26.- El interrogatorio

365 11 3
                                    

Nos sentamos todos en la mesa, la tensión se podía cortar con un cuchillo:

-Bueno, Luke. - dijo mi padre empezando a comer - ¿Estudias?

-No.

-¿Trabajas?

-No.

-Entonces no sirves para nada.

-¡Papá! - exclamé. - Tiene cosas que otros chicos no tienen.

-¿Como cuáles? - preguntó mi padre.

-Tuvo la valentía de enamorarme. - Luke y yo nos miramos sonriendo, mi padre carraspeó.

-Y, ¿dónde se supone que están tus padres?

-Trabajando en otro país.

-¿Vives solo?

-Pues claro.

-Qué peligro...

-Sé muy bien lo que me hago. - dijo Luke tensando su mandíbula.

-Eso espero. - quedamos en silencio, pero el interrogatorio no había acabado. - Y...¿qué te gusta de mi hija? - casi me atraganté y Michael se rio.

-¿Cómo?

-Tengo que saber qué te gusta de mi hija para que te fijases tanto en ella.

-Pues...su forma de vacilarme, de reír, de ser como es ella de verdad. - mi madre sonrió. - Y muchas otras cosas...

-¿Y tú? - mi padre me señaló.

-De él me gusta todo, es simpático, un poco ligón, me defiende cuando lo necesito...no sé, cosas que cada día me hacen estar más enamorada de él. - Luke y yo nos miramos otra vez y sonreímos.

-Se nota que os gusta estar juntos.- dijo mi madre. - Joseph, ¿les das tu bendición?

-Por supuesto, pero como le rompas el corazón las vas a pagar. - Luke asintió con la cabeza y tragó saliva. - ¡Que era broma!- todos nos empezamos a reír. - Ya eres de la familia, chico.- Luke sonrió muy contento.

-¿Ya te puedo ir llamando cuñado? - dijo Michael. Todos nos empezamos a reír, yo casi me atraganto otra vez, pero de la risa.

-Bueno, Luke y yo nos vamos a mi habitación. - dije levantándome.

-Adiós tortolitos.- dijo mi padre sonriendo. Al llegar a la habitación Luke se acercó a mí y me cogió de mi cintura.

-Tus padres son geniales, Kiara.

-Lo sé.

-Ahora que ya hay cena podríamos...ya sabes.- levantó y bajó rápidamente las cejas.

-Me encantaría, Hemmings.- sonreí pícaramente y le quité la camiseta rápidamente.

-Tenías ganas, ¿eh?

-Eres asqueroso.

- Lo sé, ¿a quién quiero engañar? - nos reímos. - Ahora te toca a ti. - me quitó la camiseta. - Estás preciosa.

-Eso se lo dices a todas. - sonreí.

-No es verdad.

-Sí.

-No.

-Luky...

-Kiri...- nos reímos otra vez. Luke se quitó el pantalón rápidamente y lo tiró a saber dónde...Yo hice lo mismo y nos tumbamos en la cama, él encima mía. Me empezó a besar por el cuello. Me reí.

-¿De qué te ríes? Me estoy poniendo romántico y tú te ríes, muy mal Kiara, muy mal...- dijo sonriendo y negando con la cabeza.

-No solo te estás poniendo romántico Hemmings.- vi que una cosa crecía en sus calzoncillos, se sonrojó. - No te preocupes. - sonreí. Me siguió besando y mordió mi labio inferior.

-¿Estás segura de que quieres hacer esto Kiara? - asentí con la cabeza. - ¿De verdad? - negué con la cabeza. Me siguió besando el cuello.

-Luke...soy virgen. - paró de besarme y me miró a los ojos. - Te he dicho que no lo soy porque tenía vergüenza. No estoy preparada aún. - él sonrió levemente.

-No te preocupes, haremos otras cosas. - guiñó un ojo.

-¿Qué cosas?

-Tranquila. No vamos a quitarnos nada más.- me acarició con su mano mi mejilla.

-Gracias.- sonreí.

-De nada enfermera.- me dio un beso en la frente y después juntó nuestras entrepiernas. Embestía rápidamente mientras mi cama se movía de un lado para otro. Si mi padre se enterase Luke ya estaría a dos metros bajo tierra. Luke iba cada vez más rápido y mientras embestía cada vez más fuerte me empezó a besar, haciendo que yo gimiese. Nuestras respiraciones estaban agitadas. Una red eléctrica recorrió todo mi cuerpo y empecé a gemir, él sonrió orgulloso. Hemmings iba mucho más rápido y gimió haciendo que después yo fuera la que sonriese orgullosa.

-¿Te ha gustado? - preguntó Luke respirando fuerte, tumbándose a mi lado. Acarició mi pelo suavemente mientras sonreía.

-Mucho.- sonreí. - ¿Esto lo has hecho alguna vez? - negó con la cabeza.

-Es muy tarde, vamos a dormir.

-De acuerdo.- me envolvió con sus brazos y empezamos a dormir. A la mañana siguiente me desperté temprano, toqué mi colchón y no estaba Luke, solamente estaba una carta:

Hola enfermera, esta noche ha sido la mejor que he tenido nunca, no he podido despertarme contigo porque Tresh me ha pedido ayuda y no puedo abandonarlo. Lo siento, besos del capullo.

Al leer la carta me empecé a reír como nunca y la guardé en mi cajón. Nunca habría pensado en estar con Luke, besar a Luke o simplemente hablar con él. Me sentía extraña y a la vez contenta, Hemmings era un buen chico aunque no lo pareciese. En ese momento podía admitir que estaba enamorada de él, lo podía decir sin ningún problema.

-Hola, cariño tenemos que hablar. - dijo mi madre sentándose en mi cama mientras yo miraba a la ventana, observando cómo un chico estaba ligando con una tía.

-¿Qué pasa mamá?

-Es...es sobre tu padre y yo...

-Si queréis pelear iros a otro lugar, yo no aguanto más tonterías.

-No no, si ya no habrá más tonterías, se acabaron. ¿Entiendes lo que digo?

-¿Os vais a separar? - me levanté cerrando los puños.

-Lo estamos pensando, y creo que no hay ningún perjuicio en eso.

-¿Perdona? ¿No les pides la opinión a tus hijos?

-Pero...

-Déjame expresarme. Tú y papá habéis pensado en divorciaros y, ¿ni nos lo consultas? Menudos padres sois....

-¡Oye! ¡A mí no me hables así que te cruzo la cara! - dijo mi madre levantándose y acercándose a ti.

-Atrévete. - le desafié con la mirada. Mi madre me dio una bofetada, rápida y no dolorosa. Bueno, no me dolió la mejilla, me dolió el alma.

-Yo...Kiara...lo siento.- dijo mi madre sin saber que ya había perdido una hija.

-No lo sientas, ya no seré una carga para ti. Desde ahora solo tienes un hijo único. - abandoné la habitación enfadada.

v>

��j44&<>

Incontrolable (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora