48.- Está decidido, quiero morirme

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Eran las ocho de la mañana. Luke me había preguntado si podía ir al entierro de Arthur conmigo. Le dije que no. No quería que me viese llorar. Los tíos de Arthur me iban a recoger a las ocho y media. Me preparé, una camiseta negra un poco escotada, unos vaqueros negros ajustados y unos tacones, (por si no lo adivináis, también negros). Aún eran las ocho y cuarto. Bajé para desayunar pero no tenía hambre. Mis padres estaban trabajando y mi hermano estaba en el sofá, jugando con su estúpido móvil y seguramente chateando con la puta de Irene:

-Lo siento.- dijo de repente, acercándose a la nevera y cogiendo una Fanta. <<¡Es mía, capullo!>> le iba a decir, pero sería mejor no empezar con peleas por la mañana.

-¿Por?

-Se notaba que querías a Arthur.

-Ah...ya...- nos quedamos callados, él se sentó en la encimera mientras yo miraba a mi desayuno, no tenía hambre.

-¿Vas hoy al entierro? - asentí con la cabeza. - Dale el pésame a sus tíos de mi parte.

-Lo haré. - tragué saliva.

-¿Llevas pañuelos? Yo creo que tengo. - ¿por qué se preocupaba tanto por mí?

-Ya he llorado demasiado estas últimas semanas, no creo que vaya a llorar mucho más. - digo fría.

-Si te encuentras mal llámame, ¿de acuerdo?

-¿Desde cuando estás tan preocupado por mí? ¿Solo porque se me murió un amigo? Pues debería matar cada día a uno para que me hagas caso...- antes de que él pudiese decir nada, cogí mi bolso negro y me fui de casa. Los tíos de Arthur ya estaban en el coche. Subí en el coche, en el asiento trasero.

-¿Drake? - pregunté impresionada.

-Hola...-dijo con los ojos rojos.

-¿Estás bien?  - él negó con la cabeza.

-Kiara, le hemos invitado al funeral también. ¿No te importa? - dijo la tía de Arthur.

-Por supuesto que no.

-¿Tú estás bien? - me preguntó Drake.

-Sí, tranquilo. - le acaricié cariñosamente la mejilla. Después me acerqué hacia él y le besé lentamente.

-Una pregunta Kiara, ¿no salías con un chico llamado Luke? Me lo había contado Arthur...-dijo el tío.

-Emmm, esto...- tragué saliva. Drake me cogió de la mano, estaba tan nerviosa.

-¡Tony, no pongas más nerviosa a la niña! ¡Si no quiere contestar, no contesta y punto! - dijo la tía de Arthur, por la pulsera que llevaba creo que se llamaba Nana. Menudo nombre, aunque yo tampoco podía decir que el mío era el más normal de todos.

-Estaba saliendo con él, pero creo que está con otra chica...entonces yo estoy con otro chico. - dije tímida.

-Así se habla querida, los cuernos no se perdonan, ¡se devuelven! - amén señora, amén :3 ¿Por qué las mujeres negras siempre tienen tanto swag? La tía de Arthur lo tenía, y, Dios, me encantaba. Sin embargo, el tío de Arthur era un blanquito paliducho, que no le importaba mucho lo que su mujer decía. No me extraña que Arthur fuese su sobrino, se parecían demasiado. Llegamos al cementerio, sus padres decidieron hacer el funeral al aire libre, aunque no creo que a mi fallecido amigo le entusiasmase mucho. Drake me cogió de la mano en todo el momento, estaba temblando, yo también. Me daba igual lo que decía el cura, yo miraba al suelo. Estaba muy nerviosa, no podía llorar, lo tenía que hacer por mí misma y por Arthur. Al acabar el funeral se me escapó una lágrima. Drake se acercó a mí, mientras andábamos hacia el coche.

Incontrolable (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora