Incontrolable (Luke Hemmings)

34.- Arreglado

 Luke y yo nos subimos a su moto y llegamos a su casa rápidamente. Me senté en el sofá mientras él hacía dos filetes con patatas fritas.

-Gracias por acoplarme en tu casa esta noche.

-De nada. No te importa que comamos los dos en el mismo plato, ¿no?

-No me importa.

-Es que como vivo solo, solo tengo un puñetero plato.- me reí un poco. - Soy muy pobre, ¿vale? - él sonrió un poco.

-Toma mi dinero invisible.- dije irónicamente y abrí la palma de mi mano.

-Gracias, pero estoy contento con mis diamantes de oro macizo.- dijo irónico. Me reí otra vez. Puso los dos filetes y las patatas fritas en un plato grande y se sentó en el sofá, poniendo el plato entre sus rodillas. - Que aproveche.

-Igualmente. - empezamos a comer, hasta acabar todo. - Muy bien Hemmings, tres estrellas.

-¿Solo?

-Le falta jugo.

-Yo sí que te voy a dar a ti jugo. - me reí negando con la cabeza. Quedamos unos minutos sin hablar, callados.

-Luke no lo ocultes, tenemos que hablar de lo que ha pasado.

-Sabía que me ibas a decir eso.

-Porque te lo tengo que decir, no podemos estar todo el día enfadados como niños pequeños.

-Yo aún te sigo queriendo pero lo que ha pasado...

-No besé a Karim, si lo hiciese no sería tan tonta como para hacerlo delante tuya.- se rascó la cabeza.- Ahora que yo he dicho la puñetera verdad, dime, ¿por qué cuando te llamé por el móvil contestó Rebeca?

-Es una gran historia. A ver, cuando vi que Karim te besaba, - asentí con la cabeza, por lo menos él iba pillando que yo no besé a ese tío. - corrí hacia mi casa y bueno...empecé a llorar. Después me llamó Rebeca y me dijo que si podía ir a su casa que teníamos que hablar, y fui. Ella quería enrollarse conmigo pero yo no podía parar de pensar en ti y decidí irme. Pero se me olvidó el maldito móvil en su casa, entonces tú me llamaste y lo cogió ella. Al final tuve que volver a su casa y cogerlo.

-¿Eso es verdad?

-Sí.

-¿Y por qué estabas con ella cuando me encontraste con Arthur en el puerto?

-Le estaba explicando por qué no podía enrollarse conmigo. Y dije eso de que no eras mi novia porque soy un capullo. Ya te he dicho que los capullos primero hablan y después piensan.- quedé callada. - Me siento una mierda si no estás a mi lado.

-No digas eso.

-Pero es la verdad Kiara. Cuando estaba contigo iba al instituto para verte a ti, a nadie más. Cuando estaba con Rebeca no podía pensar en nadie más excepto en ti. - acaricié su mejilla. - Soy un capullo.

-Eres MI capullo. - sonreí, aun siguiendo acariciando su mejilla.

-Me... ¿me perdonas?

-Por supuesto, pero prométeme que esto no va a pasar más.

-Te lo prometo.- me miró a los ojos, se acercó a mí y nos besamos lentamente. Le acaricié su pelo mientras él miraba mis labios, sonriendo. - Creo que deberíamos ir a dormir, hoy ha sido un día muy duro.

-Vale, pero solo si duermo contigo.

-Por mi ningún problema. - Luke se tumbó boca arriba en su sofá y después yo me puse encima de él, abrazándole. Y así nos quedamos dormidos hasta la mañana siguiente. Luke me despertó dándome un beso en la nariz, ¡por fin una mañana en la que me levantaba de manera decente! ¡Aleluya!