gracias, pero no, gracias. - dije riéndome.

-Sabía que me ibas a decir eso, eres como una especie de niña virgen.

-Yo no soy virgen bonito y solo me tiraría a un tío si es lo bastante bueno para mí.

-¿Y yo lo soy? - dijo acercándose inexplicadamente hacia mí.

-Por ahora no estás a mi altura cariño, pero cuando lo estés, te lo diré. - dije, a él le causo mucha gracia mi comentario.

-Entonces no eres virgen, ¿eh?

-No.

-¿Con cuántos?

-¿Y a ti que te importa?

-Eso suena a pocos.

-¿Y tú?

-¿Por qué te gustaría saberlo?

-Me has preguntado hace 5 segundos, normal que te lo pregunte a ti.

-No sé, contando con Rebeca...unas cincuenta por ahí. Pero si algún día quisieras rollo conmigo entonces haría cosas especiales, o cosas que te gusten a ti.

-Subnormal retrasado.-dije riéndome.- Eres más asqueroso que Michael comiendo una hamburguesa extragrande.

-Buenorra preciosa. Tú eres más buena que Rebeca y yo juntos. Eso es decir mucho.

-¿Me lo tomo como un cumplido?

-Si puedes...

-Ah, debería sentirme afortunada en este momento, ¿no?

-Deberías...

-Entonces me siento afortunada.

-Me tengo que ir. Adiós guapa. ¿No me vas a dar un beso?

-Ni lo sueñes.

-¿Y en la mejilla?

-No.

-¿Apretón de culo?

-Never.

-¿Besaco?

-Ni harta de vino.

-Entonces un adiós y nada más, ¿no?

-Exacto.

-Perfecto. Adiós buenorra tonta, que duermas bien. - dijo sentándose en la ventana.

-Adiós subnormal retrasado, dormiré genial.

-Dormirás soñando en mí.

-Seguramente.

-Eso espero. - nuestras peleas parecían de hermanos pequeños pero me gustaban, me gustaban mucho. Le vi irse con su moto hacia no sé dónde, pero esa fue la noches más locas de esta semana, o una de las noches más locas ya que mañana íbamos a ir a la fiesta de la guarra esa.

Incontrolable (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora